El 27 de diciembre de 1967 vio la luz este hito discográfico que no sólo representaba la vuelta al predio semi acústico sino a las raíces folk de la poesía del laureado cantautor
Bob Dylan
John Wesley Harding
Columbia. 1967. EE.UU.
John Wesley Harding es la octava impronta musical del legendario músico nacido en la pequeña ciudad portuaria de Duluth, Minnesota, localidad melliza con la pequeña y también portuaria ciudad Superior, Wisconsin, ambas referidas como Los Puertos Gemelos, gélido territorio del centro occidente estadounidense.
El cantautor, quien suscitara cierta controversia con el otorgamiento del Premio Nobel de Literatura en 2016, editaba en diciembre de 1967 su octavo álbum, luego de haber publicado varias grabaciones alejado de sus raíces acústicas y la poesía, inicialmente estimulada por los hechos sociales durante la atribulada década de los 60 reflejada en temas como “Blowin’ in the Wind” y “The Times They Are a-Changin’”, publicados en 1963 y 1964,
Luego vendrían otros clásicos del período en el que introdujo la electricidad, como “Like a Rolling Stone” y “All Along The Watchtower”, esta última, versionada por Jimi Hendrix† cuya versión la puso en el mapa mundial.
Tras la publicación de su homónimo álbum debut en el año 1962, Robert Zimmerman pondría su nombre en el radar al publicar The Freewheelin’ Bob Dylan al año siguiente. A mediados de los 60 el compositor y cantante establecía paradigmas, inquietando a los puristas del folk, usando música amplificada además de instrumentos eléctricos.
Bajo ese concepto, Dylan editó los influyentes Bringing It All Back Home y Highway 61 Revisited, ambos del año 1965, y Blonde On Blonde en 1966.
Bajo una música de claros rasgos folk-country con algo de blues en ocasiones, Bob daría un giro al timón con una poesía rural con una música casi acústica en su totalidad. Eso es en gran parte el disco que nos ocupa y que fuera producido por Bob Johnston.
El título alude al forajido texano John Wesley Hardin† (1853-1895), personaje que hoy correspondería a un vulgar matón, aunque para muchos fue una suerte de defensor de los pobres o Robin Hood que a sus 23 años de edad fue condenado a 24 años de prisión por haber asesinado a 42 hombres, según declaración del mismo Hardin (erróneamente deletreado “Harding”).
Doce composiciones conforman este estupendo disco en el cual Dylan (armónica, guitarra, piano, voz) es acompañado por la sección rítmica de Kenneth A. Buttrey† (batería), Charlie McCoy (bajo) y Pete Drake† (guitarra steel de pedal) en dos temas. Todos bajo la audio ingeniería de Charlie Bragg.
El repertorio inicia con el tema título en formato de trío acústico incluyendo un solo de armónica. En sus primeros versos nos canta Bob Dylan: “John Wesley Harding / Era amigo de los pobres / Viajó con un arma en cada mano / A lo largo de este campo / Abrió muchas puertas / Pero nunca se supo lastimar a un hombre honesto”
Sigue “As I Went Out One Morning”, un tema un poco más movido que el anterior, con gran línea de bajo de Charlie McCoy. Bob canta: “Mientras salía una mañana / Para respirar el aire alrededor de Tom Paine / Espié a la doncella más hermosa / Que alguna vez caminó en cadenas le ofrecí mi mano / Ella me tomó del brazo / Supe en ese mismo instante / Ella quiso hacerme daño”
Con un intro de armónica, Bob nos ofrece “I Dreamed I Saw St. Augustine”, tema que en parte nos cuenta sobre una aparición divina.
“All Along The Watchtower” es la cuarta canción del set en las que el veterano músico nos dice en sus dos primeras estrofas: “Aquí debe haber algún tipo de salida para escapar / Dijo el bromista al ladrón / Hay demasiada confusión / No puedo obtener ningún alivio / Hombres de negocios, beben mi vino / Los labradores cavan mi tierra / Ninguno se nivelará en la línea. / Nadie ofreció su palabra / hola, hola”
La siguiente canción es “The Ballad Of Frankie Lee And Judas Priest”, una historia sobre dos buenos amigos.
Cierra el lado A del vinilo una canción que lleva por nombre “The Drifter’s Escape” y que trata de un forastero que es oprimido por la sociedad. Llevado a juicio, el personaje ignora los cargos por los que será enjuiciado.
Con un ligero tinte de blues, escuchamos el primer tema del lado B, “Dear Landlord”, con Bob Dylan al piano para cantarnos: “Estimado propietario / Por favor, no le pongas precio a mi alma, mi carga es pesada / Mis sueños están fuera de control / Cuando suena el silbato del barco de vapor / Voy a darte todo lo que tengo para dar / Y espero que lo recibas bien / Dependiendo de la forma en que sientes que vives”
Continua el álbum con “I Am A Lonesome Hobo”, una canción sobre un vagabundo que viaja en tren a lo largo y ancho de Estados Unidos ofreciendo sus servicios a las granjas para obtener dinero y así poder sobrevivir.
El hobo fue personaje clave en la sociedad estadounidense del siglo 20. De algún modo hay cierto paralelismo con Dylan. Acá, también hay una dosis de blues.
En “I Pity The Poor Immigrant”, Zimmerman nos canta: “Me da pena el pobre inmigrante / ¿Quién desea haberse quedado en casa? / Quien usa todo su poder para hacer el mal / Pero al final siempre se queda tan solo / Ese hombre al que con los dedos engaña / Y quien miente con cada respiro / Quien odia apasionadamente su vida / Y así mismo, teme su muerte”
“Wicked Messenger” es la cuarta composición del disco en la que Dylan nos dice sobre este “mensajero malvado”: “Había un mensajero malvado / De Elí vino, Con una mente que se multiplicó / El asunto más pequeño / Cuando se le preguntó quién había enviado por él / Respondió con el pulgar, porque su lengua no podía hablar / ¡Pero solo halagar!”
En los últimos dos temas Bob Dylan acentúa su influencia country con el uso del pedal steel guitar en las manos de Pete Drake para contarnos: “A lo largo de la cala, vi a mi verdadero amor viniendo hacia mí / A lo largo de la cala, vi a mi verdadero amor viniendo hacia mí Dije: «Señor, ten piedad, mamá / Seguro que es bueno verte venir hoy»
Es la primera estrofa de «Down Along the Cove«. Una vez más Robert Zimmerman se coloca tras el piano en esta suerte de country blues de 12 compases.
Culmina el disco con «I’ll Be Your Baby Tonight«, cuyos versos en parte van: “Cierra los ojos – cierra la puerta / No tienes que preocuparte más / Seré tu nena esta noche / Cierra la luz – cierra la sombra no tienes que tener miedo / Seré tu nena esta noche” y en el cual repite Pete Drake.
Versionado por Robert Palmer y UB40, esta canción fue interpretada por primera vez por Bob Dylan en el Festival de la Isla de Wight en 1969.
El disco fue publicado en fechas inusuales, cuando el inolvidable año 1967 llegaba a su fin
Leonardo Bigott
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