Hana Kobayashi
Centro Cultural B.O.D. , Caracas
(Abril 13, 2018)
Hana Kobayashi ha sido una de las piedras angulares de Pepperland, la banda que versiona la música de The Beatles con ritmos venezolanos, y de El Arca, un big band superlativo de la capital, entre otros muchos proyectos. El año pasado también fue parte esencial de Henry The Horse, tributo a Sgt. Pepper.
La cantante hija de madre venezolana y padre japonés, es un referente musical poliglota que merodea del jazz al pop y del rock al R&B o el funk con una facilidad que sorprende. Su menuda figura encierra a una mujer de carácter, segura de sí misma y de temperamento reflexivo e intelecto desafiante. Genuinamente atractiva y siempre dispuesta a despertar conciencia social. Participante en la primera temporada del Latin American Idol, Hana se ha presentado en España, México, Brasil, Italia, Argentina, Colombia, República Checa, Emiratos Árabes, Estados Unidos, Escocia y Panamá.
A mi entrada, ambas salas del B.O.D. eran ambientadas con el tema “Harvest Moon” de Neil Young. Este concierto, que atrajo a una nutrida concurrencia, cierra un ciclo en la vida artística de Hana con un repertorio de trece temas que incluyeron composiciones de Steve Porcaro y John Bettis, Sting, John Lennon y Paul McCartney, Ezequiel Serrano Valencia y otras de su autoría.
El concierto abrió con la composición “Human Nature” de Porcaro y Bettis, famosa en la voz de Michael Jackson y presentada acá con un excelente arreglo de Hana en el cual el gran guitarrista Roldán Peña destacó junto a una banda de esas que en Venezuela solemos llamar “trabuco”. El segundo tema de la noche fue la archiconocida “Englishman in New York” de Sting. En ambos casos los excelentes arreglos dieron un giro tan interesante a estos temas que parecían otras composiciones, desde el coro que integraron las voces de Cristina Mosquera y Alicia Zapata hasta la trompeta de Noel Mijares –compañeros en El Arca– y el saxo de Javier Josué Pinto. Hana contó además con la percusión de Carlos “Nené” Quintero, la batería de José Núñez, el teclado de Laurent Lecuyer y el bajo de Miguel Blanco. Una banda de esas que puede ir por todo el mundo y despertar los más grandes elogios.
La composición del venezolano Ezequiel Serrano Valencia (Tribop y Cabezón Key) titulada “Aquí” fue la tercera pieza de la noche. La banda retornaría en pleno para “Pecas” compuesta por Hana y donde la autora recalcó su pasión por las letras románticas, común denominador de su fina lírica.
En “Midnight Sun”, el estándar compuesto por Lionel Hampton y Sonny Burke, la cantante destacó su pasión por el jazz y la gran influencia que tiene de la inmortal Ella Fitzgerald. “Lluvia ajena”, otra de sus canciones, incluyó un solo de piano de Laurent Lecuyer, destacado músico francés radicado en Venezuela desde hace algún tiempo. Debo apuntar aquí a la coherencia del discurso musical de Hana y su articulada expresión verbal que en todo momento reflejó una gran honestidad, firmeza, humor y profesionalismo.
La noche continuó con dos temas en uno que sirvieron como venia a James Brown y Amy Winehouse, fallecidos en 2006 y 2011 respectivamente, de cuyos repertorios Hana escogió “Rehab” y “I Feel Good” donde destacaron los metales de Javier y Noel.
“Eso eres” y una excelente y osada versión de “Come Together” junto a los primeros temas, conformaron algunos de los puntos altos de este excelente concierto donde Hana demostró además un poco de tap y percusión corporal. Luego matizaría el repertorio con un tema de arrullo japonés titulado “Komori uta” donde Laurent destacó una vez más y en la que Hana explicó el carácter biográfico de este hermoso tema cantado en japonés. Enfatizando su pertenencia a la generación de Nirvana, Nine Inch Nails y Soundgarden, entre otros, la seleccionada por el Goethe Institut para participar en el proyecto Música en Tránsito, interpretó “Black Hole Sun” de Soundgarden. En este tema destacó Roldan Peña.
Las últimas dos piezas del repertorio fueron “Normalidad”, en la cual la cantante destacó el estimulo de sus padres sobre la aceptación personal, y finalmente un tema de la extinta banda del grunge, Nirvana, y su éxito “Smells Like Teen Spirit” en una versión, que como las otras, no consiguen adjetivos en mi vocabulario. Simplemente son, como decimos en el ambiente, ¡brutales! Y si bien esta canción cerró un ciclo de 20 años, no sería mala idea que la excelente productora de Ci Comunicaciones, Luanda Caleca, repitiera el evento a corto plazo.