Inicio Ahi estuvimos Hellfest 2023: cuatro días de ritual metalero en el infierno

Hellfest 2023: cuatro días de ritual metalero en el infierno

Hellfest 2023
Foto: David Gallard / Hellfest Facebook Oficial

Entre el 15 y 18 de junio se realizó uno de los festivales de rock, hardcore y metal extremo más importantes de Europa y sin duda el más grande de Francia en su género 

Hellfest Open Air 2023
Clisson, Francia

(Junio 15, 16, 17 y 18, 2023)

Desde 2006 en Clisson, Francia, se celebra este apoteósico evento que algunos han llamado “el Disneylandia del metal”, con total justicia. Decenas de bandas -consagradas o en ascenso- se dan cita en el macro festival, donde confluyen diversas corrientes del metal, hardcore, punk, hard rock y propuestas extremas.

Una auténtica ciudad en la que miles de fanáticos provenientes de muchos países acampan varios días, de hecho, la edición anterior al ser una reanudación post-pandémica, duró 7 días en total, una semana completa de puro rock.

Clisson es una pequeña villa ubicada al noroeste de Francia, a unos 30 minutos de la ciudad de Nantes en tren y un poco menos si vas en tu coche. En el camino, no vimos nada particularmente inusual más allá de muchísimos anuncios publicitarios en la estación de tren de Nantes y curiosamente un letrero improvisado en las puertas de embarque 8 y 9: “Hellfest por esta vía”, muy útil por cierto pues no tuve que irme a mirar en las pantallas donde estaba el tren que debía tomar hacia Clisson.

Después de un recorrido bastante tranquilo y silencioso, la llegada a Clisson mostraba con evidencia que algo estaba sucediendo: muchas personas caminando por las calles con la indumentaria metalera respectiva, camisas alusivas a bandas de rock, algunos disfrazados de cosas que van desde Pikachu hasta unos nativos con plumaje en la cabeza.

Había indicaciones por todos lados de hacia dónde debía ir para tomar el bus que te llevaba al festival, mostrando tu respectiva entrada. Muy organizado desde el principio, sin filas más que 4 o 5 personas y es sumamente rápido.

También, si no podías esperar a llegar, había unos particulares que por solo 3 euros te acercaban al sitio. Se sentía ya el rock en el ambiente, tanto, que aunque no hubiera música de fondo en la salida de la estación, casi podías escuchar melodías clásicas de Black Sabbath, Judas Priest o Iron Maiden en el fondo (O quizás alguien escuchaba alguna canción en altavoz, quien sabe).

Al llegar, la escena de la entrada era ya impresionante, pareciera que estabas llegando, como dicen algunos periodistas franceses, a un parque de atracciones de Disney, pero para rockeros, metaleros y punks.

Esculturas enormes de calaveras, la marca de la H de Hellfest por todos lados, de todos los tamaños y colores, un arco de entrada gigante y sitios por doquier para fotografiarte y hacerle saber a todos que llegaste al lugar donde se encuentran varias de las bandas más grandes de rock del mundo.

Hellfest 2023
Foto: Alejandro Suárez Basso
Hellfest 2023
Foto: Alejandro Suárez Basso
Hellfest 2023
Foto: Alejandro Suárez Basso

Una vez que pasas la entrada, te conseguías con una ciudad donde había tiendas de todo tipo de temáticas alusivas al rock, discos y vinilos, franelas, gafas de sol, instrumentos musicales, incluso un local de la disquera Nuclear Blast donde varias bandas como Testament, Venom y Municipal Waste estarían firmando autógrafos.

También, por supuesto, los respectivos bares y restaurantes donde la cerveza era la principal oferta. Frente a uno de los puestos, una competencia de “gritos” con una pantalla que mide los decibeles en la que podías ganar premios.

La primera vez que pase por allí fue muy extraño escuchar de la nada a alguien gritando por un micrófono sin razón aparente. Ya unas horas después dentro del festival, te acostumbras a escuchar un grito cada tres minutos cuando pasabas cerca de allí.

Justo al lado de los “screamers” una tienda de gafas de sol personalizada improvisó una tarima donde podías subir, tomar el instrumento que quisieras y tocar la canción que desearas, solo o junto a otros que quisieran sumarse.

