En 1976 el aventurado cuarteto de jazz fusion liderado por Chick Corea y Stanley Clarke publicó su mas celebrado trabajo, el mas cercano al progrock
Return to Forever
Romantic Warrior
Columbia. 1976. EE UU
Corría el año 1976 y cada vez que ahorraba algo de dinero de mi mesada de adolescente el destino era (por supuesto) gastarlo en alguna tienda de discos. Ese día en particular estaba en el Centro Comercial Los Ruices en Caracas, relativamente cercano a mi casa y mientras revisaba las novedades el personal de la tienda colocó en el sistema interno un disco que al empezar a sonar me detuvo de inmediato para ponerle atención.
El asunto sonaba medio a rock progresivo (o sinfónico como lo llamábamos en la época) pero tenía algo diferente, era música instrumental pero sonaba con una fuerza inédita para mis oídos, con una batería arrolladora, sonidos inesperados de sintetizador.
Me acerqué a ver la carátula y tomé nota: Return To Forever – Romantic Warrior. Recuerdo que seguí revisando discos, debo haber comprado otra cosa ese día, pero la huella sonora me quedó incrustada en la cabeza.
Algunas semanas después, de visita por una tienda de discos en el Unicentro El Marqués, se me apareció el disco de nuevo (estaba resaltado en la vidriera de la tienda) y decidí correr el riesgo.
Así compré mi primer disco de «jazz» (aunque en ese momento ni siquiera sabía que era «jazz» y no sabía quiénes eran esos músicos).
Así fue mi primer encuentro con Chick Corea, Stanley Clarke, Al Di Meola y Lenny White. Yo creo que lo que me terminó de convencer fue la lista de instrumentos que Corea aparecía tocando en la contraportada del LP: Acoustic Piano, Fender Rhodes, Hohner Clavinet, Mini Moog, Moog 15, Micromoog, ARP Odyssey, Yamaha Organ, Polymoog, Marimba, Percussion.
¡Adiós Wakeman y Emerson… bienvenido Chick Corea!
«Medieval Overture» era el tema que me había atrapado y hoy en día sigue sonando tan arrollador como siempre. Moviéndose a un tempo frenético, el virtuosismo de los músicos es impactante, ya sea las escalas de sintetizador a mil por hora, los punteos milimétricos de guitarra eléctrica, los redobles implacables de batería o los golpes de cabilla del bajo, el asunto es una explosión de musicalidad como pocas veces ha sido registrado en una grabación del género que sea.
Está claro al revisar los créditos de este álbum que Chick Corea era el líder pues compone la mitad de los seis temas, pero cada músico tiene espacio para incluir alguna pieza y todos pasan con honores su asignación: «Sorceress» (tema 2 del lado A) está compuesta por el baterista Lenny White con un toque «funky» y un tempo más sosegado que nos permite descansar de la arremetida inicial.
El lado A cierra con la pieza que da título al disco: «The Romantic Warrior«, pieza acústica muy larga y con solos de todos los músicos (en particular el sólo de bajo de Clarke en esta pieza es impresionante), no sé si tenga alguna relación pero todos los discos progresivos de la época solían incluir algún segmento acústico, era casi una regla.
El lado B lo abre una sólida composición de Di Meola, «Majestic Dance«. En retrospectiva uno puede ver aquí las señales que marcaron buena parte de la carrera posterior de Di Meola como solista (quien saldría de RTF después de la gira de promoción de este disco).
Escalas exóticas, riffs rockeros, unísonos de guitarra y teclados, percusión explosiva… Mucha música en el terreno del jazz fusión «floja» que se hizo en años posteriores (particularmente en los 80) tomó nota del asunto y lo reprodujo pobremente. En esta grabación esas ideas aparecen aún frescas y la influencia de RTF sería decisiva para muchos imitadores que tratarán de reproducir este sonido en los años siguientes.
Sigue «The Magician«, una pieza de Stanley Clarke que presenta una sonoridad acorde con el tema «medieval» de la portada, destacando el uso de un bajo «piccolo» y muchos armónicos, continuando el recurso de establecer múltiples líneas melódicas interpretadas por instrumentos de timbres contrastantes.
Cierra el disco la pieza probablemente más alineada con el sonido del rock progresivo que nos sugería el intro y la portada del disco: «Duel of the Jester and the Tyrant«, una composición de Corea que marca todas las casillas del género: solos alucinantes de todos los músicos, cambios de tempo y de métrica, escalas tocadas a 4 (o más) manos a velocidades de multa, segmentos melódicos y orquestados con sonidos sintetizados, temas recurrentes, variaciones, diálogos instrumentales…
Romantic Warrior fué el último disco editado por esta formación de RTF. Una posterior versión de la banda mantuvo a Chick Corea y Stanley Clarke, pero sin Al Di Meola y Lenny White la propuesta se suavizó por completo, convirtiendo a RTF en un grupo vocal (con instrumentos de viento) anclado alrededor de la inclusión de Gayle Moran (pareja de Corea) en las voces. Esa última formación «soft» de RTF duró muy poco, apenas grabó un solo disco en estudio y uno más en vivo.
El correr del tiempo ha redimido sin embargo a la versión «clásica» de la banda de mediados de los 70 como la más admirada e influyente por sobre la versión inicial del grupo que grabó dos discos y que incluía a los brasileños Flora Purim y Airto Moreira, junto a Joe Farrell -además de Corea y Clarke-. También tenía lo suyo aquella formación que grabó el tema más reconocido de Corea, «Spain«, etapa que merece un capítulo aparte.
En 1983 Corea, Clarke, Di Meola y White realizaron un breve tour de reunión del que no quedaron grabaciones oficiales, pero una segunda reunión, en 2008, resultó más fructífera, dejando un disco y un video oficial en vivo, ambos muy recomendables.
Sin piezas nuevas, el repertorio se centró en temas de los cuatro trabajos de la formación «eléctrica» de RTF (el primer disco de esa formación, Hymn of the Seventh Galaxy, grabado en 1973 con el guitarrista Bill Connors se considera la primera grabación de esta versión de la banda, Di Meola entraría como reemplazo en la guitarra en 1974 para la grabación de Where Have I Known You Before y posteriormente la edición de No Mistery en 1975).
No se puede hablar de la música de los 70 sin mencionar el género del jazz fusión. RTF fue una de las bandas fundamentales de ese período y Romantic Warrior uno de los discos fundamentales del género.
Gabriel Pérez /Toronto