Prisca Dávila y Marieva Dávila
Travesía – Canciones de Latinoamérica
Independiente. 2017. Venezuela
El éxito de las hermanas Dávila, Prisca y Marieva, es el resultado de la constancia y el tesón por el trabajo refinado y delineado con buen gusto y con un alto nivel interpretativo que reflejan años de estudios y dedicación a la investigación de la gran diversidad de géneros musicales a lo largo y ancho, no sólo de Venezuela, sino también de Latinoamérica.
El gran atractivo que representa la vasta variedad de estilos de nuestro continente ha sido adoptado por El Cuarteto de Clarinete de Caracas con Suelos (2007), Huáscar Barradas con Latineando (2006) y ahora Prisca y Marieva con su lenguaje pianístico nos ofrecen un tour de force que inicia con un tango clásico compuesto por Carlos Gardel y Alfredo Le Pera, “El día que me quieras”. Acá inicia con un robusto acorde que marca el tiempo en un interesante intro con elementos contemporáneos antes de presentar con excelsa dulzura el tema principal. Interpretado a cuatro manos, este clásico del género argentino por excelencia nos ofrece también visos de jazz y un sutil final. Así comenzamos esta Travesía por el continente.
Los siguientes tres temas incluyen “Estoy aquí”, compuesto por Prisca; “Samba de verao”, un bossanova clásico de 1964 compuesto por Marcos Valle; y “Subversivos” de Marieva. El primero del trío pertenece al segundo álbum de Prisca con una adaptación que excluye el vibráfono y da paso al saxo de Eduardo Dávila y a los coros donde participa el compositor Alejandro Zavala. La voz de Prisca es cálida y acogedora. En el segundo, Marieva toma la voz en portugués del clásico brasilero cuya letra en este idioma es original de Paulo Sergio Valle. El último de la terna es un clamor por la tolerancia de la autora, quien acertadamente nos dice que “subversivos son los gestos de amor en sociedades corrompidas…”. El sencillo y sentido solo de Gabriel Dávila le añade un delicado toque al tema.
El siguiente trío de canciones inicia con una ranchera de José Alfredo Jiménez en la voz de Marieva acompañada por uno de los más relevantes guitarristas de flamenco del país, Leonte Ortega. Marieva nos abraza con dulzura mientras nos dice “…pero callé tu boca con mis versos, y así pasaron muchas, muchas horas”. El romántico verso es seguido de un hermoso solo de Leonte. El álbum continúa con “Bulerieva”, una bluería por soleá donde le acompañan Goyo Reyna en el cante, Leonte una vez más en la guitarra y Luisana Ocque (La Polaca) haciendo la escobilla (baile). El interesante tema es la viva expresión de uno de los géneros favoritos de Marieva quien además es bailaora.
Hace algunos meses Prisca dio a luz a su hermoso hijo Diego Eduardo. A él va dedicado este punto medio del álbum a modo de impromptu, titulado “Nueve meses”. El solo de piano muestra una faceta interesante de la pianista que ha estado caracterizada por otras formas de experimentación dentro de lo tradicional venezolano como han sido “Pikirillo” y su versión de “Setoconao”. A este tema le sigue el clásico de la cantante peruana María Isabel Granda, mejor conocida como Chabuca Granda. Prisca transforma la original mezcla de vals y ritmos afroperuanos en un lenguaje más jazzístico. Su voz, oscilante, cadenciosa. En el siguiente tema Prisca se reinventa con un tango de su autoría a solo piano. La puntuada rítmica y el clásico ataque se entremezclan con dulces pasajes. El tema inicial, como ha de ser, se repite una y otra vez pero es entre una y otra donde Prisca nos sorprende. Interesante el riesgo que asume la compositora.
No podía faltar un bolero dentro del repertorio que conforma este álbum. “Bolero de la despedida” de José Ángel Buesa y Eduardo Dávila son los responsables de este dolor en el amor. Eric Chacón es el encargado de tocar la flauta y una vez más Alejandro Zavala participa en los coros. El son de Miguel Matamoros, artífice del famoso trío cubano, “Lágrimas negras” toma un tinte aflamencado en la voz de Goyo Reyna quien además toca el cajón, las palmas y los jaleos. Resulta interesante la híbrida interpretación a cuatro manos que hacen Prisca y Marieva. La guinda es el clásico de Dizzy Gillespie, Chano Pozo y Gil Fuller, “Manteca”. Esta versión nos acerca más al elemento afro con la percusión del legendario Gerardo Rosales, tal vez uno de los más subestimados percusionistas de la región pero que sin duda tiene su lugar en la historia de nuestra música. Prisca decrece un poco el tempo y le da un tinte de swing. Gerardo responde con igual mesura en un breve diálogo, dándole un aire diferente a este tema tan versionado.
Travesía le hace honor a su nombre. El recorrido por Argentina, Cuba, España, México, Perú y Venezuela, además de las sutilezas que resultan de la fusión de géneros, hacen de este álbum un ejemplar digno de estar en tu colección. Altamente recomendado.
Leonardo Bigott