Un servidor pudo cantar un par de temas de Pantera y acompañar a dos músicos más en la batería con “Smoke on the Water” (Soy bastante básico en la batería, tampoco crean que se subió allí Mike Portnoy, pero lo disfruté un montón).

Seguías adelante y veías la gran entrada general hacia las tarimas, pero un camino mucho más largo y variado hacia el lugar de campamento. Unas duchas para las que debías pagar un total de 6 euros por los 4 días (bastante razonable si me lo preguntan), puntos de agua, casilleros, más tiendas de comida y bebidas, puestos de reciclaje donde repartían bolsas de basura para cada persona que lo quisiera e incluso puestos “solidarios” de desayunos en los que por apenas dos euros podías comprar el clásico “croissant” y un café para empezar tu día.

En la zona de acampada teníamos un lugar “VIP” que se reservaba con antelación en el sitio web, en el que los asistentes disponían de sus propias duchas, casilleros e incluso trailers que podrían alquilar dependiendo del tamaño del grupo familiar, desde 2 hasta 8 personas por trailer.

Teniendo un aforo limitado, en pocos días después de abierta la preventa del festival se agotaron estos espacios, por lo que el resto de los asistentes podían disponer de alguno de los lugares comunes de camping con los que cuenta el festival.

El terreno de 5 hectáreas donde se realiza el Hellfest pertenece a la compañía y sus fundadores, Ben Barbaud y Yoann Le Nevé, ambos oriundos de Clisson. Para acampar, cuenta con 6 zonas distribuidas por colores para que puedas conseguir fácilmente tu tienda.

Una vez que las puertas se abrieron para aquellos privilegiados que teníamos credenciales de prensa, pudimos ver todas las inmediaciones y la organización antes de que entrara el público general.

Dos escenarios principales uno junto a otro, de proporciones épicas y con torres de sonido y tres pantallas gigantes que alcanzaban al menos los 20 metros de altura, dos escenarios más pequeños para las bandas y gustos más “extremos” llamadas curiosamente, “El templo” y “El Altar”.

Grandes estructuras distribuidas por todo el campo donde podíamos encontrar sanitarios, carpas de primeros auxilios, un “banco” donde las personas podían recargar sus brazaletes para evitar recibir o pagar con efectivo en los establecimientos internos del festival, en el medio dos duchas gigantes para quienes quisieran refrescarse un poco del calor del verano francés y una feria de comidas para cuando el hambre ya no pudiera aguantarse por más que quisieras seguir viendo a todas las bandas en vivo.

De todas las estructuras y de los muros alrededor de la arena, salían llamas de fuego cada 30 o 45 segundos durante literalmente 24 horas, los 4 días que duró el evento. Después de que pasabas la feria de comida llegabas al área de los otros dos escenarios para un total de 6: el “War Zone”, dedicado a bandas estilo thrash y donde el “mosh pit” fuese la norma,  y otro llamado “Valley” para las bandas más conceptuales y “underground”.

El cartel era en realidad impresionante. Bandas obviamente legendarias como KISS, Iron Maiden, Def Leppard y Mötley Crue causaban la lógica emoción del caso, sin embargo había muchísimo más.

Black Flag, Melvins, Alter Bridge, Hollywood Vampires (Con Alice Cooper, Joe Perry y Johnny Depp), Generation Sex (con Billy Idol y varias leyendas del punk), Rancid, Porcupine Tree, Papa Roach, la ingeniosa formación alterna de Pantera.

La verdad no había nada que pudieras quitarle o agregarle a esta majestuosa entrega del Hellfest en sus 15 años.

Las bandas comenzaron a tocar a partir de las 5:15 pm, mucho más tarde de lo que serían los próximos tres días, en los que el rock empezó a sonar desde casi las 10 am.

Hellfest 2023 (Junio 15. Día 1): Billy Idol, Hollywood Vampires y KISS comienzan un festival para la historia

Las bandas Code Orange, Coheed and Cambria y I Prevail fueron las encargadas de abrir paso a los pesos pesados del día: Billy Idol y Steve Jones (Sex Pistols) con su Generation Sex, In Flames, Parkway Drive, Hollywood Vampires y KISS.

