Una de las más interesantes agrupaciones del shoegaze, una corriente que floreció a comienzos de los años 90 en Gran Bretaña y que se ha mantenido muy vigente de diversas maneras, visita Madrid para presentarse este viernes 23 de noviembre en la primera de dos jornadas de Madrid es Ruido que organiza Indypendientes en la Sala Moby Dick.
Juan Carlos Ballesta
Si hay una estética musical ligada al rock que se ha mantenido vigente por 40 años es el post-punk, una etiqueta que en realidad engloba muchas formas derivadas e inspiradas en aquel fértil período que siguió a la explosión punk de 1976/77. Como su prefijo sugiere, lo ocurrido a partir de 1978 con raíz en aquel big bang, ha seguido su curso, en muchos casos mutando a través de los años y décadas.
En el siglo 21, una nueva generación de bandas alrededor del mundo ha reinventado el post punk con mayor o menor acierto. Corrientes como el shoegaze, surgido en los primeros 90 en Gran Bretaña, se ha expandido por el planeta y muchos de sus representantes actuales son una especie de híbrido entre el post punk más oscuro, el darkwave, el noise pop, el shoegaze y el dream pop. Como una especie de telaraña invisible pero muy presente, cohabitan agrupaciones que si bien no son tan conocidas más allá de su ámbito, han desarrollado una carrera muy interesante que les ha permitido construir una fiel legión de seguidores.
Uno de estos casos es el quinteto inglés Air Formation, con una historia que se remonta a 20 años atrás cuando Matt Bartram (voz, guitarra) y Ben Pierce (bajo) formaron la banda junto a Paul Browing, con el nombre inicial de B.E.A.B. Approved, el cual debieron cambiar por coincidencias. Con la entrada del teclista Richard Parks lanzaron el homónimo mini álbum en el año 2000 y luego Ends in Light (2002), ya sin Browing.
Con un sonido denso, enlazado con el shoegaze que diez años antes había sacudido la escena indie británica pero también con el noise pop surgido de Bristol, Air Formation siguió ganando adeptos con Stay Inside/Feel Everything (2004), para el cual se incorporó un segundo guitarrista, Ian Sheridan.
Con elementos también del drone, del noise pop y la nueva psicodelia de Flying Saucer Attack, Third Eye Foundation, Spacemen 3 y The Jesus and Mary Chain, siguen adelante incorporando al baterista James Harrison y como quinteto publican Daylight Storms (2007) y luego el magnífico Nothing To Wish For (Nothing To Lose) (2010), tras del cual se produce una pausa rota momentáneamente en 2015 por el EP Were We Ever Here y el single Adrift.
Otros tres años pasaron para que decidieran no solo volver a grabar sino también regresar a los escenarios. El resultado, Near Miss (2018), los trae a Madrid a presentarse en el Festival Madrid es Ruido que organiza la productora Indypendientes y que se llevará a cabo en la Sala Moby Dick este viernes 23 y sábado 24 de noviembre.
Aprovechando esta visita, conversamos con uno de los fundadores, Matt Bartram, acerca del presente y algunos detalles del pasado.
Han pasado ocho años desde el disco anterior. ¿Qué pasó durante todo este tiempo? ¿Por qué el largo silencio?
La razón es que no queríamos hacer otro álbum a menos que estuviéramos contentos de que fuera una adición digna al catálogo de Air Formation y necesitábamos algo de tiempo para hacer otras cosas. De hecho, lanzamos un EP en 2015 que preparó el rodaje para lo que vendría en el álbum… aunque cuando lanzamos ese EP no teníamos planes de hacer otro disco.
¿Cómo definirías el nuevo álbum y en qué se diferencia de los anteriores?
Es mucho más seguro y quizás un poco más agresivo. Captura nuestro sonido en directo mucho mejor que cualquiera de nuestros esfuerzos anteriores.
No hay duda que el shoegaze ha no solo sobrevivido sino que ha cobrado una inusual fuerza en años recientes. Air Formation se mueve en ese territorio. Sin embargo, hay mucho más en su sonido. ¿Cuáles reconoces como tus principales influencias?
Mis influencias particulares no provienen de las usuales o más conocidas bandas de shoegaze. Yo siempre he sido un gran fan de Flying Saucer Attack y para ser honesto, cuando comencé la banda era como quería que sonara. FSA resuena en mí en muchos niveles, pero como Air Formation es un quinteto con guitarras poderosas, teclados y una sección rítmica, evolucionó hacia algo propio, más cercano al sonido shoegaze.
Por otro lado, yo también coleccionaba muchos singles de 7” de sellos como Earworn, Wurlitzer Jukebox, Enraptured…música de bandas como Avrocar, Hood, The Electric Sound of Joy, Transparent Thing, por nombras unas pocas, las cuales abarcaban diferentes géneros pero todas reunidas bajo aquellos sellos. Así que debería decir que esos sellos fueron una gran influencia en el proceso de querer hacer mi propia música.
A pesar de los 20 años de historia, la banda continúa manteniendo un estatus underground, con una fiel legión de seguidores, pero sin ser tan conocida como debería. Air Formation es como el secreto mejor guardado del shoegaze del siglo 21. ¿Te sientes cómodo así o preferirías tener mucha más popularidad a riesgo de tener que sacrificar una parte de la libertad creativa?
Obviamente, queremos que la mayor cantidad de personas puedan escuchar nuestra música y que con el tiempo más y más gente lo haga, pero tenemos que mantener el proceso agradable y disfrutable para nosotros mismos y el nivel en el que trabajamos nos da el equilibrio correcto. Tenemos el apoyo del maravilloso sello Club AC30, que nos deja hacer nuestra labor, así que tenemos tanta libertad creativa como deseamos. Pero sí, a veces me frustra que con frecuencia nos pasen por alto, sin embargo, soy feliz de seguir siendo un «secreto mejor guardado». ¡Hay algo muy especial en eso! »