Inicio Archivo discografico Ágætis byrjun: el fantástico salto internacional de Sigur Rós

Ágætis byrjun: el fantástico salto internacional de Sigur Rós

Sigur Ros - Agaetis Byrjun

El 12 de junio de 1999 fue editado en Islandia, y dos años después en Estados Unidos, el fantástico disco con el trascendió al mundo la banda liderada por Jónsi

Sigur Rós
Ágætis byrjun

Fat Cat. 1999. Islandia

Una de las revelaciones del año 2001, a pesar de ser una banda que venía rodando desde 1994, fue la agrupación Sigur Rós, quienes desde su lejana Islandia habían venido conquistando adeptos en todas partes del mundo.

Con la edición de su compacto Ágætis byrjun en Norteamérica durante 2001, a pesar de ser un trabajo que ya tenía un par de años editado en su natal Islandia, la banda ganó nuevos fans, siendo incluso presentada a fines de 2001 en la serie televisiva de HBO «Reverb», que muestra conciertos en vivo de interesantes agrupaciones con propuestas originales.

Sigur Rós era en ese momento un cuarteto liderado en la voz y la guitarra por Jon Thor Birgisson, mejor conocido como Jónsi, y su música se puede describir como una progresión de intensas atmósferas sonoras, sutilmente orquestadas de manera abierta y vocalizadas frecuentemente en un lenguaje inventado por Jónsi­ que él llama «Hopelandish».

Completaban el cuarteto, Georg Holm en el bajo, Ágúst Ævar Gunnarsson en la batería (que luego de este trabajo sería reemplazado por Orri Pall Dyrason) y el tecladista/guitarrista Kjartan Sveinsson.

Sigur Rós tiene un sonido muy personal, con arreglos orquestales, guitarras sinuosas, sonidos electrónicos, y la sutil voz de Jónsi que por momentos sugiere una vocalista femenina, por su timbre agudo y su frecuente uso del falsete.

Ágætis byrjun contiene nueve temas que nos sugieren una unidad conceptual en el trabajo.




Luego de una corta introducción con sonidos grabados en retroceso y la voz de Jónsi envuelta en efectos de «reverb» muy a lo Spacemen 3, nos encontramos con la primera pieza, «Svefn-G-Englar«, un órgano clásico y un sonido que recuerda el sonar de un submarino marcan los compases, poco a poco las guitarras, distorsionadas y con «feedback», pero colocadas a un nivel sonoro por debajo del resto de los instrumentos, comienzan a sugerir la melodía de la pieza y la batería, tocada con escobillas, marca el ritmo lento de una composición que nos recuerda a las antiguas bandas del sello 4AD como This Mortal Coil o Cocteau Twins.

Starálfur” es la siguiente pieza, con envolventes arreglos de cuerdas que se deslizan alrededor de las guitarras y la voz. A esta sigue una de los puntos más altos del trabajo: «Flugufrelsarinn«, que nos recuerda en algo a Radiohead, con las guitarras sugiriendo un ambiente psicodélico en medio de reberverantes efectos y la voz con timbre un poco más grave que en las piezas anteriores, acentuando la similitud con Thom Yorke y compañía.

A excepción de la pieza final, «Avalon«, el resto de las composiciones supera los seis minutos de duración, dando tiempo al desarrollo de los temas, con efectivos «crescendos» que recuerdan mucho a la banda Godspeed You! Black Emperor.

Un buen ejemplo de esto es «Ny Batterí«, que agrega una sección de metales a la orquestación, la cual va integrándose lentamente con diversos sonidos electrónicos, hacia los cinco minutos entran la batería y el bajo, haciendo progresivamente más fuerte la pieza, pero insertando ocasionales silencios que le dan mayor dramatismo a la interpretación durante los ocho minutos que dura la pieza.




Un piano eléctrico y una armónica abren la siguiente pieza, «Hjartad Hamast«, hasta que la guitarra, fuertemente distorsionada pero sin tapar el resto de los instrumentos, abre camino a la voz. Luego de un par de minutos se suma la batería, impulsando el tempo de la pieza, cargada de imponentes atmósferas a las que se une, luego de unos minutos, la sección de cuerdas.

El romanticismo se impone sobre la competencia deportiva en «Viðrar vel til loftárása«, cuyo vídeo nos presenta al final un beso entre dos adolescentes ante la sorpresa de sus padres. «Olsen Olsen» es un tema de corte triunfal casi épico, mientras que la pieza que da nombre al disco es de las más exquisitas y sosegadas

De esta forma, entre guitarras con «feedback», el consecuente uso de la reverberación, pianos eléctricos y acústicos, secciones de cuerda, instrumentos de viento, flautas, base rí­tmica, acordeón, efectos electrónicos y la muy personal voz de Jónsí­, Ágætis byrjun (título que podemos aproximar como: un nuevo comienzo, o un buen comienzo) nos trae una seductora e intensa propuesta musical desde las lejanas tierras de Reykjavik, que nos hipnotiza y nos transporta a míticos lugares imaginarios.

Gabriel Pérez



¿Interesado en comprar éste u otro disco de Sigur Rós, o merchandising? Como un Afiliado de Amazon, recibimos una comisión  por compras realizadas. Gracias