Inicio Archivo discografico 11 Cuentos: la primera impronta hip-pop de Chucknorris

11 Cuentos: la primera impronta hip-pop de Chucknorris

Chucknorris 11 cuentos

En noviembre de 2005 la agrupación caraqueña hizo su debut con una interesante mezcla de melodías pop e inflexiones hiphoperas

Chucknorris
11 Cuentos

FNB Grabaciones. 2005. Venezuela

Lo primero que llamaba la atención de Chucknorris era su nombre, tomado del conocido ex-campeón de karate y actor de prescindibles películas violentas hechas en Hollywood. Más allá de esa escogencia, la propuesta musical de este cuarteto caraqueño representó una de las revelaciones del año 2005.

Su disco debut 11 Cuentos, grabado y coproducido por Claudio Ramírez (años después parte de la banda) y editado por FNB Grabaciones a finales del mes de noviembre de aquel año, así lo testificaba.

Nunca ha sido fácil poder modelar un sonido en el que la música pop y el hip hop convivan de manera simbiótica, sin que ninguno predomine sobre el otro. Quizá Gorillaz es el mejor y más exitoso ejemplo de esa mezcla, grupo que para entonces había publicado los discos Gorillaz (2001) y Demon Days (2005).

El mérito principal en este caso hay que endosárselo a Carlos Eduardo Reyes (hoy día en México trabajando como Reyes), compositor musical de todos los temas y encargado de la guitarra, bajo, armónica, flauta, samples y software.

El conocido rapero Breker (ex Danza Mecánica), responsable de los textos, logró encajar su modo de vocalizar de forma sorprendente, dejando a un lado algunos de los más utilizados clichés del hip hop mientras realizaba algunos guiños al pop melódico.

Ambos, cada uno respetando su estilo, lograron crear interesantes armonías vocales en varios temas, con la música fluyendo entre ritmos funky y hiphopeados, inteligentes scratches, samples de diversos tipos y guitarras enraizadas con la labor anterior de Reyes en el recordado trío Claroscuro.

Por su parte, DJ Baffa (ex Sur Carabela) se encargó de aderezar la labor de Breker y Reyes con una serie de imaginativos scratches y colchones de sonidos, una labor que en su momento fue especialmente apreciada en directo.

Aunque Chucknorris en principio solo utilizaba ritmos electrónicos, la inclusión del Tomás Mena (ex Le Merm) en la batería enriqueció el sonido del grupo.

Como su nombre lo indica, la obra está compuesta por once temas. El primero de ellos, “Shaman”, sienta las bases del disco con una potente vocalización de Breker sobre un fondo de scratches y samples de sitar.

Sigue “Papillón”, un llamativo techno-rock en el que la voz principal corresponde a Reyes.

El momento más pop es “Naúfrago”, que en algo recuerda a Claroscuro.“Apollo 13” en cambio es una especie de downtempo con muy buena linea de bajo y una voz en semi-falsete.

Las influencias del hip hop reaparecen plenamente en “Taj Mahal” (cuyo videoclip dirigido por Hans Hoj. se incluye en el disco), una pieza en la que se alternan las voces melódicas y rapeadas sobre un fondo instrumental algo épico, con fragmentos sampleados de Camilo Sesto.

Houdini”, es una interesante mezcla de scratches, ritmos latinos sampleados y electrónicos. El videoclip en stop motion dirigido por Gregory David Escobar es sencillamente fantástico

La segunda mitad del disco, aunque nada despreciable, es menos redonda que la primera. Hay temas como “Acero” y “Nessi”, en las que más allá del estilo de Breker, se deja colar cierta influencia de Gustavo Cerati.

En el triángulo” es el tema más sosegado, a medio camino entre la bossanova, el dowtempo y el lounge, mientras “Mundana”, un hip hop abstracto ideal para el lucimiento de DJ Baffa, cierra el disco.

Para un grupo que aquel momento tenía apenas un año de formado, resultaba un éxito haber podido grabar y editar su primer disco en tan poco tiempo, con notable resultado. Todo apuntaba a que Chucknorris seguiría un camino ascendente.

Casi cinco años después, vio la luz su segundo álbum, Incandescente (2010), ocasión en la que la banda ocupó la portada de nuestra sexta edición impresa, para luego presentarse en el Concierto Ladosis #9.

Desafortunadamente, la banda se disolvió no mucho tiempo después. Su interesante legado merece la pena ser rescatado.

Juan Carlos Ballesta