Inicio Ahi estuvimos La exquisita canción intimista de Ela Vin y La Fianceé Solitaire

La exquisita canción intimista de Ela Vin y La Fianceé Solitaire

Ela Vin

Ela Vin (+ La Fianceé Solitaire)
Concierto en Sala Bar Fotomatón, Madrid

(Marzo 17, 2018)

 

El manantial musical español arroja talentos de todo tipo y en cada rincón de su geografía. En esa labor de búsqueda es siempre agradable toparse muy de cerca con dos cantautoras emergentes, una de Valencia (Ela Vin) –que encabezaba el cartel- y la otra de Córdoba residente en Madrid (La Fianceé Solitaire).

La afluencia al bar fue escasa y prácticamente todos los asistentes (menos nosotros) parecían allegados a las artistas. Eso, afortunadamente, no fue impedimento para que ambas, en confianza, realizaran dos shows honestos y prometedores de grandes cosas.

María Guerra del Moral trabaja con el pseudónimo o nombre artístico de La Fianceé Solitaire, el cual sugiere melancolía. Se presentó acompañada de su guitarra acústica, sin la  banda con la que grabó su EP debut Eros, para tocar siete temas de inspiración post punk e indie pop ochentero, aunque en este formato no lo parezca tanto.

Su propuesta ha sido calificada como semifinalista en el programa Capitán Demo de Radio 3 y ella agradeció sorprendida y a vez esperanzada.

Abrió el show con “Tríptico Austral”, uno de los temas de aroma dark incluido en el EP. Aún con ciertos nervios siguió con “Perfectas”, “Catedrales” y “Ártica”, temas con alto potencial que con banda deben sonar potentes y que suponemos formarán parte de un próximo EP.

Las tres canciones restantes del EP las tocó en el tramo final. “Beaujolais” en formato acústico suena menos oscura. En cambio “Low Cost”, uno de los temas ligados al sonido post punk oscuro, conserva su espíritu. Un cello se acoplaría perfectamente. El cierre fue con “Los veraneantes”, su tema más pop que recuerda a grupos de los 80 como Aztec Camera. María está buscando su propio lenguaje y va encaminada.

Unos minutos después apareció Esther Vinuesa, es decir, Ela Vin. Desde que arrancó con su ukulele cantando “Hostal azul” ya sabíamos que veríamos a una cantautora de especial sensibilidad. Y no nos equivocamos.

La pieza abre su EP debut Solitorio (2016), con el cual fue nominada en los Premios MIN 2017. Siguió con “Lunática”, ya con la guitarra acústica con la que tocaría varios temas seguidos, acompañada de una pandereta que golpeaba con el pie.

La pieza empieza con las poéticas líneas: “Colgada de la Luna, revisa su cordura / no quiere darse cuenta, la vida es lo que espera / se hace la maleta, tira lo que encuentra / deja atrás los miedos, quebrantos y lamentos…”.   Este fue el primero de varios estrenos, que de hecho coparon el repertorio ya que de un total de diez canciones, solo tres pertenecen al primer EP (del cual tocó tres de cinco).

Maruata”, nombre de una playa de Michoacán, México (donde pasó una temporada), fue otro de los nuevos, previa a “Playa Ancón”, sobre la cual explicó es también una playa, pero de Cuba. Esther tomó entonces el acordeón, explicando que lo había aprendido a tocar siendo una niña y con el interpretó “Pedazos”, de melodía nostálgica y letra desgarradora y luego “Ariadna”.

Con una simpatía innata explicó que su próximo EP se llamará Danzantes cuyo nombre proviene de un mezcal que probó en México. Agarró de nuevo el ukulele y pasó a tocar el primero de los temas de ese EP que hace unos meses dio a conocer, “Lo peor de ti”, realmente exquisito.

Sin cambiar de instrumento siguió con “Petra”, dejando para la parte final dos canciones magníficas: primero “Las 02:22” (segundo adelanto de Danzantes dado a conocer en sus plataformas), y para cerrar “Historias vacías”, parte del primer EP.

Salvo alguna excepción menor, el público estuvo cautivo, escuchando con atención cada canción. La iluminación no ayudó mucho, ya que tratándose de un bar con paredes rojas, es difícil manejarse con otros colores y variar durante las canciones.

Realmente la voz, capacidad melódica y paleta sonora de Ela Vin son una delicia.

Juan Carlos Ballesta