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Adiós a la polifacética Rosario Bléfari

Rosario Bléfari
Foto: Cecilia Salas

Artista versátil, honesta y de varias caras, la argentina incursionó con éxito y dedicación en la poesía, el cine, el teatro y la música, tanto con la recordada agrupación de los 90, Suárez, como solista y proyectos recientes como Sue Mon Mont. A los 54 años un cáncer se la llevó de manera prematura, dejando un cuerpo de trabajo de amplias proporciones.

Recuperamos la entrevista que le realizamos en 2009 (publicada en nuestra edición impresa #5), con motivo del que en aquel momento era su más reciente disco como solista y su premio como mejor actriz en el Festival de Cine de Nantes, que confirmaban su especial sensibilidad y valor como artista.

 Mariela Cordero

 “la unidad de tiempo es la respiración y el latido de mi inclinación” (Fragmento de la canción “Descenso”).

Rosario Bléfari ha demostrado ser una artista completa, diversa y fecunda.

Después de su liderazgo en la banda argentina Suárez por casi una década, Bléfari ha continuado una intensa carrera artística y musical.

Con marcada naturalidad, se ha expresado en distintos senderos del arte, como la dramaturgia, la actuación y la poesía. Participó en 11 películas y 2 telefilmes y ha tenido la oportunidad de trabajar junto a directores como Albertina Carri y Martín Rejtman.

Bajo la dirección del último, conquistó el premio de mejor interpretación femenina, en el Festival Internacional de Cine de Nantes (Francia) por su rol protagónico en el filme “Silvia Prieto”. Paralelo a ello, es autora de dos obras de teatro y de un libro de poesía titulado “Poemas en prosa”.




En el ámbito musical cabe resaltar que a finales de 2008 se presentó en el Festival de Música Electrónica Experimental Worldtronics (Berlín), donde compartió escenario con la colombiana Lucrecia, la norteamericana Julia Holter, la austriaca Dorit Chrysler y la japonesa Mico, entre otras.

Hace poco, presentó su cuarta producción discográfica Calendario (2008), donde reinventa su propio paso de los días, ajustando su tiempo, sin delaciones externas ni apremios ajenos. Acoplada a su propio ritmo, así fue el transcurso de grabación de este disco.

 

Aportando un valor artístico único, Matías Perego, inspirado en las canciones que componen Calendario, pintó un cuadro por cada una de ellas. El fruto de este elaborado proyecto se palpa en la conciliación de doce canciones esenciales e intimistas y un brillante disco-objeto. Esto fue lo que dijo Rosario Bléfari durante un enriquecedor dialogo con sobre el actual disco y sus proyectos:

Expresándote entre tantas y diversas artes ¿Crees que existe un hilo conductor entre todas ellas?

Por supuesto, hay un continuo entre todas ellas. Para mí es la escritura en primer lugar, a partir de lo que se escribe me parece que es posible después derivar en otras expresiones. Creo que aunque una persona se especialice sólo en alguna de ellas, entiende un poco de todas las demás.

Hay por supuesto un saber y un profundizar en el oficio de cada una que es más difícil o lleva más dedicación y tiempo, pero hay un saber latente en cada persona que hace que utilice modos y procederes de todas las artes, ya por el sólo hecho de ser espectador, por ejemplo.

¿Con cuál de las disciplinas artísticas que has manifestado, fluyes especialmente?

Creo que con el canto, pero el canto más que nada de mis propias canciones, porque me gusta el hecho de haberlas escrito yo y disfruto cantarlas por eso, porque sé exactamente de qué tratan. Con canciones ajenas me pasa sólo de modo privado, en mi casa, cantando algún tango de vez en cuando.

También porque me gusta mucho la actuación que acompaña al cantar, esa actuación del decir algo cantando. Cuando era muy joven me gustaba mucho actuar en el cine, y me sentía como pez en el agua, pero no desarrollé esa carrera por muchas razones, por no tener tal vez la fuerza suficiente para enfrentar el mundo del casting, de la ilusión y la decepción de ser elegido o no para un trabajo, depender tanto de los demás.




Agradezco mucho haber tenido la posibilidad de trabajar en “Silvia Prieto” con Martín Rejtman, fue una película importante que me marcó en muchos aspectos, más de los que en ese momento hubiera sospechado.

Creo que podría haber hecho mucho más en el cine, en el sentido de lo mucho que me gusta actuar en cine, pero todo, todo, no se puede. Hoy en día trabajo principalmente en la música pero estoy atenta a cualquier posibilidad que pueda surgir en relación a la actuación, hace un año trabajé en dos telefilms dirigidos por Albertina Carri y Rodrigo Moreno, respectivamente, y me encantó estar nuevamente frente a las cámaras. Lo mismo la experiencia del videoclip del tema “Reservado” de mi último disco, dirigido por Adrián Bellone quien ha sido un excelente director y realizador, y lo ha hecho con la dedicación de un cineasta.

Rosario Bléfari
Foto: Eleni Adamopoulou

¿Qué representó para ti la participación en el festival de música electrónica Worldtronics de Berlín? Cuéntanos además la experiencia de compartir escenario con artistas como Lucrecia, Julia Holter y Mico, entre otros.

Fue un desafío ir sola a ese festival a mostrar parte de mi música que, aunque son canciones, está relacionada más con otras sonoridades y no con la instrumentación clásica de rock que es la habitual en mí. También me alentó a no descuidar ese aspecto de mi trabajo más relacionado con el azar, la investigación, los sonidos. Compartir con las demás fue un gran honor y la sorpresa de ver a otras mujeres en distintos caminos y de distintos orígenes pero con un temple muy similar. Quisiera crecer en este aspecto de mi música.

¿Cómo fue el proceso de transición entre Misterio Relámpago (2006) y tu actual producción discográfica Calendario?

Fue difícil porque tenía una acumulación de temas de todo tipo que iban haciendo fila para ser grabados. Pensaba que seguiría un disco bastante rockero también pero un poco más oscuro. Sin embargo, después de tocar mucho Misterio con la banda que lo grabó, ésta se disolvió en parte por mi decisión.

Por ello decidí grabar así, de una manera muy libre en relación a los procedimientos habituales de ir a un estudio, primero grabar la batería y todo eso. No reniego de eso y tal vez el próximo sea así, pero también fue un deseo de poder manejar los tiempos de la grabación, la mezcla, que muchas veces dependen mucho de los demás, de las personas con las que se trabaja.

 ¿Por qué Calendario?

Tiene que ver con lo del tiempo a mi cargo, la idea de armar un calendario propio a la hora de registrar las canciones, un intento de control propio del tiempo.




El tema “Reservado” narra la espera de un amor que no llega. ¿Es el amor un invitado esencial en Calendario?

Sí, el tema del amor aparece a lo largo de todo el disco porque últimamente he visto que la canción de amor es un poco la excusa formal para poder ensayar las distintas formas de la canción desde distintos personajes y situaciones que se explayan sobre ese tema.

Como el de “Reservado”, que es alguien que le habla a quien aún no ha conocido y que se transforma en un pedido, un capricho casi, queriendo que la persona a la que espera sea una persona determinada, alguien parecido, casi su otro yo.

Me gusta mucho salirme de mi lugar, de mi situación y asumir otros puntos de vista. Es una de las formas en que la parte de actriz que participa de lo musical.

¿Además de promocionar tu nuevo álbum, en qué otros proyectos trabajas actualmente?

En la elaboración de un programa pedagógico para dar una residencia a artistas en la bienal de Porto Alegre, Brasil, justamente con el taller de canciones.