Con La Lucha el cuarteto caraqueño afincado en México completa su trilogía de discos iniciales, incluyendo elementos tradicionales y reflexiones sociales
La Vida Bohème
La Lucha
Nacional Records. 2017. Venezuela
El tercer disco de la banda caraqueña es, a todas luces, un trabajo maduro, intenso, honesto y temáticamente duro y consecuente con sus orígenes.
Representa el cierre de la trilogía que comenzó con Nuestra (2010) y siguió con Será (2013), que fue premiado con el Grammy Latino como Mejor Álbum Rock.
Juntos conforman la frase Nuestra-Será-La Lucha, lo que demuestra el interesante y comprometido manejo conceptual de su propuesta.
Quizá no todos puedan de inmediato reconocer de donde proviene la esencia existencial de su contenido, una mezcla de nostalgia, crítica, angustia y desarraigo, por ello el disco engancha a la mayoría primero por la fantástica música y la soberbia producción de Eduardo Cabra (Visitante de Calle 13).
Fue grabado en Puerto Rico en marzo de 2016 en los Estudios La Casa del Somberto, luego mezclado por el venezolano Leonel Carmona.
La banda repitió su exitoso equipo de trabajo, conformado por talento venezolano: Basil Foucher (fotografías), Pablo Iranzo (ilustración, diseño y tipografía) y Roberi Parra (diseño de vestuario).
Si bien Henry D’Arthenay (voz principal, guitarra, secuencias), Daniel De Sousa (guitarra, coros), Sebastián Ayala (batería, coros) y Rafael Medina (bajo, coros), decidieron en 2014 radicarse en México, sus corazones siguen en Venezuela.
Para enfatizar esa preocupación por la situación venezolana la puerta de entrada a este álbum es el tema “‘Você” y el extraordinario video dirigido por Johan Verhook, auténtico retrato esperanzador y al mismo tiempo desgarrador.
Al respecto Henry D’Arthenay declaró: “La canción es acerca de ti y de mí, de toda la belleza, frustración, negación y esperanza (a falta de mejores certezas) en la que nadamos en nuestra trivial, milagrosa, irrelevante y relevante existencia. Se llama ‘Você’ porque eres tú quién escoge qué camino tomarás”.
El tema viene precedido por “La Lucha”, una sorprendente introducción del ex presidente uruguayo Pepe Mujica, en la que reflexiona sobre su lucha:
“Mi lucha más dura ha sido conmigo mismo/ Vivir, lo más cerca posible de lo que pienso/ La vida es hermosa; es hermosa, con sus contrariedades/ Yo que pienso que estar vivo es un milagro/ ¿Qué es vivir la vida?/ Es hacer lo que hacen los pájaros que cantan cada mañana cuando sale el Sol/ Una cosa es sencilla sino lográs la felicidad con poco, no te comas la pastilla que no lo vas a lograr con mucho”.
Uno de los puntos álgidos del disco es “Lejos”, un grito nómada con poderosa base electro pop que refleja ese sentimiento de melancolía, una especie de estado mental que D’Arthenay ha manejado durante toda la carrera de la banda, ya que por varios años estuvo estudiando en España y ahora, por circunstancias obligantes, de nuevo ha tenido que irse de Venezuela, esta vez con sus compañeros de banda. Por ello es muy elocuente la letra: “¿Qué estoy haciendo aquí?
Pagando para vivir
Escogiendo sin opción
Lejos de donde nací
Escaparme de mí
Alejarme de ti
Una lejana canción
Sigue llamándome
Sigue llamándome”
“El milagro del sur”, es una canción densa, reflexiva, en la que aparecen nombres como el de Bassil Da Costa, asesinado durante las protestas caraqueñas de 2014.
Entonces surge el cuatro que inicia “Eliseo”, con su ritmo a lo Vampire Weekend, y una letra algo críptica. “Pupitre en fuego” es uno de los temas más “alegres” del álbum, con el pegadizo coro “Allez Allez Allez” y la contundente batería de Ayala.
El tema se fusiona con “La Luna y el Sol”, una especie de interludio entre la primera y segunda mitad del disco, que da paso a la estupenda “Mi Mar Mi Nada”, en la que destaca la guitarra de Daniel De Sousa y la muralla sónica. En ella D’Arthenay, con su característica manera de embutir los versos en poco tiempo, nos canta:
“Perdido como un avión
Me siento viejo y no lo soy
Suena el teléfono
Suena el teléfono
Suena el teléfono ahorcándome sin un cordón
**
Una fantasma ilusión
Una cadena al corazón
Gritaba mi teléfono
Gritaba mi teléfono
Gritaba mi teléfono buscándome y no me encontró”
“Los heridos” maneja el concepto de las diferencias dentro de una misma sociedad. Rítmica y melódicamente es una canción festiva, que sin embargo se mueve en esa dicotomía del amor-odio, alegría-melancolía, que domina el disco. Canta Henry:
“A todo lado que voy
Veo ciudades divididas
Que si el norte odia al sur
O que si el este odia al oeste
Mi gente no se lleva
Y podría ser diferente
**
A todo lado que voy
Veo ciudades destruidas
Con rencor miro el pasado
Y vivo el presente
Mi gente no se lleva
Y yo no soy tan diferente
**
Arriba, arriba, arriba…”
Las dos siguientes canciones se enmarcan en el espíritu post punk y dance rock de sus comienzos. “No contaba con eso” y “La Purga” posee una gran fuerza rítmica y guitarrera que contagia inevitablemente.
“La respuesta”, con voces de niños con varios acentos, en inglés y español, probablemente sea un homenaje a la etapa de inocencia en la que se forma cada persona.
El cierre con “Domingo”, refleja las influencias absorbidas junto al proyecto Rock and MAU, que ya habían aflorado en Será. El cuatro repetitivo se funde con las atmósferas de guitarra, hasta que en el tramo final la canción se transforma en una especie de gaita de tambora eléctrica.
Con ella se completan 44 minutos de gran impacto que reafirman a La Vida Bohème como uno de los grupos latinoamericanos más relevantes de estos tiempos.
Juan Carlos Ballesta
El disco puede ser descargado gratis de la página www.yosoylavidaboheme.com