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Daniel Grau: adiós al maestro del cosmic disco

Daniel Grau

El músico venezolano, de prolífica carrera entre 1974 y 1982, murió a los 70 años, luego de reaparecer con su primer disco en décadas


La década de los 70 fue musicalmente de gran importancia para toda Latinoamérica. El tránsito de la simple imitación o adaptación de modelos anglosajones a la búsqueda de identidad fue notable en muchos casos.

En el caso de Venezuela, significó la emergencia de muchas propuestas que tuvieron acogida en radio, prensa y cine. Fue, sin duda, un período de mucha efervescencia, apuntalado por la solidez de la economía y la modernización de la sociedad.

En Venezuela se produjo de todo, aunque paradójicamente, a pesar de las favorables condiciones, muchas de aquellas maravillas no trascendieron fuera de las fronteras cuando estaban en activo.

Uno de los más prolíficos músicos fue Daniel Grau Sosa, con una envidiable producción de ocho discos editados entre 1974 y 1982, una cifra muy respetable para cualquier artista, y mucho más en una época y en un país donde no era tan frecuente que un artista lanzara tal cantidad de álbumes.

Daniel Grau

Con el sello London publicó los primeros cinco discos, con diseño de arte de Miguel Jaimes: Dejando volar el pensamiento (1974), El sonido mágico de Daniel Grau (1978), Disco Fantasy (1979), Kryptonita Líquida (1979) y El león bailarín (1980).

Los siguientes tres discos, con arte de Alejandro Pérez (Los Beat3) fueron publicados por el sello Palacio: Canción del Amanecer (1981), ¿Por qué no podemos hacerlo? (1981) y 440 Torker (1982).

Coincide el fin de las producciones de Grau con el inicio de la crisis socio económica venezolana, cuyo punto de quiebre fue la primera devaluación de su signo monetario (el Bolívar). A pesar de esta mala señal, nadie imaginaba el futuro nefasto que le esperaba al país.

Grau desapareció del mapa musical casi por completo y solo en 1994, vio la luz casi subrepticiamente el CD You Are in My Dreams, pasando desapercibido.

Grau fue, además, un reconocido ingeniero de sonido que trabajó con músicos de la talla de Vytas Brenner (en el legendario tercer disco Jayeche de 1975), Aldemaro Romero, Aditus, La Misma Gente y otros, pero también un versátil instrumentista (guitarra, bajo, teclados).

Sin embargo, su faceta musical no fue suficientemente valorada en su tiempo, quizá por su carácter instrumental algo ligero. Su legado fue primero rescatado gracias a los buenos oficios de Andrés Astorga (Trujillo) y el alemán Claas Brieler (Jazzanova) ya que el sello Sonar Kollectiv mostró interés en recuperar la obra de Grau, la cual se pasea por el Philly Sound (Sonido de Filadelfia), las orquestas de “easy listening” de Paul Mauriat, Ray Conniff y Percy Faith, jazz-funky en la onda Eumir Deodato, la música venezolana, la bosa nova de Sergio Mendes y el cosmic-disco de Giorgio Moroder.

Los ecos de su música pueden percibirse en Los Amigos Invisibles.

El generoso disco doble con 26 temas tomados de sus olvidados trabajos y restaurados en Calyx Studios de Berlín, más una composición nueva “To Night” (la primera en 30 años), conformaban ese necesario compilado bajo el nombre de The Magic Sound Of Daniel Grau (2014) (con el estupendo arte realizado por MASA) y recuperaban a Daniel Grau, a sus 64 años.

Sin embargo, no fue hasta 2019, a través de la discográfica independiente El Palmas Music, que dirige el venezolano Maurice Aymard desde Barcelona, España, cuando se logró el milagro de traer de vuelta a Daniel Grau, quien armado con teclados análogos y digitales, grabó su primer nuevo disco en décadas.

El mágico mundo de Daniel Grau

El Mágico Mundo de Daniel Grau contiene todos los elementos que cimentaron su sonido en los años 70 y principios de los 80, antes de que misteriosamente se esfumara.

Es una triste circunstancia que el 5 de enero de 2021, a los 70 años, Grau nos haya abandonado.

Juan Carlos Ballesta

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