Inicio Ahi estuvimos La eterna juventud de Café Tacvba (Madrid / Julio 29, 2018)

La eterna juventud de Café Tacvba (Madrid / Julio 29, 2018)

Cafe Tacvba

Café Tacvba

Sala La Riviera, Madrid

(Julio 29, 2018)

 

Si hay una banda representativa de la idiosincrasia mexicana y al mismo tiempo del rock latinoamericano con identidad definida y claramente reivindicativa de lo autóctono es Café Tacvba. No es que haya sido la primera banda en redimensionar la cultura popular a través del rock (antes ya Botellita de Jerez lo había comenzado a hacer) o que no haya otras de importancia en ese mismo terreno, pero si ha tenido el tino de proyectarla hacía el mundo de manera magistral, con un discurso reconocible. En directo el grupo suena potente, producto de los años de trabajo continuado y así lo demuestra en esta gira europea bautizada Niu Güeis Tur 2018 (New Ways Tour) que lo ha acercado a Suecia, Noruega, Inglaterra, Holanda, Dinamarca, Alemania, Francia y España y que lo enrumba por lo que resta de año a Suramérica y a treinta ciudades de Estados Unidos y Canadá.

El pasado año el cuarteto sorprendió con Jei Beibi, un disco alejado de todo y a la vez cerca de todo, un ejercicio de libertad creativa que demuestra que Rubén Isaac Albarrán Ortega (voz principal y guitarra rítmica), Emmanuel del Real Díaz (teclados, guitarra acústica, coros y ocasional voz solista) y los hermanos José Alfredo «Joselo» Rangel Arroyo (guitarra, bajo) y Enrique “Quique” Rangel Arroyo (bajo, contrabajo, guitarra) han superado la prueba del tiempo sin apelar a la repetición o a la nostalgia (aunque algo de esto exista inevitablemente). El disco fue premiado en los Grammy Latinos en la categoría de Mejor Álbum de Música Alternativa y que eso pase después de casi 30 años demuestra que aún siguen ampliando fronteras.

Siempre es un placer acudir a un concierto de los Tacvba, sea donde sea. En tiempos de amplias migraciones, una ciudad europea como Madrid, que cobija a miles de latinoamericanos significa para ellos casi como tocar en casa. La Riviera no estaba a reventar, pero los que llenaron la mitad de la sala fueron suficientemente eufóricos y agradecidos, con una mayoría notable de mexicanos y en menor cantidad, colombianos, venezolanos y centroamericanos. Quizá la única asignatura que quedó pendiente, al menos en este concierto, haya sido convocar a más españoles, una circunstancia que pudo deberse al período vacacional de verano y que incluso propició menor cobertura de medios.

El concierto comenzó de gran manera con “Futuro”, quizá el tema más pegadizo de Jei Beibi y que ya de entrada logró sintonizar a todos los presentes. Solo para este tema Albarrán utilizó una máscara de calavera (muy propia del Día de Muertos) y Quique una especie de disfraz de Yeti. Del mismo disco siguieron con la psicodélica y envolvente “Disolviéndonos”, antes de que se produjera la primera explosión de júbilo colectivo con la famosa versión skaseada del tema de Leo Dan, “Como te extraño mi amor”, de aquel sorprendente disco Avalancha de éxitos (1996), del que tocarían otras dos de sus maravillosas adaptaciones.

Cafe Tacvba Cafe TacvbaEl repaso al reciente disco siguió con “Me gusta tu manera”, con su arriesgado experimento rítmico coqueteando con el reggaetón, aunque en directo suena más dosificado. La única mirada al disco Sino (2007) fue con la pegadiza y alegre “Volver a comenzar” –con su parte central ala Flaming Lips-, con un saltarín Albarrán y unos fabulosos teclados de Del Real, muy ochenteros. Luego Albarrán se puso almibarado para anunciar “Olita del altamar”, sin duda una de las mejores canciones de El objeto antes llamado disco (2012), disco del que tampoco escogieron nada más. El single de 2016, “Un par de lugares”, fue un buen momento, una pieza con ecos de Vampire Weekend y quizá por casualidad con el disco del mismo año de la banda venezolana Tomates Fritos. Sirvió para ver al Albarrán más festivo, brincando de un lado a otro del escenario. La pieza fue concatenada con “Puntos cardinales”, del laureado disco Cuatro Caminos (2003), Mejor Álbum Rock/Alternativo Latino en los Grammy 2004 y Mejor Álbum Alternativo en los Grammy Latinos 2004. Ambos fueron cantados con energía por el público.

