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Every One of Us: el gran blues psicodélico de Eric Burdon & The Animals

eric burdon and the animals every one of us b

En agosto de 1968 fue publicado este hito discográfico que muestra a plenitud la faceta de compositor de Eric Burdon sumergido en la psicodelia y el blues

Eric Burdon & The Animals
Every One of Us

MGM Records. 1968. Inglaterra

 
¿Quién a sus 60 años no recuerda el hit internacional “The House of The Rising Sun”, aquella pegadiza canción interpretada por esta banda de rock británica liderada por el cantante Eric Burdon? Estoy seguro que pocos dirán no.

Aún activa, esta banda se ha caracterizado por un concepto musical que ha logrado equilibrar pop-rock con r&b, dejando en el camino una hilera de exitosos temas como el clásico “Don’t Let Me Be Misunderstood”, escrito por Bennie Benjamin†, Horace Ott y Sol Marcus† para Nina Simone† quien la interpretó por primera vez en 1964; el estándar de blues de 12 compases “See See Rider”, grabado por primera vez en 1924 por Gertrude “Ma” Rainey y “Don’t Bring Me Down” de 1966 compuesto por Carol King y Gerry Goffin, sólo por citar algunos.

Esta emblemática banda creada en Newcastle a principio de la década de los 60, también ha tenido la gran distinción de haber sido parte de la “Primera Invasión Británica” a Estados Unidos.

Every One of Us representa el segundo de tres álbumes publicados por Eric Burdon & The Animals en Norteamérica en 1968, siendo éste el único de aquel trío que no fue editado en Gran Bretaña. La obra contiene los temas “White Houses” y “Year of The Guru que en parte muestran la influencia folk y blues pero también del raga rock y se adelanta al rap.




El vinilo contiene siete temas que han sido escritos casi en su totalidad por Eric Burdon, quien es acá acompañado por el bajista Vic Briggs†, el guitarrista John Weider, el bajista / guitarrista cantante Danny McCulloch†, el baterista Barry Jenkins y el teclista/cantante Zoot Money.

El sencillo “White House” da inicio al repertorio marcando el ritmo con la percusión y el piano, ofreciéndonos posteriormente un excelente solo de guitarra distorsionada y versos que nos dicen en parte: “Casas blancas en pequeñas filas ordenadas / Contrastando contra el cielo / Chozas negras derrumbadas sobre las vías / Niños tan hambrientos que podrían llorar / El cromo, el acero, el sueño de metal / Dejando que el tipi se pudra / La mente joven escapista, dejada atrás / Ahorro de monedas de diez centavos para la olla comunitaria

Acto seguido surge un canto colectivo de 0:24 segundos llamado “Uppers And Downers” con un mínimo de acompañamiento de las teclas que va: “El gran duque de York / Tenía 10.000 hombres / Los hizo marchar hasta la cima de la colina / Y los hizo marchar hacia abajo de nuevo / Y cuando estaban arriba estaban arriba / Y cuando estaban abajo estaban abajo / Pero cuando solo estaban a mitad de camino / No estaban ni arriba ni abajo»

La dulce “Serenade To A Sweet Lady” sigue el repertorio de este magnífico álbum. Se trata de una pieza instrumental de 6:15 compuesta por John Weider para guitarra con una clara influencia de Wes Montgomery†.

La composición es un dulce y contrastante momento que se diluye hacia el final. La sección rítmica da soporte a las guitarras, manteniendo la tensión necesaria para ser apreciadas con plenitud.




Luego, somos transportados a un ambiente portuario a través del sonido de barcos y gaviotas en “The Inmigrant Lad”, en la que Eric nos canta manteniendo cierto aire de nostalgia: Y aquí me siento con lágrimas en los ojos, las aguas de Tyne entre tú y yo / Y aquí me siento con lágrimas en los ojos, las aguas de Tyne entre tú y yo / De niño soñé con ella, en las orillas lejanas del río / Sabía que no podía ser contactada, porque mi mente siempre se preguntaba / Muy por encima de su cabeza, mientras hacía todo lo posible para enseñarme / El río estaba fangoso y negro, negro como el carbón que llevaba / Imposible de cruzar, muchos hombres habían intentado / El viejo marinero me dijo, otra vida se pierde

El humor cambia radicalmente en “Year of The Guru”, tema muy donde Burton “rapea” un poco y cuyos versos van: “Mi líder me dijo que me tirara al río / El río era profundo y el clima era invierno / Después de que un marinero muy amablemente me salvó / Mi líder me dijo: Será mejor que te lo tomes con calma’ / Me lo tomé con tanta calma que mi líder me llamó perezoso

Voz y piano protagonizan un teté-a-teté. La guitarra distorsionada y una fantasmal voz a veces recordando a Screamin’ Jay Hawkins son parte del tema.

Después sigue una pieza tradicional arreglada por Eric Burdon que lleva por título “St. James’ Infirmary.

Con una notoria inclinación al blues Eric nos canta: “Amigos, voy a ir a la enfermería St. James, / Ver a mi bebé allí / Ella está tendida en una mesa larga y blanca / Ella es tan dulce, tan fría, tan hermosa




El disco culmina con una composición de casi 19 minutos titulada “New York 1963 – America 1968.

En ella hay un aire de nostalgia que se cuela entre versos que hablan de la famosa urbe estadounidense. Eric nos canta en tono confesional: “Y cuando llegué a América, me impresionó / Y cuando llegué a América, me impresionó / El Teatro Apolo en la calle 125ta estaba cerrado y llovía a cántaros / Sentí que volvería nuevamente allí / El taxista creyó que estaba loco / Una negra del Bronx me llevó a su casa / Fuimos allí en el metro / Ella me llevaría allí una y otra vez / Amor fue el nombre de nuestra canción

La pieza contiene un fragmento de tres minutos narrado por un ingeniero negro llamado Cliff que que se desempeñó como piloto en la Segunda Guerra Mundial, quien habla sobre la pobreza de antes y ahora, y aspectos que para el momento impactaron a la sociedad estadounidense.

Además hace mención de varios lugares emblemáticos de Nueva York como es Central Park, y pone también en tela de juicio la trillada palabra “libertad», anticipándose a la famosa «Freedom» de Richie Havens.

En lo musical se siente la influencia del blues, los populares jammings de rock ácido y el jazz-

La pieza sigue con Eric a capella y un ligero efecto de eco. La tónica de la lírica se mantiene mientras la composición se va construyendo en la medida que se incorporan sección rítmica, órgano y guitarras en torno a las dos voces que en un momento repiten una y otra vez la palabra “libertad.”

Hay cierto aire de melancolía vocal e instrumentalmente. Hacia el final The Animals emplean “sprechstimme” o canto hablado, a manera de crónica. El estallido final nos deja con la palabra libertad.

Este histórico disco es absoluta joya musical, así que demos marcha atrás para escuchar nuevamente Every One of Us de Eric Burdon &The Animals

Leonardo Bigott


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