Uno de los más queridos y respetados protagonistas del rock venezolano terminó con su vida, inundando de tristeza y perplejidad a todo el que lo conoció
Son muchas las muertes de músicos que nos impactan, entristecen y producen un gran vacío.
Pero cuando fallece un músico con el que tuvimos gran cercanía y empatía, nunca hay suficientes ni adecuadas palabras que reflejen al mismo tiempo la pena, la admiración y el agradecimiento.
Recordamos la entrevista que le realizamos en 2012 con motivo del regreso de Zapato 3, así como su último concierto en Madrid con la banda, incluido el vídeo de «Pantaletas Negras» con la que cerraron.
Diego Márquez deja un importantísimo legado dentro del rock venezolano.
Juan Carlos Ballesta
Quizá el nombre de Diego Márquez a bote pronto no diga mucho a algunos lectores no venezolanos, pero su trabajo a lo largo de varias décadas, sin duda, tiene gran relevancia en el rock latinoamericano, como baterista, guitarrista, cantante, compositor, productor, así como en el meticuloso rol de ingeniero de sonido, mezclas y masterización.
Diego comenzó sus andanzas públicas siendo un adolescente en las primeras encarnaciones de la banda caraqueña Zapato 3 durante la segunda mitad de los años 80, cuando surgió una nueva camada de bandas en la capital venezolana que revolucionó el rock y le dieron una nueva personalidad y alcance.
Allí estaban grupos como Sentimiento Muerto, Desorden Público, El Rastro, Novo Tango, Postdata, El Enano de la Catedral, Radio Clip, Spias y muchos más.
Márquez grabó con la formación estable que incluía a Fernando Batoni, Carlos Segura y Álvaro Segura los dos primeros discos de Zapato 3, Amor, Furia y Languidez (1989) y Bésame y suicídate (1991), disco de gran importancia luego del cual se separó, para volver años después.
En 1996, Márquez se unió de nuevo a Z3, y aunque participó en la importante gira del siguiente año, no llegó a tocar (aunque si lo mezcló) en Ecos punzantes del ayer (1999), el cual hasta hoy permanece como el último trabajo en estudio de la banda a pesar de su vuelta en 2012.
Avanzada la década de los 90, Diego le dio vida a Pacífica desde un rol muy distinto al de batería, al tiempo que comenzaba como productor e ingeniero de audio.
Con Pacífica publicó tres discos pasando de la batería a la guitarra y compartiendo la voz principal: D’art (1998), 01 (1999) y .22 (2007).
En Pacífica compartió en la distintas etapas con José “Pinguino” Echezuría, Jean Pierre Felce, José Gabriel Díaz, Héctor “Tito” Fierro, Claudio Leoni, Emerson Hernández, Enrique Figueredo y otros más.
Diego, de alguna manera, nos recordaba la metamorfosis de Dave Grohl de Nirvana a Foo Fighters
El crecimiento profesional de Diego Márquez fue realmente notable, produciendo para muchos grupos, entre ellos Caramelos de Cianuro, Los Paranoias, Después de Vieja, Spias, Circo Vulkano, Los Pixel, Languidez, Repe, Yátu, como miembro temporal de grupos como Trance Nuance, y tras la consola (en estudio o en vivo) de muchas bandas, como La Misma Gente, Sofía Insomnia, Yátu o varias ediciones del Festival Nuevas Bandas.
En 2019, Diego decidió emprender un nuevo camino hacia Europa, haciendo escala en Barcelona para entonces recalar en Suiza. Desde allí había emprendido un proyecto llamado Foco Volumen definido en estos términos: «Es un proyecto que adapta canciones de décadas pasadas, llevándolas a otro género musical en el presente. Focovolumen promueve la unión de músicos de diferentes géneros y agrupaciones en un mismo tema musical».
