Eleanor Friedberger, totalmente emancipada del proyecto que conformarba junto a su hermano Matthew, The Fiery Furnances, regresa con su cuarto álbum de estudio Rebound.
Este martes 10 de abril se estará presentando en la Sala Costello (Calle del Caballero de Gracia 10) de Madrid, presentada en el marco de Tomavistas Ciudad, una avanzada del Festival Tomavistas en salas.
Cuando el punto de partida de tu carrera es un grupo como The Fiery Furnaces, la continuación podría resultar complicada. Sin embargo, Eleanor Friedberger ha sabido sobrevivir al legado que el grupo de Brooklyn dejó en la década pasada. Con cuatro álbumes como solista publicados hasta la fecha, y con su voz como principal combustible, Friedberger ha armado un repertorio ecléctico en lo musical y de fuerte calado en lo lírico. Rock de inspiración en los 70, pop clásico, y un certero acercamiento a sonidos más electrónicos en su trabajo reciente hacen de la neoyorkina una artista inquieta pero con un sello inconfundible.
Rebound es un trabajo que rebosa elegancia por todos lados, con guiños a los años 80, las cajas de ritmo florecen en cada canción y abren el camino a las historias que Eleanor quiere trasmitirnos, muchas de ellas basadas en Grecia, donde residió durante 2016. La actividad de la calle griega, en permanente explosión, la reivindicación y la reactivación de la militancia política, las protestas por recuperar los derechos sociales perdidos, están presentes en este disco, como también está presente el amor.
Eleanor Friedberger juega su propia liga y Rebound es el amor y la revolución en su particular carrera, sin alzar la voz, con elegancia pero con la firmeza de quién se siente segura de su propuesta, con los ritmos mecánicos de las cajas de ritmo y con el corazón latiendo en cada canción