El 9 de mayo de 2006 el dúo de San Francisco conformado por M.C. Schmidt y Drew Daniel publicó su sensacional y conceptual sexto álbum
Matmos
The Rose Has Teeth in the Mouth of a Beast
Matador. 2006. EE UU
La música electrónica es un universo tan amplio como fascinante, a pesar de la gran cantidad de propuestas prescindibles y mediocres. Hay dentro de él muchas obras que reflejan una maravillosa simbiosis hombre-máquina, una relación que desde el nacimiento de la revolución industrial en el siglo 19 ha signado a la humanidad.
Entre lo más trascendente surgido a finales de siglo 20 está Matmos, un dúo afincado en San Francisco (Estados Unidos) con una carrera de inusuales características.
El proyecto comenzó hace más de diez años como un intercambio musical a distancia, entre Andrew Daniel -que vivía en Londres- y el artista visual Martin C Schmidt, quienes se habían dejado seducir por la electrónica nada convencional de Autechre, Aphex Twin y u-Ziq.
Los dos intentos iniciales, Matmos (1997) y Quasi-Objects (1998), reflejaron sus inquietudes por el procesamiento de sonidos de la naturaleza, el entorno doméstico y por instrumentos acústicos.
Sin embargo, aún su sonido no había logrado el equilibrio entre experimentación y accesibilidad, algo que comenzaron a conseguir con The West (1999), una especie de “jam electro-acústico” en el cual dieron cabida a un cuarteto de violines, banjo, guitarra eléctrica y modernas técnicas de edición.
El gran salto ocurrió con A Chance to Cut is a Chance to Cure (2001), inspirado por el proceso que envuelve una cirugía plástica. Durante varias operaciones, el dúo grabó en pleno quirófano una serie de sonidos producidos por los instrumentos quirúrgicos y los cortes de piel para usarlos luego en cada una de las siete piezas de techno experimental que componen la obra.
Ese trabajo llamó la atención de Björk, quien los invitó a participar en sus discos Vespertine y Medulla y los convirtió en parte esencial de su banda en directo.
Las sorpresas siguieron con The Civil War (2003), una incursión en el mundo del folk, el country, el bluegrass y la música renacentista a través del filtro de sus laptops. Esta obra representa una de las más novedosas formas de imbricar la música tradicional y la historia de Norteamérica y Gran Bretaña con laberínticos ritmos y atmósferas electrónicas.
La espera de tres años mereció la pena ya que The Rose Has Teeth in the Mouth of a Beast (2006) es uno de los más logrados documentos de la electrónica contemporánea, una envolvente colección de fracturados retratos audiovisuales dedicados e inspirados por diez prominentes figuras homosexuales de la cultura.
La fantástica “Roses and Teeth for Ludwig Wittgenstein” va para el filósofo austro-británico, estudioso de la lógica y ka filosofía del lenguaje, con la participación de Björk
“Steam and Sequins for Larry Levin”, es una pieza de corte bailable que dedican al famoso DJ neoyorquino, prototipo de la música bailable de la era post-disco. El aporte de Mark Lightcap en los vientos es fundamental
“Tract for Valerie Solanas”, es un abstracto trip hop dedicado a la feminista radical autora del Manifiesto Scum y quien en 1968 intentó asesinar a Andy Warhol
“Public Sex for Boyd McDonald”, dedicada al escritor estadounidense editor de la publicación de pornografía gay y literatura erótica S.T.H., es un hip hop / downtempo instrumental de carácter hipnótico
El disco continúa con “Semen Song for James Bidgood”, un tema sosegado y ambiental con piano de Matthew Fuerst, cuerdas arregladas por Jefferson Friedman y la distintiva voz de Antony Hegarty, que se inspira en el artista y director de cine de vanguardia neoyorquino, famoso por el filme “Pink Narcissus” que tomó siete años en realizarse (1963-70) y documenta la vida de un joven desnudo dentro de un pequeño apartamento.
Durante años fue atribuido a “autor anónimo” e incluso Andy Warhol, hasta que en 1998 el novelista y ensayista Bruce Benderson dio con el autor original. La agrupación Tuxedomoon hizo un soundtrack imaginario en 2014.
Otro tema envolvente y de cierto dramatismo es “Snails and Lasers for Patricia Highsmith”, con aroma a smooth jazz, que cuenta con Brian O’Reilly en el contrabajo, Steve Goodfriend en la batería y Amy Vaillancourt en el corno francés.
Lo inspira la famosa novelista nacida en Texas
“Germs Burn for Darby Crash”, está dedicada al cantante y compositor californiano cofundador de la banda punk Germs, quien se suicidó con una sobredosis de heroína en 1980, a los 22 años.
La pieza es una intrincada teleraña rítmica con sonidos inquietantes.
La pieza más corta es “Solo Buttons for Joe Meek”, inspirada por el músico y productor inglés pionero de música pop experimental y el “spage age”, que hizo interesantes aportes al futuro del post rock, la psicodelia y la electrónica con efectos de sampling en la era analógica, reverberación y manipulación de pistas.
El resultado es una especie de psychobilly mutante, con la participación especial de Kronos Quartet, Steve Goodfriend en la batería, Jay Lesser en el bajo, entre otros
El tema más largo con casi 14 minutos, contrastando con el anterior, es “Rag for William S. Burroughs”, dedicado al siempre polémico e influyente escritor estadounidense, también artista visual, cronista y ocultista, una de las figuras relevantes de la Generación Beat.
A lo largo de su desarrollo participan Darcy Bartoletti en el darbuka, Michael Brown y Leif Farifield en la percusión y Mark Lightcap en la trompeta, mientras M.C. Schmidt y Drew Daniel despliegan una serie de grabaciones de campo como máquinas de escribir, ondas de radio, entre otras, además de piano, creando una interesante amalgama que va adquiriendo forma a medida que se desarrolla
El disco cierra con la solemne “Banquet for King Ludwig II of Bavaria”, inspirada por el rey de Baviera conocido como “El Rey Cisne”, gran mecenas de Richard Wagner.
Cuenta con la participación de la increíble vocalista noruega Maja S.K. Ratkje y la notable tuba de Mark Lightcap
La edición japonesa posee el atractivo adicional del tema “Kendo For Yukio Mishima”, un interesante e inquietante minimal techno, inspirado por el poeta, escritor, actor y modelo japonés.
Hay en este ecléctico disco, música concreta, mutant-disco, ragtime árabe-psicodélico, porno-funk, jazz noir, minimal techno, y otras bizarras denominaciones. Era, al mismo tiempo, el más melódico y conceptual de sus álbumes, con invitados especiales como Kronos Quartet y las voces de Antony y Björk y un estupendo diseño que incluye 10 dibujos- comisionados a otros tantos artistas- para acompañar a cada tema.
En perspectiva, The Rose Has Teeth in the Mouth of a Beast representa el punto medio de la prolífica y muy interesante carrera del dúo, compuesta por doce álbumes en 25 años.
Pocos proyectos tan aventurados, arriesgados e innovadores como Matmos.
Juan Carlos Ballesta
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