En la historia del rock pocas bandas han llevado una carrera más caótica y prolífica que The Fall. Su historia de 40 años estuvo plagada de cambios en su formación, erráticos contratos disqueros e incontrolables ediciones de discos no oficiales, explosivas presentaciones, desenfadas declaraciones y desplantes de su líder fundador y único denominador común a través de los años: Mark E. Smith. No hay The Fall sin Mark, ni Mark sin The Fall.
Es una relación umbilical solo rota con su muerte el 24 de enero de 2018, a la joven edad de 60 años luego de una vida llena de excesos que precipitaron su deterioro.
Juan Carlos Ballesta
The Fall se convirtió desde sus primeros años en una banda de culto, estatus que mantuvo desde fines de los años 70, influenciando a muchas agrupaciones alrededor del mundo. Su importancia, sin embargo, nunca fue bien ponderada por la industria discográfica, ni por la gran audiencia.
Sin duda, esto se debe a la anárquica, inestable, y auto destructiva personalidad de Mark E. Smith, quién nunca se preocupó en manejar su obra de manera coherente, ni de la estabilidad de los músicos como miembros de The Fall.
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Eso fue siempre parte de su encanto, el encanto del caos. Más de 60 músicos pasaron por la banda, entre las cuales dos que se convirtieron en esposas de Smith (Brix Smith y Eleni Poulou), con una producción de 31 discos en estudio, 32 en vivo, 40 compilados, 13 EPs y 46 singles, un cuerpo de trabajo monumental. Religiosamente, casi un disco por año.
Formada en 1977 en Manchester, Inglaterra, en medio de la efervescencia del movimiento punk que desde Londres salpicaba al país y al resto de Europa, The Fall (nombre inspirado por novela de Albert Camus), se mantuvo como una banda marginal a ese movimiento, así como también al new wave de los años siguientes.
En medio de esas dos aguas, Smith y su tropa, desarrollaron un sonido áspero y a ratos atonal, lleno de guitarras corrosivas, bajos distorsionados y contundentes baterías, mientras la voz de Mark, hablando, gimiendo, declamando y cantando al mismo tiempo las crípticas letras, le imprimía el sello característico al sonido de la banda.
Una marca personal fue la terminación de muchas frases con “sze” o “ssaaa”. Las influencias de Velvet Underground, Captain Beefheart y la banda alemana Can, fueron decisivas desde los primeros tiempos, así como ecos de The Stranglers, Wire y otras bandas de art-punk.
Smith, siempre controversial y de difícil trato profesional, tuvo frecuentes roces con muchos de sus paisanos de Manchester, y eso incluyó ingenieros de sonido, productores, managers, locutores, periodistas y músicos como Peter Hook (Joy Division/New Order), Shaun Ryder (Happy Mondays) y especialmente Morrissey (The Smiths), a quien siempre se refirió como “Steven”.
Especiales fueron sus choques con Tony Wilson, uno de los personajes claves de la escena de Manchester como productor, locutor de radio y conductor de TV, dueño del sello Factory y del famoso local The Hacienda.
Para el momento de la aparición de su primer disco, Live at The Witch Trails (1979), ya la formación de The Fall había variado, una mecánica de cambios que se mantendría hasta el final. Con la aparición de Dragnet (1979) y Grotesque (After the Gramme) (1980), dos discos que consolidaron el culto por el grupo, vendría el primer cambio de sello discográfico.
Fue con la aparición de Hex Enduction Hour (1982), con otra nueva discográfica, que The Fall recibió las mejores críticas hasta ese momento. Pero el verdadero punto de inflexión ocurrió con la entrada al grupo de la guitarrista norteamericana Brix Smith, convertida poco después en esposa de Mark.
Con ella el sonido de The Fall logró un mayor sentido de la melodía, lo cual quedó plasmado en Perverted by Language (1983) y The Wonderful and Frightened World of The Fall (1984).
Con nuevos cambios de formación entre uno y otro disco, se sucedieron algunos de los mejores discos de The Fall: This Nation’s Saving Grace (1985), Bend Sinister (1986), The Frenz Experiment (1988) y la música para el ballet de Michael Clark, I Am Kurious Oranj (1988).
Tras divorciarse de Mark, Brix Smith abandonó la banda. El primer resultado, ya en la nueva década, fue el intenso Extricate (1990) disco muy bien recibido por la crítica, mientras que los siguientes Shif-Work (1991) y Code:Selfish (1992) tuvieron menos impacto.
Pero, Mark E Smith, muy dado a los vaivenes anímicos, nos regaló una seguidilla de discos antológicos en los noventa: The Infotainmet Scan (1993), Middle Class Revolt (1994), Cerebral Caustic (1995), el brutal The Light User Syndrome (1996), Levitate (1997) y The Marshal Suite (1999).
Entre estos dos últimos se produjo el incidente durante un concierto en Nueva York en la que Smith, en una de sus peores etapas con el alcohol, se peleó en tarima con los músicos. Ello resultó en el abandono del baterista original Karl Burns (que había regresado) y el bajista Steve Hanley, con la banda desde principio de los 80. Smith fue arrestado por atacar a la teclista Julia Nagle, su novia para entonces.
Decenas de discos recopilatorios y en vivo, unos muy buenos y otros con lamentable sonido y presentación, matizaron la extensa carrera de The Fall, la banda de cabecera del afamado locutor de la BBC John Peel, a cuyas Peel Sessions probablemente haya sido el grupo que más fue invitado. Al morir Peel en 2004, Smith apareció incoherente y muy tocado en una entrevista.
En el siglo 21, a pesar los problemas de salud que fueron apareciendo y haciéndose cada vez más notables, Mark E Smith se las fue arreglando para seguir su consistente trabajo en estudio y en vivo, editando otro conjunto de once álbumes que lejos de perder fuelle mantuvieron y reafirmaron un estilo único, comenzando con The Unutterable (2000), Are You Missing Winner (2001) y el controversial The Real New Fall LP (Formerly Country on the Click) (2003).
En 2005, tras la aparición de Fall Head Rolls, sus problemas de salud se incrementaron. Alcohol en exceso, drogas y una cantidad compulsiva de cigarros, comenzaron a hacer mella en su inquieta y hosca personalidad.
Pero el espíritu de Smith jamás decayó y junto a una nueva formación grabó los discos Reformation Post TLC (2007), Imperial Wax Solvent (2008), Your Future Our Clutter (2010), Ersatz GB (2011), Re-Mit (2013), Sub-Lingual Tablet (2015) y el último testamento grabado en silla de ruedas, New Facts Emerge (2017).
En los últimos tiempos, el doble cáncer de pulmón y riñón, aunado a la fragilidad de sus huesos, desembocó en lo inevitable.
Seguir su discografía es un acto tan fiel como heroico, que se compensa con la magnífica sensación de estar escuchando a una de las bandas más auténticas, incendiarias, catárticas y particulares del espectro pop que jamás se doblegó ante las modas, las imposiciones de los sellos disqueros ni los parámetros de la mayoría de los medios.
Como Mark E Smith nunca habrá otro.