Inicio Ahi estuvimos La emotiva despedida temporal de Laura Guevara (CC BOD) (Marzo 24, 2017)

La emotiva despedida temporal de Laura Guevara (CC BOD) (Marzo 24, 2017)

Laura Guevara

Laura Guevara

Centro Cultural BOD, Caracas

(Marzo 24, 2017)

 

La cada vez más admirada y seguida cantautora caraqueña anunció este show como algo especial previo a su inminente aventura internacional. Y realmente fue un concierto diferente. A casi un año del ambicioso montaje con el que lanzó su homónimo disco debut en estudio, esta presentación sirvió para constatar cómo ha crecido en el gusto ya no solo de su generación sino también en un público más adulto. Con las dos salas del conocido teatro en forma de L repletas de una audiencia participativa y entregada, Laura se mostró sumamente conversadora, más que de costumbre.

Ataviada con un elegante vestido largo, Laura salió al escenario acompañada de David “Zancudo” Peña (contrabajo), Gustavo Medina (guitarra eléctrica, coros), José “Tipo” Núñez (batería. coros) y Zarik Medina (teclados, coro) y rápidamente abrió fuego con “Tiempo de escape”, uno de los más pegadizos temas del disco. Tras un breve saludo, interpretaron el clásico “Frenesí”, original del mexicano Alberto Domínguez Borrás y que ha sido versionado por decenas de cantantes a través del tiempo. Es una canción que sonó familiar a la gran mayoría de los presentes. No pasó igual con la versión de “Acidito” del compositor larense Adelis Freitez, que Laura reconoció era difícil por ser un merengue venezolano con un tempo complicado de 5×8. Aprovechó también para, por primera vez en la noche, enfatizar el valor de los artistas venezolanos y el apoyo que deben merecer. “Todo se lo debo a mi país”, dijo. Entre ambas canciones Laura confesó “he estado llorando todo el día. Me toca internacionalizar mi música y les juro que voy a hacer mi máximo esfuerzo para dejar el nombre de mi país en alto. Voy a pasear por las canciones que han marcado mi vida”

Tras el comentario se podía prever que el repertorio iba a contener una buena cantidad de versiones entrelazadas con las de su autoría. Y así fue. Siguió con su canción “Tú”, quizá la más sosegada de su repertorio que sin embargo en la parte final explota, la cual fue seguida por la magnífica “El constructor”, que anunció como “un tema que muchos conocieron a través de un comercial”. Buena parte de los presentes la cantaron con cierta timidez.

Antes de sentarse al piano acústico, explicó que la canción que tocaría fue compuesta para “una pedida de mano” que el amigo (Alejandro) de una amiga suya (Ida Febres) le hizo a su novia (Gaby). La pareja, presente en la sala con su familia, ese mismo día se había casado por lo civil.

Laura se mostró muy emotiva. También estaba eufórica y deseó en voz alta poder ser inspiradora y ejemplo para muchas mujeres que quieran ser líderes. A continuación invitó a la cellista Ana Elba para interpretar solo con cello y cuatro eléctrico un poema escrito en un viaje a Venecia. Luego, a dúo con David Peña (a quien aprovechó a presentar como “el Zancudo” y miembro de Ensamble Gurrufío), interpretó la sentida “Tonada de Luna Llena” de Simón Díaz, la primera de tres versiones del compositor llanero.

El siguiente invitado fue Jhoabeat a quien hemos visto junto a diversos artistas, desde Gerry Weil a Rock and MAU. Para aquellos que no lo conocían la sorpresa fue mayúscula. Ya se ha convertido en un excelente showman, apoyado en su increíble habilidad vocal para imitar instrumentos de percusión, ritmos hip hop y cualquier cosa. Tras unos minutos solo, permanece en tarima para acompañar a Laura (quien aprovechó para cambiarse), con cada músico asumiendo una voz en la versión de “Arbolito sabanero”, otra del tío Simón.

Hace cuatro años Laura abrió su concierto en el Primer Festival de Cantautores (Generación siglo 21) que organizamos en la misma sala con un tema de estreno llamado “Agua”, sentada en el piso rodeada de percusión menor y luces tenues. Desde entonces el tema evolucionó y lo convirtió en una metáfora sobre lo que significa la suma de gotas (esfuerzos) individuales que juntas pueden convertirse en río o en un mar. Con esa premisa invita al público a realizar sonidos y así ir sumando, mientras ella canta “ojalá llegué el agua”. Cuando el crescendo llega a su clímax, el tema termina.

Tras unas palabras sobre lo importante que es que la gente, a pesar de las dificultades, siga apoyando los espectáculos, Laura pasa entonces a sentarse frente al piano y presentar “Late”, la canción de su primer videoclip, dirigido por Pedro Mercado, presente en la sala.

“Más feliz”, el otro éxito con videoclip del propio Mercado, fue un momento especialmente relevante. Sobré el contenido de la letra Laura explicó que muchas veces es mejor dejar ir y terminar una relación tóxica para darle cabida a una nueva y mejor. La participación de Zarik Medina en la voz fue adecuada.

Una sorpresa fue la aparición de la bailaora Gabriela Alfonso para realizar un estupendo performance en “Ojos malignos”, canción original de Juan Francisco Pichardo y Soledad Bravo. Al final le cantaron el cumpleaños. Luego de ello Laura agradeció a sus músicos, al BOD, a los aliados y patrocinantes, para entonces anunciar el último tema, “Fuego”, en versión más corta que en otras oportunidades.

Como era de esperarse, la gente pidió otra y ella complació. Pero en lugar de tocar una canción del disco, la escogencia fue “Superbloque”, de Hugo Blanco y Simón Díaz, una manera festiva de poner punto final al show y una etapa en Venezuela que la situó como la cantautora más popular de las nuevas generaciones.

Bueno es decir que nos hubiera gustado escuchar nuevas composiciones (no solo una corta), tras unos años tocando el mismo repertorio. Es quizá nuestra única observación en este punto de inflexión en que Laura emprende un necesario vuelo hacia otras latitudes.

El show dejó al público complacido. Al final la artista y sus músicos compartieron un brindis con la gente, demostrando una especial cercanía con su público.

Laura Guevara, aunque no lo haya querido manifestar de esa manera, pronto se une a la diáspora musical venezolana, de la cual hay una parte muy representativa en México. Ahora emprenderá un nuevo reto, poniendo un techo más alto. Estamos seguros le irá muy bien porque talento, actitud, capacidad de trabajo y buenas canciones, le sobran.

Juan Carlos Ballesta