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Xavier Asali: la perspectiva que da el tiempo

Xavier Asali

El multi instrumentista mexicano Xavier Asali publicó su largamente esperado disco debut, Perspectives, luego de un largo proceso de concepción en el que dio rienda suelta a sus preferencias musicales acompañado de un pequeño y valioso grupo de colaboradores, entre los que se encuentra Rafael González aka Sr. González, quien aprovecha para realizarle una interesante entrevista. La portada fue realizada por el legendario artista Paul Whitehead, autor de dos portadas de Genesis.

Sr. González

 

El rumbo que ha tomado la música contemporánea ha dejado de lado muchos usos y costumbres que los viejos melómanos, sin duda, echan de menos. La simplificación homogénea en la composición de temas, la paulatina desaparición de los formatos físicos y la digitalización de la música en archivos guardados en nubes de algún lugar intangible de la red, sumado a la despersonalización de la obra musical, en la cual ya no importa quien tocó o produjo algún tema, que portada tiene y quien la diseñó, si el tema es parte de alguna obra conceptual o no, la desaparición de sofisticados equipos de audio que nos dejan a expensas de la baja calidad de reproducción con la que se escucha la música hoy, en resumen, las nuevas formas de interactuar con la música dejan a muchos, bastante insatisfechos.

Todo esto ha provocado como contrapeso la aparición y revitalización de prácticas del pasado en una nueva búsqueda de lo perdido. Ejemplo de ello, es el auge actual de viejos formatos como el disco de vinilo después de su aparente desaparición hace tres décadas. Esto también ha creado una nueva generación de escuchas que comienzan a conocer las virtudes y las viejas prácticas de los amantes de la música que los precedieron.

Es en este contexto que aparece un disco cuyas características tienen poco o nada que ver con la dinámica de la música actual. Una obra musical en la cual mi viejo amigo Xavier Asali me invitó como asesor, dada a mi experiencia como productor. Esto me dio una particular cercanía al proyecto. Perspectives es un disco con raíces en el pasado. Es una producción independiente que requirió de cierto tiempo para mostrar, en la actualidad, los beneficios de un largo añejamiento. Ideas plasmadas ahí y que surgieron a través de varias décadas.

Perspectives es un trabajo que hace referencias al rock progresivo clásico de los años 70 del siglo pasado, pero con ciertas particularidades contemporáneas, principalmente relacionadas al uso de la tecnología. Lo comprenden el tema que le da nombre al disco, así como “Lady in Blue”, “Brothers in Arms”, “Prisoner”, “Independence”, “Higher Purpose”, “Nature is Calling”, “Fearless”, “Usual Love Song”, “Numb” y “Three Trees in Heaven”.

Tal pareciera que este disco y su creador, Xavier Asali, surgieron de la nada, como por generación espontánea. Pero hay una interesante historia detrás de Perspectives que me permitiré narrarles y después dar paso a una entrevista que realizada hace unos días.

Los orígenes de Asali

Xavier mostró cualidades para la música desde los 11 años, cuando comenzó a tomar clases de batería. En 1974 encontró eco en dos de sus compañeros de escuela, actualmente amigos de toda una vida y conocidos personajes de la música en México. Ellos son Gustavo Farías (piano) y Miguel “Mike” Nieto (batería). Los tres jóvenes mexicanos eran de un extracto social que les permitía tener acceso al rock anglosajón, en un país en el cual este género estaba proscrito y muy mal visto socialmente por esos lejanos días.

Decidieron hacer un grupo en el que comenzaron a tocar temas de Elton John, del cual Gustavo era fanático. Después montaron canciones de The Beatles y la lista de artistas fue creciendo con el tiempo. Su primer concierto lo dieron en su graduación de la primaria. Como Mike era muy buen baterista, Xavier comenzó a tocar el bajo, adaptando una guitarra del hermano de Gustavo, a la que le cambiaron el puente para adaptarle cuatro cuerdas más gruesas. Aprendió a tocar el bajo solo y esto lo acercó a la guitarra. Ocasionalmente tocaba también unos bongós. Sumaría el piano a sus capacidades, atraído por las clases que tomaba uno de sus hermanos.

