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George Michael (1963-2016): se apagó otra estrella pop del siglo 20

George Michael

El universo musical pop ha tenido demasiados períodos de luto en 2016. En la recta final, las malas noticias han continuado. En plena navidad una insuficiencia cardiaca se llevó inesperada y prematuramente, a los 53 años, a Georgios Kyriacos Panayiotou, conocido por el mundo entero como George Michael, uno de los más exitosos cantantes ingleses (de origen grecochipriota por parte de padre y madre británica) de todos los tiempos y una figura no exenta de controversia.

Juan Carlos Ballesta

La gran repercusión de Michael ocurrió en los 80 y 90, un periplo que empezó hace 35 años (en 1981) junto a su amigo de colegio, Andrew Ridgeley, con quien formó la recordada agrupación Wham, que produjo éxitos ochenteros incontestables como “Young Guns”, “Wham Rap!”, “Club Tropicana”, “Everything She Wants”, “Wake Me Up Before You Go Go” y “Last Christmas” (título que ahora se hace lapidario). Aquellos eran los primeros tiempos de MTV, una novedosa herramienta de mercadeo que ayudó a muchos nacientes artistas a darse a conocer poniendo en el mismo plano música e imagen. Wham llegó en el momento en que moría el mundo analógico y nacía la era digital, por ello su sonido está íntimamente ligado a aquellos primeros teclados y baterías electrónicas cuyos sonidos quedaron anclados en una etapa en que la música pop sufrió notables cambios en fondo y forma. George Michael, sin duda, fue un sobreviviente de aquellos años, pero sobre todo de una estética un tanto «kitsch», ahora recuperados como ejercicio de nostalgia, aunque también como genuina forma de reivindicar cambios sustanciales.

Los reyes indiscutibles en los 80 fueron Michael Jackson y Madonna, pero no muy lejos se ubicaban otros como Boy George (Culture Club), Prince y George Michael, casi todos enfundados en una estética a medio camino entre la androginia y la libertad sexual.

La carrera en solitario de Michael comenzó en 1984 con la balada “Careless Whisper”, cuando aún estaba con el dúo, y fue tal su impacto inicial que el grupo quedó relegado a partir de 1986. Dejó con él una buena impronta de canciones y el hecho de haber sido el primer grupo pop en tocar en la China comunista (el hito lo había logrado el músico electrónico Jean Michel Jarre).

Fue en 1987 cuando el británico lanzó Faith, su primer disco solista que lo catapultó al Olimpo y que había sido precedido por el polémico tema “I Want Your Sex”. Michael comenzaba a crecer en el plano artístico y también a reenfocar su mensaje. Su imagen de gigoló, sin embargo, fue muy bien explotada. De Faith surgieron cuatro singles que llegaron al puesto #1 en Estados Unidos: “Faith”, “Father Figure”, “One More Try” y “Monkey”. Como era de esperarse ganó el Grammy como “Mejor Álbum del Año”.

Con el siguiente trabajo, Listen Without Prejudice Vol 1 (1990), Michael quiso deslastrarse justamente de su imagen de sex symbol negándose a aparecer en los videos. En un período de apenas ocho meses fueron lanzados cinco singles: “Praying for Time”, “Waiting for That Day”, “Freedom! ’90”, “Heal the Pain” (en 2008 regrabado junto a Paul McCartney) y “Cowboys and Angels”, y solo dos videoclips. El disco recibió el premio a mejor álbum en los British Awards. El segundo volumen fue abortado debido a los problemas con su disquera Sony Music (entonces Columbia), pero cuatro canciones fueron donadas por Michael al proyecto Red Hot + Dance para ayudar a los enfermos de Sida. Aquella gira lo llevó a tocar en Rock in Rio, donde conoció al que sería su pareja Anselmo Feleppa, quien murió en 1993. A él le dedicó en 1994 el single “Jesus to a Child”, el más largo (siete minutos) de todos sus temas en ocupar el primer puesto en Gran Bretaña.

Los años 90 fueron también distintos a la década previa, con la explosión de la música electrónica, el rock de nuevo en auge y nuevas corrientes como el trip hop acaparando atención. Varios de los que poco antes estaban en la cresta de la ola, comenzaban a caer en el olvido o a dejar de interesar. Solo Madonna se reinventó de manera sorprendente, luciendo al día con su apuesta musical. Para entonces, Michael Jackson había comenzado su declive. Por ello, para George Michael, era importante no fallar.

