La agrupación caraqueña comandada por los hermanos Ulises y Tomás García lanzan su esperado debut tras un largo período de preparación
Desensamblados
…Y el rumor de Caracas
NorbeMusic. 2017. Venezuela
Tras un período de varios años presentado su música en diversos escenarios de la capital, la agrupación caraqueña Desensamblados, que funciona actualmente alrededor de los hermanos Ulises (flauta y guitarra) y Tomás García (flauta, bandola llanera, saxo alto, didgeridoo y mandolina), editó finalmente su sorprendente disco debut, grabado cuando todavía eran parte del grupo José Reyes (cuatro) y Joel Rojas (percusión, cajón flamenco).
Desensamblados fue formada en la Universidad Central de Venezuela por estudiantes que previamente se habían conocido en el Conservatorio Pedro Nolasco Colón con la intención de abordar la música venezolana desde una perspectiva universal.
Por ello en este disco coexisten de manera bastante natural diversos ritmos autóctonos con las influencias que provienen de otros países culturalmente cercanos pero también del universo anglosajón.
Ya desde el primer tema “George’s” queda claro ese maridaje, mezclando gaita de tambora con bosa nova. El segundo tema, “Alguien especial”, también compuesto por Tomás García, mezcla la fulía con onda nueva. Luego se adentran en el canto de ordeño con “Claridad de la mañana”, con la siempre fantástica participación de Rafael Pino en la voz.
Uno de los mejores ejemplos del melting pot es “San Rafael Blue’s”, un atrevido joropo mezclado con blues, como si un cultor llanero hubiera absorbido las formas del Delta del Mississippi o el blues eléctrico de Chicago, o quizá un cruce entre El Gabán Tacateño y John Lee Hooker.
“Rayo de odio” es una gaita de furro potente que contrasta con la delicada cadencia de “Jajo”, una mezcla de vals con bolero, con pinceladas de jazz y música arábiga, siendo el tema más extenso.
Otro atrevimiento, con arreglos de Ulises García, es “Joropo Barroco”, un cruce entre un minuet de J.S. Bach y joropo, es decir entre los llanos venezolanos y la Alemania del período barroco, mediando varios siglos.
“Cenizas de alquitrán”, tema de Joel Rojas, es un rock de ritmo quebrado fusionado con tambores de San Millán, siendo uno de los momentos más pegadizos del disco, el cual es seguido por el vals psicodélico “Color de unión”, donde destacan la flauta y la mandolina.
“E Mayor” es un magnífico merengue caraqueño compuesto por el conocido teclista Víctor Morles (quien se encarga de la producción y la grabación de algunos instrumentos en el disco), además de tocar el piano en este tema.
Otro de los maravillosos cocteles que hay en este álbum es “La Fiesta de San Lorenzo”, una mezcla de malagueña oriental, merengue caraqueño y rockabilly. Lo que en principio podría parecer forzado en la práctica resulta en un interesante híbrido. El cierre corresponde a la samba compuesta por Ulises, “La niña del colegio”.
Ilustres personajes como Andrés Barrios (Los Hermanos Naturales, Décimo Nónico, El Taller de los Juglares) se encarga del atractivo arte en el que queda reflejada la convivencia de la tradición con lo urbano, y por supuesto la ciudad que lo cobija.
El diseño es de Enrique “Kike Stone” Álvarez. Hay que destacar la imaginativa forma en que fueron develando la carátula, como un rompecabezas digital, poco a poco.
El disco fue grabado principalmente por Diego Márquez (Zapato 3) mientras la mezcla y masterización fue realizada por Juan Carlos Almao.
Con este trabajo, Desensamblados, inicia su discografía de manera brillante y prometedora.
Juan Carlos Ballesta