Generation Sex: el sueño de los fans del punk de los 70 hecho realidad

Jamás pensé que podía ver algo parecido a los Sex Pistols en vivo, y tampoco que vería nada parecido a Generation X, pues Billy Idol, Steve Jones, Tony James y Paul Cook nos regalaron ambas cosas en un solo show: Generation Sex.

Dos músicos de cada banda hacen un típico show punk pero para miles de personas en lugar de un pequeño pub londinense: burlón, sexy, rebelde, ruidoso y sobre todo divertido.

Luego de abrir con el soundtrack de apertura del clásico de Kubrick “La Naranja Mecánica”, sonaron varios temas clásicos de Sex Pistols como “Pretty Vacant”, “Black Leather” y “God Save the Queen” que hicieron saltar a todo el mundo y otros como el super clásico “Dancing With Myself” con el que bailábamos todos con nosotros mismos.

Finalizaron con una interesante versión punk del “My Way” que popularizó Frank Sinatra, generando una atmósfera nostálgica perfecta para lo que venía luego.

Hollywood Vampires: exquisito hard rock y el Alice Cooper transgresor de siempre

Después de una estremecedora presentación de In Flames, llegó el “horror show” de Hollywood Vampires, el supergrupo formado principalmente por el grandioso Alice Cooper, un despreocupado Johnny Depp y el correcto y siempre llamativo Joe Perry de Aerosmith, en la guitarra principal.

Arrancando con “I Want My Now”, Hollywood Vampires literalmente arrastró al público que se encontraba un poco disperso hacia el escenario a cantar y saltar con una escena que recordaba los mejores momentos de la historia del hard rock.

Cooper bailando como nos tiene acostumbrados, Perry con los típicos solos hard rock en escalas de blues y un siempre carismático Depp que cada vez que se acercaba a la audiencia generaba histeria colectiva, nos dieron un show excepcional.

No faltaron los covers como “Heroes” de David Bowie en voz de Johnny Depp, “Baba ORiley” de The Who, “People Who Died” de The Jim Carroll Band y también temas clásicos de Alice Cooper como “I’m Eighteen”, que toda la audiencia coreó de principio a fin.

Hollywood Vampires ofrece el concierto de hard rock por excelencia, solos de guitarra, histrionismo, diversión, alcohol y líricas transgresoras. Un show para la memoria y un abreboca perfecto para KISS.

Hellfest 2023
Alice Cooper/ Hollywood Vampires. Foto: David Gallard / Hellfest Facebook Oficial

KISS: histórico show de despedida en el HellFest

Hace un tiempo un amigo que suele ir mucho a conciertos y festivales me comentó en tono bromista, pero con toda la seriedad del caso: de los diez mejores shows a los que he ido, siete son de KISS.

En su momento nos reímos, pero ya sabemos que tiene la razón.

La guitarra comenzó a sonar, el mítico telón con el enorme logo de la banda cayó y KISS arranco con su clásico “Detroit Rock City”… Nada mas importo ese día.

La memoria de los asistentes al Hellfest estará siempre impregnada de las mascaras, maquillaje, fuego, luces, pirotecnia propios del KISS de toda la vida, con los mismos clásicos: “Shout it Out Loud”, “Deuce”, “Calling Doctor Love”, “I Love It Loud”, “Lick It Up”, “Love Gun”, “Beth”, “I Was Made For Loving You” y por supuesto el cierre con “Rock and Roll All Nite”.

Inflables de 15 metros de altura de los cuatro miembros de KISS adornaban el escenario mientras el calor de los fuegos artificiales y las explosiones sonaban durante todas y cada una de las canciones.

Un increíble Paul Stanley que maneja a la audiencia a su antojo, el siempre peligroso Gene Simmons demostrando que aún puede “escupir sangre” durante “God of Thunder” y hacer gritar a la audiencia de éxtasis, Tommy Tayer impecable en la guitarra y el divertidísimo Eric Singer que casi al final interpretó sólo la famosa balada “Beth” en un piano cubierto de espejos brillantes, hicieron del show de KISS un espectáculo simplemente inolvidable.

