St Vincent
Chicago Theater, Chicago, EE UU
(Enero 12, 2018)
Hace poco más de un año, decidí escuchar a St Vincent con la atención que se merece. Sabia de tantos merecidos halagos hacia su música y arte en general, así como de su colaboración con David Byrne. Cabe destacar que las columnas faranduleras, que rara vez le prestan atención a la música que no cala en las carteleras comerciales (las cuales, a su vez, pocas veces se fijan en música que valga la pena), se interesan más en la vida amorosa de Annie Clark que en su música.
Sin duda, es una lástima, porque St. Vincent es una de los artistas más originales e inteligentes que han emergido en el milenio, tanto musical como visualmente. Recientemente compré el excelente álbum Masseduction, el cual me motivó a comprar una entrada para su concierto en Chicago tan pronto como tuve la oportunidad.
St. Vincent se presento en Chicago el 12 de enero pasado en el famoso Chicago Theater (donde anteriormente yo había presenciado los conciertos de Sigur Ros y Tori Amos), como parte de su gira “Fear the Future”, para promocionar Masseduction.
Annie Clark decidió adoptar una apariencia austera. En ambas partes del concierto la veríamos solo a ella con una guitarra. Si ella tenía una banda tocando con ella, estaba oculta tras las cortinas ubicadas detrás de Clark en la primera parte de la presentación, y detrás de la pantalla en la segunda, quizás para evitar la distracción de las imágenes que acompañarían las canciones, particularmente en la segunda mitad, en la que presentaría fielmente la totalidad del álbum Masseduction.
La primera parte fue denominada “Fear” (Miedo), y empezó con St. Vincent vestida con un body de vinilo rosado y botas altas del mismo color, con su cabello ahora negro y alisado. La presentación arrancó con la calmada y edulcorada (pero líricamente irónica) balada “Marry Me” (del álbum del mismo título), con Clark recostada del piso del escenario, en poses de lo que en inglés se llamaría una sex kitten. Annie se paró para la segunda canción “Now Now” (también del álbum Marry Me), y uno de los asistentes le trajo la guitarra. Annie estuvo parada tocando la guitarra excepto en ciertas partes de la canción, en las que sacudía las piernas. Al final se volvió una completa rockstar tocando la guitarra.
Annie se movió más al centro del escenario para cantar “The Strangers” y “Actor Out of Work”, ambas del álbum Actor, que refleja la calidad cinematográfica de ese álbum (y me hizo querer escuchar mas, puesto que este fue el disco que hizo que me enamorara de St. Vincent). Entre calmada y rockera, St Vincent transitó ambas canciones para regalarnos otras tres de su siguiente trabajo, Strange Mercy: “Cruel”, “Cheerleader” y “Strange Mercy”. Visualmente, Annie solo tenía un austero aunque colorido juego de luces que la acompañó hasta que se movió al extremo derecho del escenario, en el que un proyectado cuadro abstracto (cubista, diría yo), fue el complemento visual de las tres canciones que vinieron de su álbum St Vincent, y que concluirían la parte “Fear” de su concierto: “Digital Witness”, “Rattlesnake” y “Birth in Reverse”. Estas canciones resultaron ser más dinámicas y los movimientos de St. Vincent fueron más expresivos, quizás como un anuncio de que Masseduction estaba por venir.
Ahora bien, yo no me esperaba que fuera presentado no solo en su totalidad, sino en el orden fiel del álbum. Para esta parte, denominada como el disco, Clark se cambió a un atuendo similar al anterior, pero plateado, y con tela verde cubriendo sus brazos y antebrazos. Cada canción tendría su propio esquema de colores y estética, aunque todas estaban relacionadas (es básicamente escenas del video de “Los Ageless” atribuidas a cada canción de Masseduction).
“Hang on Me” empezó tan austero como la parte “Fear”, pero en vez del juego de luces, era la pantalla la que cambiaba de colores, pero sin ninguna imagen. “Pills” tuvo un énfasis en el color verde, pero en lugar de imágenes de pastillas, las imágenes proyectaban a Annie Clark siendo maquillada y arreglada para lo que parecía una sesión de fotos de revista. A esta canción le siguió “Masseduction”, con énfasis en el color rosado e imágenes de St. Vincent tosiendo y escupiendo una especie de saliva rosada en lo que parecía una rueda de prensa; mujeres aburridas en un salon de belleza, y tortas en forma de teléfono que eran destruidas con solo marcar y llamar.
Para “Sugarboy”, el color elegido fue azul y las imágenes mostraban a Annie Clark pensativa y de perfil mientras manipulaba una grabadora de mensajes telefónicos, alternadas con otras de la misma Clark mirando con codicia hacia algo en frente de ella que terminaría siendo una rara especie de gusano que mordería, mientras siniestramente cantaba “I Am A Lot Like You”. Me fue difícil prestar atención a las imágenes, porque Annie moviéndose salvajemente mientras tocaba la guitarra también me llamaba la atención.
“Los Ageless” tuvo su apropiada estética, con las escenas verde esmeralda y mujeres momificadas en lo que parecía ser una clínica para cirugías plásticas. En mi opinión, una estética apropiada para la canción. Luego, en un fondo austero que fluctuaba entre azul marino; añil y gris, Annie canto la encantadora y sencilla “Happy Birthday Johnny”. “Savior”, una de mis favoritas, tenía el rojo como estética y una de las imágenes mas homoeróticas de todo el concierto, con St. Vincent sentada en frente de un televisor del cual salían piernas femeninas abiertas, especialmente cuando Annie clamaba “pleaaase!”.
La “balada” “New York”, que Annie anuncio como una canción que podría ser para cualquier ciudad, incluía imágenes de Annie girando el irónico cubo del downtown de Manhattan con imágenes de plantas.
La canción que le da nombre a la gira, “Fear the Future”, tuvo otro acierto visual. El amarillo continuó siendo el color escogido para la estética, aunque esta vez combinado con verde. La estética fueron figuras femeninas vestidas de negro con los senos descubiertos y los pezones cubiertos con equis negras. Dichas figuras estaban recostadas o posando como lámparas, mientras Annie cantaba un clamor por respuestas y manifestaba su miedo por el futuro.
Para “Young Lover” no hubo imágenes de St. Vincent. En vez de eso, ella decidió hacernos sentir como si estuviésemos en una nave espacial, con un cielo estrellado, cuyas estrellas se verían como líneas durante el estribillo, como si estuviéramos viajando por el espacio a alta velocidad.
Luego de este frenesí, “Dancing With a Ghost” y “Slow Disco”, combinadas en una canción, fueron acompañadas por imágenes de cuerpos humanos completamente cubiertos por telas aguamarina, y quizás haciendo o tratando de hacer yoga u otros ejercicios sobre alfombras de yoga. Fiel al álbum, el concierto cerró con el blues “Smoking Section” con una St. Vincent posando como maniquí mientras un destructor de papeles echaba los restos de dichos papeles al suelo en un fondo violeta. Luego, en el video, Annie Clark despertaría y haría un mayor desastre con los papeles.
Debo decir que después de este concierto, mi admiración y respeto por St Vincent creció, y creo que su puesto en la historia musical del siglo 21 está asegurado. Este definitivamente fue un concierto sublime y quedará como uno de los mejores recuerdos de 2018.
Pekky Márquez