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Dummy: Portishead y el gran paradigma del trip hop

Portishead

El 22 de agosto de 1994 fue publicado el álbum debut del trío de Bristol, una de las obras más influyentes e inspiradoras de nuestro tiempo

Portishead
Dummy

Go! Disc. 1994. Inglaterra

Ha pasado un cuarto de siglo de la edición de una de las obras capitales de la música pop, fuente de inspiración para centenares de grupos y músicos alrededor del mundo y Dummy (1994), debut del grupo inglés Portishead, sigue manteniendo intacto su poder de seducción.

Cuando Dummy fue publicado, ya Massive Attack había incursionado en terrenos similares, mezclando soul, hip hop, blues y pop. Sin embargo, Portishead amplió la paleta sonora agregando elementos de jazz y música de filmes, además de algunos recursos electrónicos como los samples, el reconocible ruido del scratch de los vinilos y técnicas del turntabilism.

Las composiciones, pinceladas con atmósferas de cabaret, subvirtieron las estructuras convencionales de la música pop con ritmos y formas hasta ese momento muy poco exploradas, con apenas unas vagas referencias a la nigeriana Sade.

La crítica especializada acuñó el término “trip-hop” para tratar de definir un sonido con deudas al hip-hop e inflexiones cercanas al blues. Portishead invitaba al hedonismo.




El impacto de Dummy fue tan inesperado como inmediato, ganando el prestigioso Mercury Music Prize en el cual se enfrentaron, entre otros, a Oasis, Tricky, P.J. Harvey, Supergrass, Van Morrison, Leftfield y Elastica, mientras en Norteamérica nacía un creciente culto que los ayudó a dar una serie de exitosos conciertos.

El origen de Portishead

Portishead fue formada por Geoff Barrow y la cantante Beth Gibbons en el pueblo del cual tomaron su nombre en  Bristol, ciudad que ganó fama como epicentro musical de los años 90.

Barrow poseía una reputación como remezclador y ya había escrito algunas canciones para Neneh Cherry, mientras Gibbons era una voz muy apreciada en los circuitos nocturnos de Bristol por su gran intensidad. Cuando ambos estaban escribiendo canciones, se les unió el guitarrista Adrian Utley, quien venía de tocar con Jazz Passengers.

Antes de editar el famoso debut, incursionaron en el cine con un interesante cortometraje To Kill a Dead Man, un homenaje al cine de espías, cuyos soundtracks han inspirado desde entonces su música.

El impacto de Dummy

Barrow y Gibbons siempre de bajo perfil, se negaban a dar entrevistas. Esta circunstancia fue utilizada por la disquera Go! Discs para promocionarlos a través del uso de los videoclips. “Numb” y “Sour Times” establecieron una estrategia de marketing inusual, proporcionando una imagen sensual y envolvente que ayudó incluso a entrar en rotación de MTV.




Dummy contiene piezas de emotiva belleza como la inolvidable “Glory Box”, que cierra el álbum con el famoso sample de Isaac Hayes; “Mysterons” con el hechizante sonido del Theremin; la apabullante “Wandering Star”, la cálida “Roads”; la rítmicamente poderosa “Strangers” y otras maravillas como “It Could Be Sweet”, “It´s a Fire”, “Biscuit” o “Pedestal” que le cambian la vida a cualquiera.

Este es un trabajo atemporal, un disco para enamorarse, despecharse y volverse a enamorar, siguiendo el eterno ciclo de las emociones.

Juan Carlos Ballesta