Se ha ido una de las voces más influyentes del soul, el funk y el R&B. Deja atrás una carrera corta pero con varias canciones inolvidables
Una de las grandes voces de la música negra es, sin duda, William Harrison Withers Jr., quien nació en el pequeño pueblo minero Slab Fork, Virginia del Oeste, un 4 de julio de 1938. Nació, pues, en medio de las celebraciones patrias, aunque su humilde familia tenía poco que celebrar en medio de la pobreza.
Cuando tenía 13 años el niño Bill perdió a su padre. Él era el menor de seis hermanos. A los 18 se alistó en la armada estadounidense y sirvió a ella por nueve años. Durante ese largo período comenzó a escribir canciones y cantar.
Al salir de la armada en 1965, Bill comenzó a replantearse su vida. Se mudó a Los Angeles en 1967 y mientras trabajaba en diversas compañías ensambladoras comenzó a cantar en clubes nocturnos y grabó sus primeros demos.
Su tardía, corta pero exitosa carrera en los 70
A comienzos de 1970, el ejecutivo Clarence Avant, quien había trabajado en la influyente Stax Record y era dueño de Sussex Records, escuchó la cinta con las canciones y decidió contratarlo.
Con Booker T. Jones como productor y teclista, y músicos provenientes de la música country, folk rock y soul como Stephen Stills (guitarra. de CSN&N), los bajistas Chris Ethridge (de Flying Burrito Brothers) y Donald Dunn, los bateristas Jim Keltner y Al Jackson Jr. y el percusionista Bobbye Hall, el primer álbum Just as I Am fue publicado en mayo de 1971.
Bill Withers tenía entonces 33 años.
El disco contenía dos de sus canciones más emblemáticas, “Grandma’s Hands” y la inmortal “Ain´t no Sunshine”, además de magníficas versiones de “Everydody’s Talkin” de Fred Neil, popularizada por Harry Nilsson, y una versión con aroma góspel de “Let it Be”, un reciente éxito de The Beatles.
A decir verdad, aquel primer disco de Withers no era estrictamente soul. En sus canciones subyacían las influencias del folk, el jazz y el rhythm ‘n blues, con referencias a Richie Havens, Tim Buckley y Otis Redding, entre otros.
En los Grammy Awards de 1972, “Ain’t No Sunshine” recibió el premio como Mejor Canción de R&B, y para ese momento ya había vendido un millón de copias en formato single. Por ello obtuvo la certificación de Disco de Oro.
En una pausa de la gira que siguió al debut, fue grabado el segundo álbum, Still Bill, publicado en mayo de 1972, justo un año después. El disco incluyó otros dos temas inmortales, cada uno de ellos lanzado como single y certificados como oro con más de tres millones de copias vendidas.
Fueron ellos “Lean on Me” y “Use Me” (con el característico sonido del clavinet de Raymond Jackson y gran bajo de Melvin Dunlap). Además de ellas, el disco contiene otros temas estupendos como “Who Is He (And What Is He to You)”, con cuerdas en la onda del Sonido de Filadelfia cortesía del teclista Raymond Jackson y una gran guitarra wah wah de Benorce Blackmon; el funk “Kissing My Love” y el funky-blues “I Don’t Want You On My Mind”
En 1973 fue editado el doble LP del legendario concierto en Nueva York, titulado Bill Withers, Live at Carnegie Hall on November 30, 1972
En 1974, en el tope de su popularidad, se publicó el tercer disco, +’Justments. En alusión al título fue incluida una parrafada explicativa, parte de la cual decía: “Tenemos la opción de creer o no creer en cosas como Dios, la amistad, el matrimonio, el amor, la lujuria o cualquier cantidad de cosas simples pero complicadas. Cometeremos algunos errores tanto de juicio como de hecho”.
El disco incluyó el éxito “The Same Love That Made Me Laugh”, y también temazos como “Heatbreak Road”, “Railroad Man” (con José Feliciano en las congas)
La relación con el sello Sussex teminó de mala manera. Withers pudo firmar con Columbia y en los siguientes cuatro años publicó un disco por año: Making Music (1975), Naked & Warm (1976), Menagerie (1977) y ‘Bout Love (1978).
La relación con Columbia se deterioró dramáticamente debido a las imposiciones que pretendían imponer a Withers para que cambiara su estilo. Bill se negó y durante los años que siguieron se negó a grabar nuevos discos, dedicando su energía a colaborar con otros artistas como Crusaders, Groove Washington Jr., Ralph McDonald, Michael Berger y otros.
Un último disco, Watching Me, Watching You (1985), cerró para siempre la discografía de Withers, de forma prematura cuando tenía 45 años. Desde entonces, su música ha sido incluida en películas, tributos y reconocimientos.
El 18 de abil de 2015 fue incluído en el Rock and Roll Hall of Fame por Stevie Wonder.
«Estamos devastados por la pérdida de nuestro querido y devoto esposo y padre. Un hombre solitario con un corazón dirigido a conectar con todo el mundo; habló honestamente a las personas y las conectó las unas a las otras con su poesía y música», ha recordado su familia en un comunicado
A los 81 años, por deficiencias cardiacas, se ha ido una voz fundamental.
Juan Carlos Ballesta