El cantautor venezolano, hasta hace poco la voz de la banda Buenaparte, presentó su primera producción independiente bajo la producción de Max Martínez y su creador. Es un EP en la onda folk, hecho entre Puerto La Cruz y París. Aunque el músico reside en Francia, no descarta la posibilidad de venir a tocar en su país
Mercedes Sanz @JazzMercedes
«En el camino nos dimos cuenta
Que somos migaja de las estrellas
Un millón de universos caminantes
Formados de infinitas partes»
Es “La misión”, el tema que abre el EP debut de Nelson Castro, Barcelona 1988. El ex vocalista de la agrupación portocruzana Buenaparte decidió unirse al mar de proyectos en solitario y en marzo de 2017 develó esta producción con cinco temas personales que nos hablan del particular mundo del joven cantautor.
“ ‘La misión’ es un intento de responderme una pregunta que creo que todos los humanos nos hemos hecho alguna vez, la famosa interrogante de ¿a qué vinimos nosotros a este mundo? ¿Por qué yo en este cuerpo? ¿Por qué muchas cosas? Mi búsqueda de la respuesta está en esa canción. Pienso que cada cosa, desde una estrella hasta una hormiga, tiene una misión que en realidad es muy simple pero que debemos descubrir cuál es. El Sol debe darnos vida y luz, y en algún momento cuando termine esa misión, entonces va a morir, como el resto de las estrellas del mundo. Lo mismo pienso de mí y de todos los seres», dijo Castro sobre la mencionada canción.
En una onda acústica y una atmósfera que pareciera ser grabado en un entorno doméstico, el EP fue producido, mezclado y masterizado por Max Martínez en Altos Estudios, y cuenta con Rodrigo Vera (guitarra eléctrica, ex Tomates Fritos). Castro tiene mucho que decir sobre su primer trabajo en solitario. Dejemos que cuente más a través de Ladosis.
¿Estando ya en Buenaparte escribiste algunas de las canciones de tu EP debut?
Sí, yo escribía muchos temas para Buenaparte y de un montón seleccionábamos entre todos los mejores. Muchas de esas canciones eran guardadas porque sonaban muy a cantautor y, por supuesto, tenía mucho apego a ellas, así que este EP fue una oportunidad para sacar una de ellas al mundo: “Hotel Penssylvania”. Esa es la única exiliada de BP. Las demás nacieron luego, muy lentamente.
¿Y desde que estabas en el grupo pensabas en algún momento comenzar tu faceta en solitario?
Sí. Aunque amaba lo que hacíamos en Buenaparte, quería explorar, sobre todo a nivel de composición, ese terreno de solista que es siempre más personal y genuino.
¿Esta nueva etapa la inicias viviendo en Puerto La Cruz?
Empecé a componer algunas canciones allá, y luego aquí en París. Entre el año que pasé allá y el que pasó estando en París, antes de grabar el EP, salieron muchas canciones, pero decidí solo publicar cinco para iniciarme en el formato solista, lanzarme a nadar otra vez en el mundo de la música y luego, seguramente, tendré la oportunidad de publicar más álbumes.
¿Te fuiste con propuestas en mente o a probar suerte?
Me fui con un plan bien estructurado que no salió para nada como esperaba (risas). Pero aquí estoy con mi esposa, tratando de hacer una vida en esta ciudad y tratando de meterme en donde pueda con la guitarra.
Dijiste que en Buenaparte das tus pininos como cantautor, pero ¿qué te sedujo a seguir ese camino?
Ya en Buenaparte tenía pensado hacer algo solista como proyecto alternativo, pero no me lo tomaba en serio. Evidentemente, luego que los muchachos y yo nos fuimos de Venezuela, me picaban las manos para componer y tocar, así que me tomé un tiempo para pensar y crear. Luego decidí grabar maquetas y ahí fue naciendo, poco a poco, esto.
¿Cómo hace Nelson Castro una canción?
Bueno, la inspiración es continua, creo que las musas están en todos lados todo el tiempo, y depende de cuán sensible y observador pueda ser uno para usarlas. La gran musa es mi esposa desde que la conozco, pero también particularmente en este EP me atreví a hablar de forma muy sutil de temas más espirituales, como en “La misión”, “Camino” y “Luciérnaga”. Quiero probar. Quiero intentar realmente hablar de cosas que pienso y que no suelo compartir, cosas que para mí son más importantes y profundas de lo que uno encuentra normalmente en la radio o en la mayoría de los discos populares. Pero para esto debo prepararme, cultivarme espiritualmente y mejorar mi manera de transmitirlo, mejorar la canción. En este EP me atreví un poquito, empecé muy sutilmente. La manera de componer siempre varía. Puede ser una tarea que me imponga, como diciéndome: quiero escribir un blues que hable de tal cosa y empiezo. A veces la canción nace como si yo ya la sabía, muy naturalmente. Otras veces solo son pequeñas melodías que se me pegan, las grabo y las guardo, y luego construyo canciones a lo Frankenstein, como “Hotel P”.
“Camino” es un tema cíclico en su contenido.
Sí, es exactamente cíclico. Pienso que es vida y muerte. Hay relatividad en la canción, el final puede ser el comienzo y al revés. Lo que intenté hacer con esta canción fue una especie de historia relatada en la que recuerdo varios momentos en los que yo le decía a una persona «¡Oye! ¿Recuerdas cuando el mundo se estaba acabando? Tú me dijiste que la vida tenía un solo camino y que si las personas saben que estamos todos en ese mismo camino, entonces muchas cosas se van a solucionar, porque todos estamos conectados a una misma fuente y todos vamos llegar a ese mismo final o al comienzo. En realidad explicar todo esto me parece muy difícil. No tengo la sabiduría para hablar de esto. Entonces hacer una canción para mí es la manera más sencilla de decir estas cosas al mundo.
