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El viaje mántrico de Florian Fricke, el genio tras Popol Vuh

Popol Vuh

El 26 de diciembre de 2001 se cerró uno de los más importantes capítulos de la música contemporánea. La muerte del músico alemán Florian Fricke enmudeció a la vasta legión de seguidores que Popol Vuh, la agrupación que formó a fines de los años 60 y lideró a lo largo de varias décadas. Un inesperado viaje.

Juan Carlos Ballesta

Florian Fricke junto a Popol Vuh, quizás sin proponérselo, ayudó a consolidar una corriente musical bautizada años más tarde como “world music”, que tuvo su apogeo durante los años 80 y 90. La mezcla de sonoridades orientales, especialmente de India, con el folk europeo, la música electrónica cósmica, la psicodelia y la música coral, hizo que Popol Vuh se erigiera como la agrupación alemana más importante del género durante los años 70, influyendo grandemente en otros músicos alemanes como Stephan Micus y Deuter.

La música de Popol Vuh alcanzó niveles de hipnotismo y misticismo poco comunes, una de las razones para que el cineasta Werneg Herzog se sintiera seducido, acudiendo reiteradamente a Fricke para musicalizar lo que en perspectiva permanece como lo mejor de su inquietante filmografía: Aguirre (1975), Herz aus Glas (1977), Nosferatu (1978) y Fitzcarraldo (1982).

El génesis de Popol Vuh

El origen musical de Popol Vuh, nombre tomado del libro sagrado de los mayas, poco tiene que ver con su trayectoria más conocida. Los dos primeros discos, Affenstunde (1970) e In Den Garten Pharaohs (1971), meditativos y espaciales, posicionaron a la banda entre la vanguardia de llamada “kosmische musik”, una corriente dominada por agrupaciones de marcada tendencia electrónica, psicodélica y cósmica, entre ellas Tangerine Dream, Kluster, Ash Ra Temple, Agitation Free y Kraftwerk.

Sin embargo, en 1973 Florian Fricke experimentó un revelador aunque extraño renacimiento religioso, compartiendo el hinduismo y el cristianismo. En ese momento desechó los sintetizadores en favor de pianos, guitarras, cítaras, tablas, percusión y voces, cambiando completamente la formación.

Con la inclusión de la japonesa Djong Yun (vocal principal), Conny Veit (guitarra) y Robert Eliscu (oboe) se editó Hosianna Mantra (1972), un trabajo igualmente meditativo pero de cadencias netamente acústicas.

A partir de este momento Popol Vuh cabalgó sobre sonidos de inspiración milenaria, lánguidos y en ocasiones misteriosos. En aquel año 1973 fue editado también Seligspreisung, con la adición del percusionista/guitarrista Daniel Fichelscher, de la legendaria banda Amon Düül II, quién con su especial predilección por el sonido tímbrico de platillos y sus excelentes arreglos, contribuyó a consolidar a Popol Vuh.

Juntos, ayudados por algunos músicos ocasionales, depuraron el sonido envolvente y místico de la banda, produciendo sucesivos álbumes de exquisito misterio, a medio camino entre la música de India, las polifonías y la psicodelia folk: Einsjager und Siebenjager (1975), Das Hohelied Salomos (1975), Letzte Tage Letze Nachte (1976), Yoga (1977), Bruder der Schattens-Sohne der Lichts (1978) y Die Nacht der Seele-Tantric Songs (1979), además de las bandas sonoras creadas para Herzog.

El fértil periodo de los años 70 tuvo dos coletazos durante los primeros años 80: Sei Still, Wisse Ich Bin (1981), de densas y oscuras atmósferas corales, el más variado Agape Agape (1983), Spirit of Peace (1985) y otra banda sonora de Herzog, Cobra Verde (1987), entrando en una pequeña pausa hasta la aparición de For You and Me (1991).

Sorprendentemente, Fricke retornó con City Raga (1995) y Shepperd´s Symphony (1997), sorpresivos acercamientos a la música techno gracias a la inclusión del nuevo integrante Guido Hieronymus en los teclados.

Para un momento en que había nacido en Londres el llamado “Asian Underground” teñido de electrónica y sonidos de India y Pakistan, Popol Vuh supo reinventarse.

El vigésimo y último documento discográfico de Popol Vuh fue Missa de Orfeo (1999), grabado en el Laberinto de Molfetta en Bari, Italia, durante el Time Zones Festival en 1998, cerrando de manera magistral el siglo y el ciclo de uno de los capítulos mas importantes de la música de nuestro tiempo.

Muchos consideran a Popol Vuh, con justicia, los pioneros del Raga-Rock y del acercamiento musical entre Europa e India. Florian Fricke se fue, pero su legado musical junto a Popol Vuh nos seguirá proporcionando intensos viajes hacia nuestro espacio interior.