Para Xavier, aprender a tocar varios instrumentos lo convirtió a la larga, en un talentoso multi instrumentista. Descubrió el rock progresivo al cursar la secundaria. Como muchos jóvenes de entonces, comenzó a comprar discos con sus ahorros en la discotienda Hip 70, uno de los pocos oasis donde se podían comprar discos importados al en la Ciudad de México. También era común que la música se compartiera entre amigos. Pasó horas enteras acostado en el sofá de su casa, escuchando discos en un tocadiscos marca Garrard. Comenzó así a perfilarse su vocación, él quiso ser músico.

A aquel grupo colegial se incorporaron dos músicos más en 1981. El guitarrista Felipe Souza y yo, en la percusión. Fueron los años en que este grupo de amigos terminaron su educación media y tenían que elegir cuales serían sus profesiones.

Xavier cuenta su historia

¿A qué te enfrentaste entonces?

Cursé la secundaria y la prepa siempre con la música en el corazón y un instrumento junto a mí, siempre a la mano. Al terminar esta etapa quise ser músico, pero me encontré con el rechazo de mi papá. Mike y Gustavo se fueron a estudiar música a Boston, en Berklee, pero yo encontré resistencia en mi casa. Mi interés por ser músico profesional no lo comprendían. La situación económica del país no ayudaba mucho tampoco. Yo lo que quería era seguir a mis amigos. Fue una etapa en que mi papá me disuadía para que estudiara otra carrera.

Gustavo y Mike se fueron primero a Boston y tu tratabas por todos los medios encontrar la manera de alcanzarlos. Recuerdo que tú y yo mientras, tocamos juntos en otros proyectos en México y también grabamos nuestras primeras ideas en una grabadora portaestudio.

Sí, así fue. En mi deseo por ir a Boston, busqué la manera de financiar una carrera y acudí al Conacyt (Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología) donde me dieron una beca. También vendí mi viejo auto. Afortunadamente en esos años (1983) Berklee no era una escuela cara. Así que viajé a Boston pero no logré inscribirme a tiempo. Tuve que esperar un semestre que aproveché para estudiar asesorado por Gustavo, con quien llegué a vivir en un comienzo. Cuando se me acabó el dinero, pensé que los pronósticos de mi papá se cumplirían y que regresaría derrotado a México. Pero surgió la posibilidad de un trabajo en un restaurante gracias a que pude conseguir un número de seguro social de un difunto, como muchos estudiantes mexicanos que lograban trabajar con este truco y así fue como solucioné mis gastos. Gracias a esta circunstancia, pude inscribirme al siguiente verano y rentar un lugar con amigos, Pude hacer mi carrera y posteriormente ya conté con el apoyo de mi papá, que se convenció finalmente de mi elección. En 1986 volví a México e hice junto a Gustavo y el ingeniero Rodolfo Cruz, que conocimos en Estados Unidos, la empresa Melody Line, dedicada a hacer música para comerciales. Mi papá me prestó para comprar un equipo, por lo que me endeudé. Así que mi conocimiento como músico lo apliqué inicialmente para ganar dinero.

¿Te enfrentaste a la disyuntiva de trabajar de la música para pagar deudas y por otro lado tu deseo de hacer música como artista?

El rock progresivo estaba en mi mente y compuse cosas que fui archivando, con la idea de algún día grabarlas y editarlas en un disco, pero mi prioridad en ese momento fue hacer dinero. Aún así, con lo poco satisfactorio en términos artísticos que puede ser solo componer jingles, esto tuvo un aspecto formativo al acercarme a todo tipo de géneros musicales. Retomé entonces mi interés por la música clásica, que se remontaba a cuando tomé mis clases de piano en la infancia. Berklee me había dado formación en el mundo de la música comercial y el jazz, pero al comienzo de los 90, sentí una gran necesidad por las armonías clásicas. Tan solo por el placer que me daba ese conocimiento. Un gusto personal que poco tenía que ver con mi modus vivendi en el mundo de la publicidad. Un día me presentaron a un discípulo de Carlos Chávez y Shostakóvich, Humberto Hernández Medrano, con quien comencé a tomar talleres de análisis y composición clásica durante los siguientes 5 años, atraído principalmente por la parte armónica de este género. Esto me sirvió de preparación para posteriormente irme a Londres por un año para estudiar una “Master in music for screen”. Fue una decisión difícil, ya que era un momento en que ganaba muy bien, pero mi esposa me ayudó a decidirme y nos fuimos a Europa en 1998.

¿Qué hiciste al volver?