El último concierto de Diego Márquez con Zapato 3
Aquel mismo año 2019, Zapato 3 presentó en Madrid el segundo de los conciertos en España del Asfalto Tour y quiso el destino y la pandemia que ese concierto en la Sala Copérnico se convirtiera en la última presentación de Diego con Z3, y por ahora también la última que ha dado la banda ya que fue imposible llevar a cabo lo programado para 2020.
Aquella mañana se había realizado la rueda de prensa y en ella nuestro último abrazo de reencuentro.
El concurrido y emotivo concierto, repleto como era lógico de varias generaciones de venezolanos seguidores de Zapato 3, terminó con la emblemática canción «Pantaletas Negras«.
(Leer aquí la crónica)

Foto: Juan Carlos Ballesta

A las puertas de una nueva gira de Zapato 3 que comenzaría en marzo de 2022, el apreciado y respetado Diego Márquez se quitó la vida.
Surgen entonces las preguntas sin respuestas. Los suicidios siempre se ven de reojo. La sociedad aun no ha aprendido a tratarlos.
El entusiasmo de Diego fue siempre un aliciente para todos los que a lo largo del tiempo pudimos trabajar con él. Su risa perenne, inmediata, sonora y contagiosa, vivirá por siempre y nos acompañará como la mas genuina expresión de su afable personalidad que apuntalaba su gran profesionalismo.

Foto: Óscar Ribas T.
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Entrevista con Diego Márquez
En agosto de 2012, con motivo de la largamente esperada reunión de Zapato 3 que dio como origen una muy exitosa gira nacional bautizada como “La Última Cruzada” (publicado como doble CD en 2014, con producción, mezcla y masterización de Diego) realizamos un trabajo especial para la edición impresa 24 de Ladosis, en la cual entrevistamos a cada uno de los integrantes de la banda por separado.
La ocasión es propicia para recuperar un resumen de la conversación que sostuvimos con un muy animado Diego Márquez.
Antes de esta gira, ¿Cuándo había sido la última vez que tocaste con Z3?
Yo me salí justo antes que comenzaran el proyecto de Ecos punzantes del ayer, aunque terminé mezclándolo. Participé en la gira que se llamó “La razón de estar aquí”, en 1997, que fueron como 30 conciertos, incluyendo la despedida de Soda Stereo.
Entonces me dediqué a Pacífica. He estado involucrado con Z3 desde 1986, cuando tenía 15 años, en la época de Javier Avellaneda. Temas como “Obstinado” y “Donde estás” se compusieron en esos años.
Como baterista estuve aquel año 86 y me fui, volví para el primer disco (1989), me retiré después del segundo (1993), regresé luego del cuarto (1996) y me retiré antes del último (1998).
Aquella primera época es muy recordada, el sonido era distinto. La escena caraqueña ebullía
En el 86 tocamos en Lantro. Como era menor de edad, el dueño me decía que si llegaba la policía me escondiera debajo de la tarima. Jorge (Ramírez) y Mauricio (Cepeda) eran parte fundamental. Ninguno quería que entrara otro guitarrista pero al final ambos salieron del grupo y entró Álvaro.
Quedan como trío en 1988, con batería electrónica, hasta que Javier renuncia y llega Carlos. Con esa formación tocan en Mata de Coco el concierto “30 años de rock & roll”, al cual asistí como público. Fernando y Álvaro tenían mucho en común, habían estudiado juntos diseño en el Instituto Neumann. Estaban haciendo un disco con Fernando Venturini que nunca salió.
Deciden volver a tener baterista y me llaman como invitado. Tocamos en la Casa de la Cultura de Chacao y al ver la reacción tremenda de la gente les dije que me metieran fijo o me iba. Había montado un montón de temas en dos ensayos, así que me quedé.
Aquella época tuvo su encanto, Z3 era un grupo de culto. En un año logramos muchísimo, toques llenos en Mata de Coco con mil personas y gente afuera, que nos ayudaron a grabar el primer disco.