Aún estaba por llegar su disco más exitoso, Older (1997), del cual se extrajeron seis singles: “Jesus to a Child”, “Fastlove”, “Spinnig the Wheel”, “Older”, “I Can´t Make You Love Me” y “Star People ‘97”. Este disco fue seguido por el compilado Ladies and Gentlemen: The Best of George Michael (1998), que a pesar de ser consecuencia de los problemas contractuales con Sony Music, se convirtió en un suceso instantáneo. Apenas un año después, lanzó el álbum de versiones Songs from the Last Century, cuyo impacto fue bastante menor.

Michael en el siglo 21: menos canciones, más giras, más escándalos

El nuevo siglo lo comenzó con controversia política cuando en 2002 escribió “Shoot the Dog” (“Dispárale al perro”), canción funky que en algo recuerda a Prince, en la que criticaba la relación entre el entonces primer ministro británico Tony Blair y el presidente de Estados Unidos George W. Bush. El video clip era una sátira con dibujos animados que mostraban a un Bush caricaturizado respondiéndole a un comandante del ejército estadounidense que no entendía nada sobre los conflictos internacionales. Blair aparecía como la mascota de Bush en el patio de la Casa Blanca. Muchos estadounidenses lo criticaron y desde entonces confesó que le daba temor viajar a ese país. Era una faceta que hasta ese momento Michael no había mostrado y quizá por ello sorprendió a muchos. Su respetada e influyente posición le permitió abordar este álgido tema.

Su insistencia en adversar el tema de la guerra de Irak lo llevó en 2003 a versionar la canción de Don Mclean, “The Grave”, que en 1971 criticaba la Guerra de Vietnam. En 2004 publicó su quinto disco, Patience, su último trabajo con impacto comercial notable y con canciones nuevas, entre ellas seis singles, de los cuales los primeros cuatro fueron los de mayor trascendencia: “Freeek!”, “Shoot the Dog”, “Amazing”, “Flawless (Go to the City)”, “Round Here” y “John and Elvis are Dead”.

El fenómeno Michael

Algunos casos permiten concluir que a veces el éxito no es solo producto de una buena voz y de canciones bien escritas y producidas, sino que dependen del momento histórico en que aparezcan. George Michael es un ejemplo ya que su carrera musical posee una relativa baja cantidad de álbumes de estudio en 35 años (tres con Wham y cinco como solista, de los cuales uno es de versiones. Apenas uno solo publicado en este siglo). Vale decir, 80% de su producción fue en la primera mitad de su vida artística. Michael sembró y cosechó. Pero también se dejó llevar por la fama y la inmensa cantidad de dinero obtenida. En el siglo 21 su presencia pública estuvo ligada a varios escándalos de sexo y drogas, aunque a partir de 2006 decidió retomar su actividad en los escenarios tras una ausencia de 15 años (entre 1991 y 2006 no hubo giras).

Sus grandes aportes a la cultura pop en los años 80 y 90 fueron de tal envergadura que su impacto se extiendió por décadas, siendo uno de los artistas más vendedores de Inglaterra con más de 100 millones de discos vendidos alrededor del planeta.

Su trayectoria estuvo pincelada por escándalos sexuales y de drogas, a tal punto de haber sido sentenciado a ocho semanas de prisión al chocar contra una tienda al norte de Londres en 2010. Cuatro años antes se había declarado culpable por manejar bajo los efectos de las drogas y se le prohibió conducir. En 2008 fue acusado de posesión de crack y drogas clase C, y más tarde reconoció en una entrevista que fumaba alrededor de 25 cigarros de marihuana al día. Difícil saber que cosa puedo haberle pasado factura para morir tan joven.

Su vida sexual también estuvo repleta de escándalos, como aquella vez en 1998 cuando fue sorprendido en un baño público de Beverly Hills en actos lascivos. Durante mucho tiempo declaró su bisexualidad, hasta que finalmente en 1998 dijo públicamente que era gay y que mantenía una relación con el empresario Kenny Goss.

George Michael fue un esteticista, así lo testifican sus videos, sus discos y también su propia imagen. Deja tras de sí grandes amistades dentro de la música, millones de admiradores y un buen puñado de canciones para la historia.

Así lo despedía Madonna en su cuenta twitter: