Adiós a Malcolm Young
Cuando en 2014 se anunció que Malcolm Young (1953-2017) abandonaba a la legendaria banda australiana AC/DC por motivos de salud, la tristeza se apoderó de millones de fans alrededor del mundo.
No era para menos, su peso dentro de AC/DC siempre fue notable, una presencia indispensable que no se redujo solo a su brutal guitarra rítmica y a las decenas de memorables riffs, sino que fue esencial en las composiciones de casi todos los temas desde 1974, muchas letras y en los coros.
Allá desde el lado derecho del baterista, cerca de sus amplificadores Marshall, cedió en las tarimas el protagonismo al inquieto e hiper quinético Angus, su hermano menor. Eran como el Ying y el Yang, ambos hicieron una dupla memorable que compuso muchos himnos del rock. Malcolm reservado, Angus desatado.
Desde que Malcolm y Angus formaron AC/DC en 1973, estaban predestinados a conformar una dupla histórica. Las influencias del glam rock las desecharon rápido en favor de un sonido contundente con elementos del blues y rudeza guitarrera.
Su hermana Margaret los ayudó a lograr la estética, en especial la de colegiales que al principio adoptaron Angus y el recordado cantante Bon Scott. Ayudados por George Young, hermano mayor, lograron posicionarse como una banda de sonido explosivo, potente e imparablemente contagioso.
Les costó tres discos lograr encumbrarse en el Olimpo de la segunda generación del hard rock. Let There Be Rock editado hace 40 años, en 1977, en plena irrupción del punk, dejó claro hacia dónde apuntaba el sonido de AC/DC.
El sonido de Malcolm
Guitarristas rítmicos hay muchos, miles de miles. Pero son pocos los que logran un sonido distintivo y logran crear riffs imperecederos. El secreto de Malcolm con su técnica fue tocar acordes abiertos a través de una serie de amplificadores Marshall configurados a bajo volumen con poca o ninguna ganancia.
Esto, por supuesto, es contrario a la creencia de muchos guitarristas de rock que tocan envueltos en alto volumen producido por potentes amplificadores. Ambos hermanos siempre usaron Marshall, y en el caso de Malcolm sus favoritos fueron los modelos 1966 JTM45/100 con tubos de potencia KT66 y otro Superbass de finales de los años 60.
Cada uno con dos gabinetes de 4 x 12. El tocaba al lado, como si los mimara, mientras Angus correteaba de un lado a otro del escenario.
Como siempre ocurre, cada músico tiene su modelo de instrumento consentido. En el caso de Malcolm, su guitarra favorita fue la Gretsch Red 1963 modelo Jet Firebird que llegó a el gracias al productor Harry Vanda y su hermano George Young. El la bautizó como “The Beast” (La Bestia), que fue modificando a su antojo. Su aspecto quizá podría recordar más a una guitarra de jazz o blues, he ahí lo interesante.



Los años finales de Malcolm Young
Nunca quedó claro qué enfermedad realmente se le detectó. Muchos hablaron de senilidad, cosa que a los 60 años parece improbable. Otros de Alzheimer, lo cual comenzó a manifestarse cuando olvidaba sus propias canciones. La familia declaró que sufría de demencia. Lo cierto es que el deterioro fue acelerado ya que también fue operado de los pulmones y del corazón.
Nada a partir de aquel anuncio sería igual en AC/DC. La deriva siguió con el retiro del cantante Brian Johnson por problemas auditivos, el baterista Phil Rudd apartado por problemas de diversa índole y finalmente la renuncia del bajista Cliff Williams, apesadumbrado por la ausencia de Malcolm.
El rol de Malcolm lo asumió el sobrino Steve Young, hijo de su hermano Stephen, el mayor de la dinastía Young de ocho hermanos. Pero lo más sorprendente y hasta cierto punto bochornoso fue la inclusión de Axl Rose (Guns N’ Roses), que ante la definitiva imposibilidad de Johnson ha sido anunciado como cantante oficial de AC/DC.
El álbum en estudio #18, Rock or Burst (2014) fue el último grabado por Malcolm con la formación habitual que incluía a Johnson, Rudd, Williams y Angus. En toda su carrera es el más corto, apenas 35 minutos. Ni Rudd ni Malcolm pudieron participar en la gira que siguió su lanzamiento.
El rock echará de menos a Malcolm Young. Tenía solo 64 años y aún muchos riffs por crear. Su inmenso legado será recordarlo por siempre. Eternamente agradecidos.