La de los 80 fue una década muy interesante, más de lo que muchos creen. Se tenía aún la influencia cercana de los grandes grupos de los 70, mezclada con las tendencias post-punk. Muchos escuchábamos King Crimson, XTC y The Cure simultáneamente
Yo practicaba seis horas diarias de batería. Escuchaba los discos que mi hermano traía, como The Cure, Siouxsie & The Banshees o Echo & The Bunnymen, pero practicaba oyendo a Genesis y King Crimson. Yo usaba un redoblante 8 x 14 pulgadas. como el de Bill Bruford.
Con 15 años vi un concierto de Genesis, el día del cumpleaños de Chester Thompson.
¿Cuál ha sido tu responsabilidad en esta reunión?
He estado ligado a Z3 durante casi toda su historia, como baterista, mezclando o incluso en la última gira que abrimos los conciertos con Pacífica. Mi experiencia como productor e ingeniero de sonido contó mucho. Lo primero que hice fue bajarme todas las canciones de Z3, ya que no tenía ningún disco. Me reúno con Fernando y empezamos a escoger canciones, estudiar la velocidad y analizar la estructura. Hicimos un mapa de cada canción, grabamos guitarras de referencia, grabamos los bajos y estudié la batería. Reconocimos de nuevo los temas.
Esta estructura se la mandaba a Jaime para que trabajara las secuencias. Me las mandaba de regreso, yo le hacía el mastering y de nuevo se las enviaba. Con cuatro ensayos hicimos el primer show de Maracay. Yo estaba ensayando mentalmente siempre.
No era fácil reconocer todas las líneas de bajo de tantas canciones. Estoy tocando con metrónomo-loop en mis audífonos todas las canciones, que es la única manera de identificarlas bien y que la adrenalina no sea la que mande.
¿Cuáles son tus temas favoritos?
“Amo las estrellas”, “Cuchillo” y “Donde estás”.
¿Qué cambiarias de la historia con Z3?
Me hubiera gustado seguir después de Bésame y suicídate y canalizar mis emociones para afrontar la época de Separación. Me dejé afectar mucho por aquel tema religioso. Carlos no le paró tanto, porque su religión es la M de Mcdonald´s (carcajadas).
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Reacciones de los miembros de Zapato 3 y allegados
Diego es uno de mis grandes héroes del rock nacional. Fue y siempre será un personaje clave en mi andar por la música; desde la mega experiencia de grabar y producir el primer disco de Los Paranoias, con todo lo muchísimo que eso implica… pic.twitter.com/NwdTOVij4R
— Luis Irán (@LuisIran) February 16, 2022
Diego Márquez parte importante de la historia del Rock Nacional y de la nuestra como CDC.
Gracias por tu talento, tu amistad,tu risa contagiosa.
Ahora que el shock inicial da paso al vacío y a la tristeza, te empezamos a extrañar, empezaste a hacer falta.Chau, Dieguito…
— Caramelos De Cianuro (@CDCrock) February 16, 2022
Mi corazón hoy no puede con tanto dolor larga vida a #Zapato3 nos vemos luego mi hermano pic.twitter.com/9u562EEQUX
— elchinosoles (@elchinosoles) February 17, 2022
Nuestras más sinceras palabras de condolencia, afecto y fuerza a la Familia de nuestro gran pana Diego Márquez, a sus amigos y a todos los que tocó con su increíble ingenio y talento.
Y por supuesto un abrazo a nuestros panas de @Zapato3 y todos sus fanáticos.
— Desorden Público (@desordenpublico) February 16, 2022
La primera vez que entramos a un estudio fue al mando de Diego Marquez (1997) había convertido la oficina de su papá ( en el centro plaza ) en un mini estudio, aprendimos muchísimo con él y escuchamos el primer álbum de Pacífica antes que saliera ❤️
— Tomates Fritos (@tomatesfritos) February 16, 2022