En medio de una etapa de perplejidad, confusión y aislamiento, el influyente grupo granadino decidió verter en un LP una serie de canciones que comenzaron a conocerse en 2020
Los Planetas
Las canciones del agua
El Ejercito Rojo. 2022. España
El décimo disco de la banda granadina es probablemente su trabajo más fragmentado, y a pesar de esa evidente atomización tiene la virtud -para bien y para mal- de reflejar en un puñado de nueve canciones un período de nuestras vidas distópico, incierto y sin duda reflexivo, que ha dado para todo, desde lo más frío y racional hasta lo más desquiciado y paranoico.
Las canciones del agua presenta una combinación de temas de indudable naturaleza imperecedera y otros de espíritu inmediatista -y quizá oportunista- cuya vigencia en el tiempo aún está por conocerse. Todavía es pronto para evaluar si varias de las canciones que fueron desgranando poco a poco desde abril de 2020 son producto de un tratamiento en caliente apresurado o si las reflexiones, críticas y posicionamientos se asentarán con el tiempo.
Es como si las imprevisibles y demenciales circunstancias hubieran empujado a Juan Ramón Rodríguez Cervilla (J) y Florentino Muñoz Lozano (Florent), los capitanes de la nave, a abordar temas espinosos de actualidad que aun no sabemos como serán tratados por la historia.
El disco está “convenientemente” dividido -o fragmentado- en dos lados muy distintos. El lado A es Los Planetas en estado de gracia, mientras que el lado B -del cual dieron a conocer los cinco temas a lo largo de casi dos años- tiene sus bemoles.
En la nueva aventura siguen Esteban Banin Fraile (teclados) y unos menos presentes Eric Jiménez (batería) y Julián Méndez (bajo), con participaciones muy valiosas de David Montañés (piano), Natalia Drago (bajo, guitarra; de la banda argentina Srta Trueno Negro), Edu Espín (guitarra), Jaime Beltrán (guitarra) y Jimmy García (trompeta, fliscorno).
Hace ya casi dos años, el 9 de abril de 2020, en el peor momento de la pandemia con un país entero confinado, irrumpió “La Nueva Normalidad”, cuya edición en físico fue acompañada en el lado B por “El Negacionista”.
Tanto la letra escrita por Manu Ferrón (el compañero de J en el proyecto Grupo de Expertos Solynieve) como el arte del single realizado por Javier Aramburu son muy elocuentes, aunque a decir verdad la “nueva normalidad” que se trata en la canción y en el vídeo que la acompaña tiene que ver con saqueos -pillaje- a negocios de marca y supermercados en ciudades estadounidenses, quemas de vehículos policiales y protestas violentas, y no con la realidad pandémica del distanciamiento social, las mascarillas y restricciones de horarios, que ya se vivía en España y otros países europeos y que algunos personajes públicos comenzaron a denominar “nueva normalidad”.
En aquel momento, parecía una necesidad expresiva de Los Planetas y no tanto la puerta de entrada de lo que se convertiría en su nuevo álbum. La participación de Natalia Drago y sobre todo de Jimmy García en los metales, resulta determinante y establece un interesante contraste entre la estructura melódica y la letra, que a nuestro juicio se hace repetitiva.
El siguiente manifiesto fue “El Negacionista”, tema lanzado el 1 de enero de 2021, cuya letra no deja claro si es una completa sátira (sobre todo por el párrafo: “Si me engañas con estadísticas falsas / que van cambiando según tu interés / voy a convertirme en un negacionista / en un seguidor de Miguel Bosé”) o si en ella va implícita una toma real de posición de J (“Yo siempre seré un negacionista / de los dictadores que usurpan el poder / No voy a ser ningún colaboracionista / de los amos maltusianos del 5G”).
Musicalmente es un tema distintivo de Los Planetas
Meses después publicaron los siguientes dos temas, “El Rey de España” (lado A) y “El Apocalipsis Zombie” (lado B), con otras ilustraciones llenas de sátira.
En el caso de la primera, posee una letra un tanto críptica sobre otro de los temas de actualidad en España, obviamente relacionado con el Rey Emérito y sus andanzas. Musicalmente es la más cercana al shoegaze y a la psicodelia pop, con unas guitarras llenas de detalles y unos teclados pastorales a medio camino entre Mercury Rev y The Moody Blues.
La segunda es una balada en la que J utiliza la metáfora del zombie (muerto en vida): “El doctor Frankenstein ha conseguido amaestrarlos / Están por todo internet y en las emisoras de radio / en los telediarios y en el partido rojo y en el azul / Dirigen la organización mundial de la salud / Yo no quiero convertirme en una de esas criaturas horribles”
El tema que cierra el disco, “El Antiplanetismo”, con aroma a “Northern Sky” de Nick Drake, también se dio a conocer medio año antes del lanzamiento del LP. Musicalmente es una joya, incluida la forma de cantar a la andaluza. La letra, quizá algo moralizante, podría ser la declaración de principios de un predicador.
El más valioso aporte de Las canciones del agua se encuentra en el Lado A. “El manantial” -el tema más largo de Los Planetas con más de 12 minutos- es una auténtica obra de arte.
Pocas veces la voz de J ha relucido tanto, en este caso cantando un poema de Federico García Lorca sobre la naturaleza y el fluir de la vida y la muerte y que es el que inspira el título del disco.
“Luchando bajo el peso de la sombra / un manantial cantaba / Yo me acerqué para escuchar su canto / pero mi corazón no entiende nada / Era un brotar de estrellas invisible / sobre la hierba casta / nacimiento del Verbo de la tierra / por un sexo sin mancha”, es parte del maravilloso texto.
El piano de David Montañés es sencillamente monumental. Entre él, J y Florent, resuelven una canción que sin duda pasa a formar parte de las más memorables del grupo granadino.
Un considerable silencio sucede a “El Manantial”, como si -acertadamente- interpretaran que el oyente necesitara suspirar hondo antes de seguir la escucha, tras del cual realizan una particular versión de “Se quiere venir”, original del trapero granadino Khaled (Jalid Rodríguez Saoud)
De manera sorprendente, con Natalia Drago en el bajo, Edu Espín (hijo de la cantaora Carmen Linares) en la guitarra acústica y una caja de ritmos, le dan un giro estilístico a la canción para llevarla al terreno de Los Planetas
“Alegrías de Graná” -que vio luz como lado B de “El Negacionista”- es el mayor acercamiento al flamenco, aunque la manera de cantar de J esté del lado pop. De nuevo con Natalia Drago y Edu Espín (está vez sin Florent), J desarrolla una estupenda letra en clave romance.
El primer lado del LP termina con “Moralla”, interesante versión del también granadino Carlos Cano que, por supuesto, tiene todo el aroma a Granada. Por primera vez el grupo al completo toca en una pieza.
Tras el intenso Zona temporalmente autónoma (2017) y el fantástico experimento con Niño de Elche bajo el nombre de Fuerza Nueva (2019), este disco deja la sensación de ser un álbum recopilatorio de momentos concebidos durante una época incierta y desconcertante, pero en definitiva, retadora.
La presentación del LP con maravilloso arte de Javier Aramburu merece la pena sobre todo en la edición limitada tipo carpeta con vinilo transparente.
El tiempo ayudará a asentar -o no- el contenido de este álbum, entre lo cual varias canciones ya tienen un puesto asegurado en el altar de Los Planetas
Juan Carlos Ballesta
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