Además de seguir con la publicidad, trabajé para Ánima Studios. Compuse el score de las películas “Magos y Gigantes” e “Imaginum”, también comencé a hacer música para programas de televisión. Sin embargo, aún no realizaba mi deseo de hacer un disco de rock progresivo. El detonante fue cuando tuve un accidente en una moto. Al sobrevivirlo me di cuenta de que era un asunto pendiente de vital importancia para mí. Entonces saqué del cajón todas esas composiciones guardadas y comencé la labor de definir qué servía y qué no para dicho proyecto.

Xavier Asali¿Por qué hacer un disco de rock progresivo? ¿Qué es el rock progresivo para ti?

Hablar de rock progresivo es hablar de una música que está en constante cambio. No tienes miedo de repetir cosas, pero tampoco tienes miedo de llevar la música hacia otro lado, ni de darle una duración según las necesidades del tema. Mi influencia proviene de bandas como Genesis, Yes, Camel, King Crimson o Gentle Giant, bandas clásicas de los 70 y es una música que se va desarrollando con coherencia. Son grupos británicos cuya tradición está en la música clásica. Los grupos europeos de rock progresivo provienen de una tradición. Para ellos era muy natural estudiar música clásica. ¿Qué pasaba conmigo? Por un lado tenía toda la influencia y formación de la parte popera de los Beatles y Elton John y de mis estudios de jazz en Berklee. También me gustaba la fuerza de Black Sabbath y Led Zeppelin. La parte clásica viene de esas primeras clases de piano, que después desarrollé cuando me fui a Londres. Al final mezclo todo eso en una sopa y trato de sacar algo coherente. Para mí este trabajo tiene un poco de todo, después de ir filtrando lo que consideré que venía al caso. El rock progresivo sinfónico, como género, le venía perfecto a las ideas que estaba maquinando en mi cabeza. No me consideraría un progresivo metalero. El género se desarrolló después mezclándose con el metal. Yo soy más tecladista que guitarrista, por lo que mis temas los oriento hacia las composiciones creadas con el teclado. Partiendo de todo esto, es como fue tomando forma el disco Perspectives.

Xavier Asali¿Que quisiste transmitir con tu obra? ¿Es algún tipo de rescate?

Perspectives es el recordatorio de un género que nació en los 70 y que está perdido. Se esfumó en el tiempo. Al final de los 70 llegó a convertirse en algo muy complicado en donde lo que importaba era ser virtuoso. Reconozco al músico virtuoso, pero a mí no me motivó irme por ese camino. Toco bien cuatro instrumentos, sin ser virtuoso en alguno en particular. En ese sentido no comulgo con la idea jazzista del virtuosismo. Tony Banks tocó siempre igual sus solos de teclado porque los consideraba parte de la composición, su terreno no fue el de la improvisación. Esa fue la forma como lo pensé para mi trabajo. Perspectives no es necesariamente un rescate. Responde más a mi gusto por esta música. Sin embargo, la gente al escucharla, me ha llegado a comentar que los hace recordar a los músicos de entonces. Eso no lo hice de manera consciente. Los artistas tenemos una serie de influencias que se van acumulando a lo largo del tiempo. Por eso es tan importante tener buenas influencias. A Stravinsky le decían que se parecía a tal o cual compositor y éste contestaba: “Mire, yo no le tengo miedo a las influencias con tal de que sean de primer nivel”. Pero aparte de tener influencias, uno debe tener un sonido propio. Yo espero haber logrado eso en un 90%. En una entrevista que me hizo un francés me llegó a decir: “Oigo influencias de muchas cosas que me gustan, pero las escondes muy bien” (suelta la carcajada). También hago referencias específicas y con toda intención, por ejemplo, el tema “Independence” tiene un nexo con “Firth of Fifth” de Genesis. También está en 13/8, que al ser un tiempo poco utilizado, te remite fácilmente a esta pieza por la cuestión rítmica, pero tienes que jugarle. Yo le di un giro creativo que la aleja de una simple copia. Por un lado se vuelve un homenaje, pero por otro es también una aportación a lo que sigue.

¿De qué tratan tus temas? Siendo mexicano haces un disco en inglés. ¿A qué se debe?

