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Black Sabbath: el nacimiento del heavy metal

Black Sabbath

El 13 de febrero de 1970 fue publicado el homónimo álbum debut del cuarteto ingles, blues con referencias ocultistas, inicio del heavy metal

Black Sabbath
Debut Album

Vertigo. 1970. Inglaterra

Más allá de las loables estadísticas y los epítetos grandilocuentes, la gran verdad es que este homónimo álbum es un interesante disco y un referente histórico dentro del rock. Tony Iommi, Geezer Butler, Bill Ward y el excéntrico Ozzy Osborne, como suele suceder, siguieron sus instintos para dar vida a un sonido de gran fuerza y cargado de densas emociones.

Sería el principio de una exitosa carrera dentro del competido mundo de la música. Una que no iniciaría con críticas favorables pero a la que el tiempo se encargaría de hacerle justicia.

Grabado en un día, Black Sabbath es un disco oscuro, lleno de anécdotas que quedan como ejercicio para usted, curioso lector. Hoy, sin mucho preámbulo, me voy directo con el disco cuya portada nos muestra un lugar a orillas del río Támesis. En la foto se aprecia una enigmática mujer que fue contratada para la ocasión. La autoría de la obra pertenece a Marcus Keef quien además fue el encargado del diseño gráfico.

Producido por Rodger Bain, quien además toca el arpa hebrea, bajo la audio ingeniería de Tom Allom y Barry Sheffield, Black Sabbath reúne siete temas a lo largo de casi cuarenta minutos.

Los siete temas de Black Sabbath

El disco inicia con el tema título, una pieza de 6’20” que comienza con el sonido de la lluvia al caer y unas espaciadas campanadas antes que Iommi irrumpa con su guitarra de un modo lúgubre que logra situarnos en un campo santo.




La escalofriante voz de Ozzy nos relata: “¿Qué es eso que está ante mí? Negra figura que me señala, da la vuelta rápido y comienza a correr, saber que soy el elegido…” La banda poco a poco agranda nuestros temores y todo se torna tan misterioso que acá la soledad no es buena compañera.

En el verso siguiente Ozzy nos infunde un temor mayor cuando nos dice que hay una “Gran silueta negra con ojos de fuego…”. La banda cambia la dinámica hacia el minuto 4’35” con una avalancha sonora y una agónica guitarra. Una obra abiertamente endemoniada en la que Ozzy clama por la ayuda del ser supremo.

El riff de Iommi fue inspirado en una de las partes de The Planets de Gustav Holst.

Luego es “Wizard”, una canción teñida de blues por la armónica de Ozzy e inspirada en Gandalf, el personaje de El Señor de los Anillos. Es, además, una pieza con un gran atractivo en la guitarra de Iommi y la batería de Ward.

“Mañana brumosa, nubes en el cielo, sin alertar el mago camina cerca profiriendo un hechizo…” La banda da todo su peso entre la voz y la armónica con Iommi haciendo algunas figuras entorno.




La pieza es seguida por “Behind The Wall Of Sleep” cuyos versos macabros nos dicen en parte: “Preciadas copas dentro de las flores, mortales pétalos con extraños poderes, rostros que brillan una mortal sonrisa, tras de ti en tu juicio, de pié a cabeza entumecido y con escalofríos, gélido sol con helado brillo…”

El bajo de Butler y la alternancia entre versos y riffs nos atrapan y Tony Iommi hace alarde de sus talentos como guitarrista con buen solo. La pieza recuerda en parte a “Heartbreaker” de Led Zeppelin II.

N.I.B.” es la diabólica historia de Lucifer quien, enamorado de una mujer humana, se convierte en mejor persona. Butler inicia, pera es nuevamente Iommi llama nuestra atención con su solo. El ocultismo impregna el disco. Así cerraba el lado A.

El repertorio continua, abriendo el lado B, con “Evil Woman, Don’t Play Your Games With Me” y frases como: “Veo la mirada del mal en tus ojos, me has estado llenando de mentiras, la piedad no cambiará tu vergonzosa actitud, llevarás la amarga semilla de otro”

La pieza es original de la banda Crow y le fue sugerida a la banda por su manager Jim Simpson quien insistió incluyeran un éxito comercial en el repertorio. Pese al rechazo de la banda, la pieza fue finalmente incluida.

Sleeping Village” continua este fantástico álbum con Bain en el arpa hebrea y Iommi en la acústica. Luego de la corta pero sombría introducción, Black Sabbath nos cautiva con un desarrollo instrumental durante el tiempo restante.




El álbum culmina con “Warning”. Canta Osborne: “Cuando te conocí, miraba al cielo, cuando el sol se tornó borroso, y las estruendosas nubes pasaban…”. “El mar comenzó a temblar, y el viento a gemir, debió haber sido una señal para que te dejará totalmente sola… nací sin ti nena, pero mis sentimientos eran un poco fuertes…”

A lo largo de sus 10’30” destaca nuevamente Tony Iommi, literalmente con un solo provocador y extenso a lo Alvin Lee (Ten Years After) que va desde el 3’20” con Bill Ward y Geezer Butler demostrando también sus habilidades, hasta el final de la canción donde Iommi parece haber sido poseído por un espectral Eric Clapton.

De aquellos días de rock duro resuenan los nombres de Uriah Heep, Deep Purple y Led Zeppelin, los tres británicos. Black Sabbath abriría un nuevo capítulo, influido aun por la psicodelia y el blues, con elementos de ocultismo y una estética que irían puliendo con el paso de los años, ya convertida en la banda referencia del heavy metal.

¡Qué época tan prolífica!

Leonardo Bigott


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