La secuela del post punk es eterna. Cuarenta años después de la gran explosión del punk tanto en Europa como Estados Unidos, que en los años siguientes produjo distintas corrientes, siguen naciendo proyectos cuya estética e inspiración provienen de aquel inolvidable período. Una de esos jóvenes y prometedores proyectos es el trío californiano de coldwave Second Still, que visita de nuevo Madrid de la mano de Indypendientes, para presentarse junto a The Underground Youth en Sala El Sol este viernes 7 de junio. Info aquí
Juan Carlos Ballesta
Los californianos Alex Hartman (bajo), Ryan Walker (guitarra) y la china Suki Kwan (voz), conforman Second Still, grupo que tomó su primera forma hace cuatro años. Su debut se produjo en 2016 con un cassette de edición limitada al que titularon Early Forms y que acaba de ser reeditado con material extra por el sello Manic Depression Records. Un año después publicaron el primer y homónimo larga duración, al que siguió el EP Equals en 2018. Con ellos cimentaron su sonido oscuro con deudas a Siouxsie, el primer Cocteau Twins y otros íconos del sonido post punk de atmósferas opresivas.
Su nuevo disco, Violet Phase, editado el pasado mes de mayo por el emblemático sello griego Fabrika, es un paso adelante en su aun corta carrera, con elementos ligados al synth pop y un sonido más depurado.
Con motivo de su inminente concierto en Madrid, conversamos con Suki, la cantante.
¿Cuál es el origen de la banda?
Ryan y Alex se conocieron cuando todavía estaban en la escuela secundaria. Pasaron por muchas iteraciones de su proyecto: psych, garage, etc. Nos reunimos hace cuatro o cinco años a través de un post automatizado en la ciudad de Nueva York. Tenían cientos de canciones. Usamos una o dos de sus canciones, pero terminamos de escribir todo desde el principio para el primer álbum.
Sé que es difícil responder a esto, pero ¿Cómo definirías vuestro sonido?
Es como una cena miserable y socialmente incómoda a la que te auto invitas para poder hablar con la pareja de tus sueños, pero simplemente terminas en una zona apartada.
¿En donde reside el interés de desarrollar ese sonido? ¿Cómo y cuándo os acercasteis a él?
Para Violet Phase nos encerramos durante unos días en una casa en el desierto y una casa en las montañas. Después de que escribimos las ideas, las terminamos en nuestro espacio de ensayo en Los Ángeles. En el momento en que las llevamos a Ben Greenberg para grabar, solo habíamos terminado la mitad, pero él puso sus pequeñas orejas mágicas en ello, y también su cerebro súper genial. También nos dio confianza para asumir algunos riesgos.
Dentro del vasto panorama musical de Los Angeles, ¿cómo encaja Second Still? ¿Está su público primario en LA, otras ciudades de USA o en Europa?
Tenemos oyentes en Los Angeles, Ciudad de México y Berlín, principalmente. No encajamos exactamente en ninguna parte. Somos como los primos raros con los que no quieres compartir tus juguetes.
El sonido tiene íntima relación con algunas propuestas de los 80 como Cocteau Twins en sus inicios, Xmal Deutchland, Annie Clark, Danielle Dax y Siouxsie… ¿Qué tanto hay de pasado y cuánto de presente y futuro en el sonido de Second Still?
Todos me dicen que sueno como Siouxsie, pero yo no la oigo. Supongo que es un cumplido, pero me pregunto qué debo hacer con mi voz para que pueda sonar como Suki. Creo que nuestro nuevo álbum tiene un sonido mucho más actual que el anterior. Quizás regresemos en el siguiente. Seríamos como el Doctor Who.
Las letras siempre resultan esenciales en propuestas de sonido oscuro ¿De dónde viene vuestra inspiración para los textos?
“Mouse”, la primera pista en Violet Phase, trata de drogarse. “Idilio” trata de incendiar tu casa después de que vuelves de la guerra. A veces son historias que invento en mi cabeza, a veces es una metáfora muy oculta de algo que ha sucedido en mi vida y, otras veces, proviene de artículos de periódicos o libros.
¿Cuáles son vuestros intereses más allá de la música?
A mí me gusta escalar, andar en bicicleta y viajar, o ir de campamento. Realmente disfruto del aire libre. También amo comer. La comida es mi otro gran amor además de la música. Normalmente soy la que elige los restaurantes o cafés a los que vamos cuanto estamos de gira. Una mala comida es lo mismo que escuchar música de mierda. Permanece en la punta de tu lengua, se entierra en tu memoria a largo plazo y arruina tu día.
¿Cuáles son los planes de Second Still? ¿En dónde les gustaría presentarse que aun no hayan estado?
Tenemos algunos grandes espectáculos programados en los Estados Unidos para el resto del año, y algo en marcha para Europa del Este en marzo de 2020. Definitivamente volveremos a escribir en el estudio pronto, esta vez con batería en directo.
Realmente espero que podamos tocar en Taiwan o China algún día. Mis padres realmente no saben que yo toco música. Cada vez que lo menciono, se ponen nerviosos porque piensan que «sigo siendo una niña» o seré «financieramente inestable» por el resto de mi vida. Tal vez esto no tenga sentido, pero sigo pensando que si tocamos en Taipei, Shanghai, Hong Kong o Beijing algún día, podré explicarles que estoy bien y que esto me hace feliz. También se sentiría muy bien tocar en los lugares de donde proviene mi familia.
Mi madre tuvo un derrame cerebral hace un año y medio y sobrevivió. Creo que sería hermoso estar de gira en China y llevarla conmigo, a pesar de todos los problemas físicos que aún sufre. No solo nos daría fortaleza, sino también la aceptación que siempre nos ha faltado en nuestra relación.
¿Que preparan para el show en Madrid, tomando en cuenta que estuvieron el año pasado?
¡Tendrás que ir a ver!. Será un espectáculo increíble, eso es seguro.