Eddy Marcano
Centro Cultural BOD, Caracas
(Septiembre 24, 2017)
El excelso violinista Eddy Marcano nos dio, nuevamente, una muestra de su versatilidad presentando un repertorio delineado con maestría y acompañado de los no menos eximios instrumentistas: David Peña en el contrabajo, Pepe Saglimbeni en el acordeón y Gustavo Carucí en las guitarras. Un considerable retraso resultado de una taquilla agotada preparaba de algún modo a la ansiosa audiencia que expresó con dispersos aplausos, una inquietud controlada. Ya casi golpeando el mediodía, apareció en escena el destacado periodista Roberto Palmitesta quien magistralmente habló de la importancia del músico neoespartano quien pocas semanas atrás nos había presentado su Tarde tinta, un paseo por la música del nuevo continente. Al concluir el fluido y sentido discurso de apertura, tomaron la tarima los mencionados músicos para iniciar con dos temas del inmortal Astor Piazzola, el dramático “Libertango” y “Milonga del ángel”, y uno del dramaturgo brasilero Francisco Lomuto y el bonaerense Antonio Botta, titulado “Si soy así”.
“El choclo”, “Milonga de la anunciación” y “Volver” continuaron la tarde con un público conectado totalmente con los músicos, quienes, además de su maestría, compartieron un poco de humor. Gustavo con su imitación del sonido de una vitrola, David (Zancudo) con su característica espontaneidad y Pepe, aunque con cierta timidez, compartió el origen de algún tema. Hombre de pocas palabras, al menos en escena, pero indubitablemente de una inmensa musicalidad. Y es que hablar de tangos y milongas es hablar de dos géneros musicales y una danza, en el caso del primero, enraizada en elementos afrorrioplatenses y la diversidad de la cultura gauchesca, hispana, africana e italiana. Es una historia fascinante y llena de la misma pasión como la música misma. Igualmente la milonga, bien sea en su forma campera o ciudadana, también es parte de la cultura gauchesca que en manos de estos venezolanos es expresada con igual o mayor maestría amén de ese intrínseco elemento que decanta subliminalmente en lo caribeño y que en las prodigiosas manos de este cuarteto cautiva de inmediato a un público amplio y conocedor, por decir menos, de los clásicos temas. Un ejemplo de ello estuvo precisamente en la interpretación del clásico de Carlos Gardel –el zorzal criollo– y el periodista, dramaturgo y letrista Alfredo Le Pera, “Volver”. El tema fue uno de los grandes momentos del concierto.
Otros tres temas clásicos, “A media luz”, “La cumparsita” y “Oblivion”, continuaron el concierto. El primero es una composición de Edgardo Donato, violinista argentino (1897 – 1963) y Carlos Lenzi (1895 – 1963), poeta, periodista y diplomático uruguayo, una de las más importantes composiciones de ambos. La segunda es otro tango compuesto por el uruguayo Gerardo Matos quien bajo su petición encomendó los arreglos a Roberto Firpo quien a su vez la interpretó públicamente con su orquesta por primera vez. La obra representa, además, el “Alma llanera” de Uruguay, designada bajo una ley aprobada en 1998 por el Poder Legislativo uruguayo. Es tal vez el tango mayor difundido. El cuarteto de Eddy cautivó a la audiencia con esta hermosa versión instrumental. El laureado violinista destacó además la importancia de las transcripciones para violín hechas por Trino Jiménez y José “Layo” Puentes. La última es otro de los clásicos de Astor Piazzola y uno de mis favoritos del autor.
La cálida tarde continuó con “Caminito”, una composición de 1926 hecha por Juan de Dios Filiberto y Gabino Coria Peñaloza. El tema esta inspirado en un pasaje tradicional y callejón museo de relevancia turística y cultural ubicado en Buenos Aires. Sin embargo, la letra de Gabino está inspirada en un sendero de Oita, La Rioja, una de las 23 provincias argentinas. Tras esta pieza y los comentarios breves y oportunos de Eddy Marcano, llegó “Milonga de la puteada” de Esteban Morgado, guitarrista, compositor y arreglista bonaerense fallecido en 1958. “Vagando” del puertorriqueño Francisco Figueroa señalaba ya el final del concierto con otros tres temas antes de la ritualista petición (otra, otra, otra): “Decarísimo” de Piazzola, “Tango para Claudia” del célebre acordeonista francés Richard Galliano y “Uno” de Mariano Mores –compositor argentino– y que recuerdo con especial afecto en versión de El Trabuco Venezolano y su homónimo primer álbum de 1977 pero en modo de bolero. La última del concierto fue otro clásico del repertorio Gardel-Le Pera, “Por una cabeza”, otro álgido instante del concierto.
La eufórica reacción de la bifurcada sala instó a Eddy y su cuarteto a interpretar una milonga de 1943 titulada “Se dice de mí” del director uruguayo Francisco Canaro y letra del poeta argentino Ivo Pelay. Finalmente “Libertango” (reprise).
Eddy Marcano nos había presentado ¡Viva Piazzola! en 2013 y lo hizo en 2014 en el Festival neoyorquino Shall We Tango donde fue ovacionado de pié. Repitió en 2015 y ahora en formato de cuarteto con un repertorio ampliado a otros compositores del género. ¿Qué vendrá ahora? Lo que sea, no dudo un instante, será de alta factura. No puede ser menos con una excelente discografía de 4 títulos a la fecha.
Leonardo Bigott (Texto y fotos)