“Luciérnaga” dice: «Qué luz la de tu vuelo…Yo solo oigo llantos, la banda está de duelo».
En esta canción le digo a mi esposa que ella es luz. Siempre le digo que es mi luz. Me encantó hacer la alegoría de la luciérnaga. Me encanta el hecho de que las luciérnagas solo se ven de noche. En la oscuridad es cuando ellas muestran su luz, o mejor dicho es cuando uno puede verlas. Una vez alguien me dijo que los momentos más oscuros son muy buenos porque, en realidad, es cuando más uno se da cuenta de cuánta luz puede dar una persona, de quiénes son los que dan luz. Es por eso que el escenario de la canción es oscuro, hay bandas en duelo, no hay música, hay llantos, hay guerras y ahí es cuando ella aparece, toda pequeña, delicada y silenciosa, pero es la única luz.
“Hotel Pennsylvania” es de los mejores temas. Musicalmente es una pieza folk country. ¿En qué pensabas cuando la escribiste?
Esto fue lo que dejó Nueva York en mí, una vez que estuve allí de visita. Todo este ambiente citadino, callejero y de jazz. Fue en esta ciudad donde empecé a interesarme en Louis Armstrong y Ella Fitzgerald. Entonces utilicé como musa el hotel donde me hospedaba. Era muy fantasmal y viejo, y a mí esas cosas me fascinan (risas). Inventé unos fantasmas todos melancólicos atrapados en ese hotel, y agregué una pequeña posibilidad de morir ahí por amor o desamor, y formar parte de ellos.
Finalmente, ¿por qué “Ven” para cerrar?
Es la canción más reciente que hice. Quería cerrar el disco con el tema más sencillo e íntimo de todos. Es un tema lento, cantado muy suave y apenas con una guitarra. Nació una noche que estaba libre y me senté al lado de mi esposa mientras ella hacía unos trabajos en la laptop. Tenía la musa delante de mí y le escribí directamente a ella. La describí.
¿Hiciste estas composiciones siempre tocando tu guitarra?
Sí, solo pude traerme una guitarra acústica a París, lamentablemente. Entonces estos temas eran muy acústicos. Así que cuando fui a Venezuela a grabar con Max, no quisimos cambiar casi nada.
El disco está hecho entre Puerto La Cruz y París ¿cierto?
Fue compuesto entre Puerto La Cruz y París, grabado solo en Barcelona, Venezuela.
¿Qué le aportó Max Martínez al disco?
Casi todo. Max es increíble. Participó en la selección de canciones. Fue él quien me dijo que no cambiara casi nada en los temas. Todos los instrumentos, que no son mi guitarra, fueron ejecutados por él. También hizo la mezcla y el mastering.
¿Max te cambió alguna idea inicial del EP?
No, para nada.
¿Por qué Barcelona 1988?
Es mi nacimiento (risas). La ciudad y el año. Veo este EP como un nuevo nacimiento, así que le puse esa fecha y esa ciudad. También porque cerca de donde vivo, en el distrito 11, hay una callecita que me hace pensar mucho en el casco colonial de Barcelona. La calle se llama Rue Cremieux. Ahí hicimos las fotos para el EP.
Precisamente, la portada eres tú subiendo unos escalones para entrar a esa casa. ¿Tiene que ver con tu nuevo lugar de residencia?
Me gusta mucho cuando las personas logran ver esos detalles. Te agradezco que lo hayas visto (risas). Esa casa es la 19, y yo solo le agregué el 88 para hacer 1988. Quise representar mi nueva casa, París, mi nuevo yo aquí; pero también dejar claro que soy el Nelson de Barcelona.
¿Qué tiempo te llevó hacer este disco?
Grabarlo solo me llevó un día. Fue muy simple. Luego la parte gráfica la hice junto a mi esposa aquí en una semana. Todo esto fue como un mes. Decidirme a grabarlo sí me tomó dos años (risas).
¿Qué es para ti este trabajo discográfico?
Un nuevo comienzo, un cúmulo de identidad, un exilio no precisamente malo, sino precioso.
¿Sientes que hay referencias de otros músicos en Barcelona 1988?
Estuve escuchando mucho a Elliot Smith mientras componía las últimas canciones y le dije a Max: Quiero hacer eso que hace Elliot con las voces, como una doble voz muy pronunciada, sobre todo para la canción “Ven”. Y Max me hizo caso.
¿Proyectos para este año?
Ahora mismo quiero explorar el mercado aquí en Francia y España. No hay nada concreto, pero quiero empezar a mirar cada sala de conciertos, café y bar de París y Madrid donde me dejen entrar a tocar. Esa es la idea de este año. Y si regreso a Venezuela, por supuesto me encantaría tocar allá. Espero que pronto las cosas se solucionen en Venezuela para poder ir a hacer eso. Desde aquí estoy muy conmovido y tocado por todo lo que veo y leo. Quiero terminar enviándoles a todos mucha fuerza y resistencia. No se rindan, el mundo entero está viendo y está quedando en evidencia quiénes son los héroes en esta historia tan oscura de Venezuela. Quiero regresar y cantar sobre todo lo que pasa y lo grande que son ustedes, los valientes que siguen allá.