Un infarto fulminante se llevó al gran músico y compositor venezolano, que desde lo académico abordó también lo popular de manera singular
La desaparición física del cellista Paul Desenne† (1959 – 2023) el 20 de mayo de 2023, deja un profundo dolor en la comunidad musical, no sólo del mundo académico sino también del predio popular.
Su dilatada obra musical, en especial aquella para conciertos, forma parte de una superlativa herencia que resulta de la fusión de elementos de la música popular latinoamericana con el mundo orquestal europeo y que con frecuencia su autor la teñía de un agrio sentido del humor
Leonardo Bigott
El sello distintivo de Desenne podía evidenciarse ya en su disco Tocatas Galeónicas (1992), obra producida por el sello discográfico independiente Musicarte.
Dicha obra de este músico nacido en Caracas el 7 de diciembre de 1959, aglutina composiciones creadas entre 1981 y 1989 en formatos de quintetos y tríos con títulos tan hilarantes como “Pizzi-Quitiplás”, “Botella al Guaire”, “El Full-chola” y “Pizzi-Guasa Galeónica”
Ese disco fue mi primer contacto con la música de este ilustre caraqueño que formó parte de la Orquesta Juvenil Simón Bolívar y que posteriormente se residenció en Paris once años para desarrollar su carrera musical en el área de la composición en el prestigioso Conservatorio Superior de París donde fue graduado con honores.
Vale destacar que buena parte de sus obras han sido interpretadas por destacadas orquestas alrededor del mundo como I Musici de Montreal, Netherlands Blazers, Orquesta Filarmónica de las Américas, Miami Symphony, Camerata de las Américas, Brooklyn Philarmonic, Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, New Julliard Ensamble, Opera de Lübeck, Boston Classical y la Orquesta Filarmónica de Bogotá, por citar algunas.
Con la Orquesta de la Fundación Mozarteum grabó el maravilloso Concierto para violín (Virginie Robilliard), cuerdas y clavicordio en dos estaciones (tres movimientos cada uno, con nombres muy particulares).
En el año 2000 publicó un fantástico disco junto a Luis Julio Toro y Jaime Martínez, Haydn Tuyero, Chicharras, Galeones -trío para flauta, corno inglés y cello-, un perfecto encuentro entre el clasicismo y el folclore venezolano.
En lo popular, Paul Desenne destacó en importantes grabaciones, entre las cuales cito una genialidad bautizada como Alzheimer, homónimo álbum del trío que conformó con el destacado cellista/bajista Pedro Vásquez y el saxofonista Alonso Toro, en el cual aparecen versiones satirizadas de temas de Lennon-McCartney, Jimi Hendrix y composiciones propias
Este proyecto trajo consigo el programa de radio “Alzheimer Cultural” que por un tiempo se emitió por la Radio del Ateneo FM 100.7 en Caracas, un absoluto despliegue de humor inteligente en tiempos en los que la intolerancia del poder ya era manifiesta.
También hay que mencionar obras como El Puente Sobre el Río Guaire también de Alzheimer; Suite Venezolana con Dalina Ugarte al violín y Alfredo Ovalles al piano; Switched on Tuy, obra de música electrónica junto a Alonso Toro, en homenaje a Walter/Wendy Carlos; Estaciones (2018) del Cuarteto Latinoamericano y Unitas Ensamble; En Voyage (2017) obra para violín y cello con Soh-Hyun Park Altino y Leonardo Altino; Sueños Místicos con Airi Yoshioka al violín; The Latin Project obras latinas para cuartetos de cello con The Boston Cello Quartet interpretando “Bossa do Fim” de Paul Desenne (2014).
Otras maravillas son Nubes Bajas (2013) álbum de música latinoamericana para cello solo con Nicholas Mariscal interpretando la pieza “Jaguar Songs” (2002) de Paul Desenne; Incanto (2013), tema “Rancho Son” pieza para sólo flauta con Ysmael Reyes acompañado por Susan Olenwine al piano; Descubriendo a August Nölck (2011) con Arnaldo Pizzolante al piano y Paul Desenne al cello interpretando temas de Nölck; Suelos (2007) del Cuarteto de Clarinetes de Caracas tocando el tema “Guasa del Borrachito” de Paul Desenne; disco Toro Solo del flautista Luis Julio Toro interpretando el tema “Sonata para Flauta” y del álbum Asimetrix (1993) del grupo Maroa, el tema “La Soledad” de Paul Desenne, por citar algunas.
La infinita lista de obras compuestas y/o interpretadas por él, le hicieron merecedor de la reconocida beca Guggenheim en el año 2009 y al año siguiente la Universidad de Harvard le otorgó el Fellowship del Instituto Radcliffe, lo que significó trabajar en nuevas obras orquestales y operáticas para así profundizar su alto conocimiento musical, hecho que ya se reflejaba en una vasta obra tanto sinfónica como de composiciones para una diversidad de instrumentos que incluyen obras para piano, violín, guitarra, teorbo, cuerdas, vientos… y claro está, el cello.


Todos bajo una variedad de formatos como duetos, tríos, cuartetos, quintetos y otros en los cuales se destilan con frecuencia una ardua búsqueda, un acre humor y una curiosidad insaciable con la música latinoamericana como eje conductor, plasmada en más de 90 obras llenas de complejidad y una gran pasión.
Son muchos los músicos que han expresado su dolor, agradecimiento y admiración ante la repentina partida de Paul, entre ellos la pianista Gabriela Montero y el percusionista Diego “El Negro” Álvarez, con quienes preparaba nuevos inventos.
Paul Desenne falleció de un infarto en la ciudad de Boston.