El 25 de julio de 1970, fue publicado el quinto y más exitoso disco del legendario cuarteto californiano liderado por John Fogerty
Creedence Clearwater Revival
Cosmo’s Factory
Fantasy. 1970. EE UU
CCR fue una banda de rock que se originó en El Cerrito, California, Estados Unidos, cuando cuatro amigos que tocaban desde 1959 en un grupo llamado The Blue Velvet y luego The Golliwogs, decidieran continuar bajo el raro nombre de Creedence Clearwater Revival.
Estos cuatro amigos con un cierto “nerdy look” comenzaron a tocar blues, rock y country, regodeándose además con un poco de algo llamado “swamp rock” y “southern rock”, ambos estilos con elementos distintivos de esas regiones de Norteamérica.
Estos chicos con aires de sociólogos, físicos y matemáticos, eran los hermanos Tom Fogerty (†) (guitarra rítmica) y John Fogerty (voz/guitarra líder y principal letrista) quienes optaron por unir sus talentos a la sección rítmica de Stu Cook (bajista) y Doug Clifford (batería).
Ya en Ladosis hemos contado las historias de Bayou Country, Green River y Willy and the Poor Boys, los cuales fueron lanzados en 1969, año del emblemático e insuperable concierto Woodstock en el cual participó la banda.
Pese a su breve vida que abarcó los años 1967 al 1972, CCR dejó varias gemas de lo que hoy llamamos “classic rock”. El estilo del grupo también estuvo caracterizado por letras con un contenido social que reflejaba algunos hechos relevantes de la época.
Así llegaba CCR a su quinto álbum, con un set de once temas grabados por el experto Russ Gary con John Fogerty a cargo de los arreglos y la producción. Cosmo’s Factory se presenta envuelto en una divertida portada, que no describiré para no quitarle el encanto de un minuto de locura, obra de Bob Fogerty, hermano de John y Tom.
Las 11 canciones de Cosmo’s Factory
“Hay barro en el agua, cucarachas en el sótano, insectos en el azúcar, hipoteca en la casa, hipoteca en la casa…” Los versos corresponden a “Ramble Tamble” (Divagar) que abre el álbum con un intro teñido de rockabilly y country rock y la ronca y distintiva voz de John Fogerty.
El prolongado segmento instrumental después de los versos nos muestra a un CCR con mayores ambiciones. Cierra el tema repitiendo el motivo inicial y algunas variaciones antes de la última estrofa final con una suerte de coda.
CCR amplía su sentido de estructura a lo largo de poco más de siete minutos para luego dar paso al clásico blues de Bo Diddley “Before You Accuse Me” que recordamos también en versión “unplugged” de Eric Clapton.
“Antes de acusarme, mírate a ti mismo, dices que he gastado mi dinero en otras mujeres pero tú has huido con otro”, nos recuerda John esta vez. Escuchamos acá un discreto piano y un buen solo de guitarra también en las manos de John.
La primera tríada cierra con un pegadizo rocanrol con deudas a Little Richard llamado “Travelin’ Band”, en el cual John pone mano al saxofón. Luego CCR mantiene el mismo espíritu rockabilly con el tema “Ooby Dooby”, original de Wade Moore y Dick Penner donde John dice a una chica: “Oye nena, salta hacia acá cuando hagas el Ooby Dooby, yo estaré allí…” John, más romanticón y apegado al ritmo, se distancia de lo social.
El set del primer lado lo cierran dos composiciones de John llamadas “Lookin’ Out My Back Door” y “Run Through The Jungle”.
En la primera John nos cuenta: “Llegué a casa desde Illinois, cerré la puerta principal, ¡oh, Dios! Debo sentarme y descansar en el porche, me asalta mi imaginación y de pronto estoy cantando, doo doo doo, cuidando mi puerta trasera…”
En los versos se deja colar cierta fantasía abierta a la interpretación y musicalmente los CCR nos ofrecen un poquito de country. En ella destaca el solo de John y un interesante cambio en el tempo.
En la segunda John corre a través de la selva: “!Guao! creí que era una pesadilla, Señor fue tan real, me dijeron que no caminara lento, el diablo anda suelto, es mejor que corra hacia la selva…. Creí retumbar mi nombre…”
El tema es uno de mis favoritos junto a “Travelin’ Band”. CCR nos regala un poco de blues y un solo de armónica.
El lado B inicia con uno de los clásicos de CCR, “Up Around The Bend”.
“Hay un lugar más adelante y voy tan rápido como puedo, márchate, márchate, si vas deja el barco hundiéndose atrás, ven al viento que se alza vamos hacia la esquina…” Además de ser uno de los éxitos del grupo, es rítmicamente pegadizo.
Una vez más John estimula nuestro imaginario antes de cederle espacio al triste desenlace amoroso en “My Baby Left Me” de Arthur Crudup. “Sí, mi chica me dejó, no dijo palabra alguna, ¿fue algo que hice?, ¿algo que escuchó? Sabe que mi chica me dejó, sí me dejó sin decir palabra alguna…”
Hay muchas sutilezas en los versos de John y una muestra de ellas está en la magnífica “Who’ll Stop the Rain” que inicia con la estrofa: “Tanto como recuerdo, la lluvia ha estado cayendo, nubes misteriosas torrenciales, confusión en el suelo… Buen hombre a lo largo de los años, intentando encontrar al sol, y me pregunto, aún me pregunto ¿Quién detendrá la lluvia?
La melodía nos atrapa y arroja a una suerte de limbo entre versos y música, tras los cuales CCR nos ofrece una respetable y extensa versión del clásico tema R&B de Norman Whitfield y Barrett Strong “I Heard It Through the Grapevine” (Lo escuché a través de la vid): “Se dé un hombre que supuestamente no llora, pero esas lágrimas no puede dejarlas adentro, perderte acabaría con mi vida, verás… porque tú significas mucho para mí, tú podías haberme dicho que amabas a otro hombre, pero en lugar de eso, lo escuché a través de la vid, dentro de poco ya no serás mía, lo escuché…”
Esta pieza, en una versión más corta, es uno de los sencillos junto a “Travelin’ Band”, “Up Around The Bend”, “Lookin’ Out My Back Door”, “Run Through The Jungle” y “Who’ll Stop The Rain”.
CCR cierra con la triste “Long As I Can See The Light”, con melancólico solo de saxo del versátil John Fogerty, en la cual un personaje nos hace saber que a pesar de su partida, regresará pronto a casa y para ello nos pide colocar una vela en la ventana.
Se hace difícil no pensar en la guerra de Vietnam y el soldado que a ella va con la esperanza de volver sano y salvo. Para el momento de nuestro homenajeado disco, el conflicto entre Vietnam del Norte y Estados Unidos seguía en desarrollo, culminando el 30 de abril de 1975.
La canción “Run Through The Jungle” también refleja el histórico hecho.
Aún en 2020, 50 años después, Cosmo’s Factory permanece entre los álbumes más importantes de la historia del rock. Solo en 1970 logró la venta de 500.000 unidades para un total de 4 millones en los 20 años siguientes.
El curioso título (La Fábrica de Cosmo) es el nombre de un galpón donde la banda ensayaba y al cual el baterista Doug “Cosmos” Clifford llamaba “The Factory”, lugar donde John frecuentemente convocaba al grupo con ese fin.
Leonardo Bigott