Mis letras son autobiográficas y hablan de temas que me han interesado siempre, algunos místicos o cuestiones meditativas, de búsqueda personal. Por ejemplo, “Brothers in Arms” habla de los que somos hermanos buscando una verdad en el mundo, de los que hacemos las mismas preguntas existenciales. Los temas son en inglés y lo hice así porque me gusta más cantar en inglés que en español. Yo he escuchado poco rock en español en realidad. Desde su origen, los temas  de este disco estuvieron planteados en inglés. Además he pasado períodos de mi vida viviendo en países anglosajones en etapas donde el rock en español tuvo su mayor desarrollo en México. Al final el inglés me es muy familiar y me gusta. No tiene que ver con malinchismo (termino mexicano para definir cuando se prefieren las cosas del exterior antes que lo propio), soy mexicano a mucha honra y no me siento de otra parte. Hacerlo en inglés también respondió, en buena medida, al deseo de buscar un público global. El rock progresivo es un género de nicho, pero si lo ves en términos globales puede tener una gran proyección.

Eres un gran multi instrumentista y tenías ideas muy claras en cuanto a lo que buscabas. ¿Por qué acudir entonces a músicos invitados? Tú podrías grabarlo todo si hubieras querido.

Invitar a músicos fue una puerta que estuve dispuesto a abrir, pero que no abrí del todo. Quería probar que me podían aportar otros músicos a ideas que yo ya tenía muy claras. Músicos como el bajista Alonso Arreola o el guitarrista Alex Otaola dejaron su huella en Perspectives. Por un lado fue una combinación entre la ejecución de partes que quería que fueran interpretadas de cierta manera, como el caso de ciertos obligados y por otro lado, las aportaciones personales como la mandolina que tocó Alex, por poner un ejemplo. Invitarlos fue como darle unos toques de color a la pintura que yo ya tenía hecha. Paralelamente al proceso de grabación yo estuve musicalizando series para la televisión y me absorbían mucho tiempo, así que fui avanzando poco a poco. Eso influyó en que yo no acudiera a más músicos, ya que fui avanzando solo en los espacios que me quedaban, que no eran momentos planeados realmente.

¿Qué instrumentos utilizaste?

Usé una batería Gretsch, dos bajos, un Modulus y mi viejo Rickenbacker. Tres guitarras, una Gibson Les Paul y dos Fender, una Stratocaster y una Telecaster. Luego de teclados usé un Minimoog para hacer algunos bajos y solos, además de un Jupiter 80 para tocar los pads. También usé teclados virtuales para complementar algunas partes. Finalmente, utilicé un piano Steinway de cola completa que grabamos en el estudio de Sony Music en la Ciudad de México.

Xavier Asali¿En cuáles estudios trabajaste y quienes colaboraron en la producción?

Además del estudio de Sony, al comienzo grabé tres temas en Imagen Sónica en Altavista, San Angel. Después trabajamos en mi estudio personal en Coyoacán. Tardé cinco años en grabar Perspectives. Comencé en el 2012 y terminé al final de 2017. El ingeniero de grabación y mezcla, por recomendación tuya fue Leonardo Granados que colaboró muchísimo. Después de grabar los temas en Altavista, se vino a mi estudio y fuimos avanzando en diferentes cosas. Aquí se mezclo y lo masterizó después Peter Maher en Londres. También me presentaste a la diseñadora Claudia Sánchez, que armó el arte gráfico del disco sobre la base de una imagen de Paul Whitehead, creador de las legendarias portadas de Nursery Crime y Foxtrot de Genesis, a quien busqué para trabajar la portada de Perspectives. Le escribí y me contestó pidiéndome que le enviara las letras. Su respuesta fue que le gustaron, por lo que le envié la música. Me contestó emocionadísimo con una explicación de todas las imágenes que se le habían ocurrido, de cómo quería meter una imagen de cada canción en la obra final. Me dio su presupuesto y vi que lo podía pagar, así que me aventé. Es muy emocionante cuando alguien se suma con entusiasmo a tu proyecto y más cuando es tu héroe de la juventud. También estuvieron los músicos invitados Mike Nieto, Santiago Ortíz y Lalo Vázquez en las baterías, Alonso Arreola en el bajo, Alejandro Otaola y Felipe Souza en las guitarras, tú en la percusión y mi hija Ximena en los coros.

¿Cómo podemos comprar el disco y escucharlo?

Si buscan Xavier Asali en las plataformas de descarga y streaming, lo encontrarán con facilidad.

¿Qué viene por delante?

Tengo en mente sacar temas sueltos de manera regular, estoy en eso.