Cafe Tacvba Cafe TacvbaLa vista al glorioso pasado continuó con “Las flores”, el primero de cinco temas (no estuvo “La Ingrata”) que escogieron de RE (1994), el disco que los puso en el mapa musical de Latinoamérica gracias a la mezcla de punk, heavy metal, funk, grunge, mambo, samba, ska y música norteña, y que sin duda fue un gran punto de inflexión bajo la producción del argentino Gustavo Santaolalla (figura clave en su trayectoria). Con ella se desató la locura colectiva.

Han pasado 25 años de ese disco y la vida de muchos de los presentes es otra totalmente distinta. Por ello quizá en dos oportunidades, Albarrán se refirió con mucho respeto y sentimiento a los compatriotas mexicanos y de países hermanos que eligieron otras tierras para seguir su vida.

La fiesta siguió con “Chilanga Banda” (original de Jaime López junto a José Miguel Aguilera de La Barranca), ese imaginativo funk-rap cantado en la jerga de los barrios de Ciudad de México y que empieza con una especie de trabalenguas –ya clásico-: “ Ya chole, chango chilango / que chafa chamba te chutas / no checa andar de tacuche / y ¡chale! con la charola / tan choncho como una chinche / más chueco que la fayuca / con fusca y con cachiporra / te pasa andar de guarura”.

Siguieron con el enloquecido ska de aroma norteño “El fin de la infancia” de RE, preámbulo para la celebrada versión del grupo chileno Los Tres, “Déjate caer”, que con su groove a lo “Miss You” de los Stones y la divertida coreografía tipo “Boy Band” de los cuatro Tacvbas, fue cantada a todo gañote por la audiencia. Cerraron el set con “La chica banda”, el más antiguo tema de todos los que tocaron con el característico teclado emulando una melódica, perteneciente al homónimo debut de 1992.

El primer encore fue propicio para que Del Real se moviera al frente para cantar “Eres”, uno de los exitazos de Cuatro Caminos. Él mismo con la guitarra acústica y Albarrán abordaron la enigmáticamente romántica “Que no”, del reciente disco, balada que podría recordar a The Verve.

Para cambiar el estado de ánimo, Rubén habló del estado de la humanidad, de la crueldad de los mataderos, de los políticos, del medio ambiente, de los estudiantes desaparecidos, del apoyo a la comunidad LTGB, dio fuera al pueblo de Nicaragua… todo para introducir la fabulosa versión de “No controles” (original de Olé Olé, popularizada en México por el grupo femenino Flans). Sin duda, no puede ocultar su influencia de Red Hot Chili Peppers. Tras el pedido de Rubén para que todos hicieran el amor, volvieron a despedirse con otro clásico de RE, “El baile y el salón”, que casi fue un sing-along de principio a fin.

El segundo regreso tardó un poco más, pero todos estaban seguros que faltaban algunas canciones más. En efecto, los últimos tres temas procedieron de sus dos discos más conocidos. Primero fue la exquisita “Mediodía” y el cierre con dos temas de RE, el bolero “Esa noche” y la guaracha “El puñal y el corazón”.

En un repertorio de veinte canciones el único disco no representado fue el arriesgado Revés/Yo Soy (2000). Fue una noche de celebración. Muchos no veían a Café Tacvba desde hace mucho tiempo o incluso jamás, y ellos retribuyeron con un performance inspirado, apoyado en un impecable sonido, que los mantiene en un estado de eterna juventud.

Juan Carlos Ballesta (Texto y fotos)