Hellfest 2023
Kiss / Facebook Oficial Hellfest

¡Y estamos viendo los últimos shows!. En sus monólogos, Stanley le recordó a la audiencia que era la última vez que venían al HellFest, en el que ya han participado en varias ocasiones, y cariñosamente dijo que jamás olvidaría a esta audiencia, teniendo la cortesía incluso de decir algunas palabras en francés, provocando el aplauso del público.

Siendo esto asi, presenciamos un evento histórico, que queda marcado no solo en la memoria de los presentes, sino en los libros de la historia del rock como uno de los últimos shows multitudinarios de una leyenda de la música como es KISS.

Hellfest 2023 (Junio 16. Día 2): el lujo de Def Leppard, la esperanza de Papa Roach y Alter Bridge, el abucheo de Machine Gun Kelly y la decadencia de Mötley Crue

¿Después de KISS y todo lo que pasó el primer día había mucho más que ver? Por supuesto que sí.

Después de una noche de fiesta donde en varias tarimas internas algunos DJs amenizaban el ambiente con temas clásicos del rock para aquellos que todavía no se habían cansado lo suficiente, llegaba la jornada que cerraría con el tour del glam: Def Leppard y Mötley Crue.

El viernes las bandas comenzaron mucho más temprano en todas las tarimas. A partir de las 11 de la mañana ya se escuchaban las guitarras estridentes y los gritos guturales en las distintas locaciones del evento.

Después de una buena ducha, un Red Bull y un par de vistazos a las tiendas de vinilos, era momento de ir a la sala de prensa.

Allí estuvimos en la rueda de prensa de Papa Roach, donde un carismático Jacoby Shaddix llegaba animando a los reporteros como si se tratara ya del show en cuestión.

Shaddix nos recordó con cariño el show que hizo en Caracas, Venezuela, junto a Korn en 2002, sorprendiéndose al recordar que había pasado tanto tiempo desde aquel entonces.

Terminó la rueda de prensa con polémica, al responder una pregunta sobre el trabajo de Papa Roach durante la pandemia, diciendo que no obedecería nuevamente a una cuarentena como las del COVID19, si su gobierno volviera a implementarlas, incluso lanzó el micrófono sobre la mesa al terminar con la frase: “I will not comply, ever”.

Alter Bridge: Hay que empezar a hacerles justicia a estos monstruos

Después de unos divertidos y correctos Skid Row, con la obvia ausencia de Sebastian Bach, pero igual haciendo corear al público los éxitos clásicos de siempre, llegó al escenario principal el ya consagrado Myles Kennedy con Alter Bridge.

Alter Bridge en mi opinión es una de las bandas de rock actuales más subvaloradas. La calidad musical de cada uno de sus trabajos es evidente y es impresionante. Guitarras armoniosas y muy bien trabajadas, ejecución impecable, muchísima complejidad en la composición pero sin llegar a ponerse monótono, coros y estribillos fácilmente memorizables y una voz como no hay otra hoy en día, la de Myles Kennedy.

Mi trabajo favorito de Alter Bridge, por todos estos elementos que menciono es su debut One Day Remains, con temas como “Broken Wings”, “Down to my Last” y “Open Your Eyes”, que te hacen dejar lo que estés haciendo para prestarles atención después de que arrancan.

Ppero más allá de ser mi favorito, Alter Bridge tiene un no despreciable número de seis álbumes más, el último de 2022. La presentación estuvo excelente de principio a fin, el público coreó varios temas como “Blackbird”, “Addicted to Pain” y “Come to Life” y en general, sumamente entretenido el show a pesar de que se hizo mas bien un poco corto.

Alter Bridge es una banda que si no han escuchado, deben ir a explorar y prestarle toda la atención posible, es un proyecto que una vez que te engancha, no te dejará volver atrás.

Alter Bridge. Foto: Alejandro Suárez Basso

Papa Roach: el “new metal” sigue vivo

Al propio Jacoby le molestaría este término para la reseña de Papa Roach, como dejó ver durante la conferencia de prensa, no le gusta ser “etiquetado” de new metal, y de hecho indicó que una de las cosas por las que está orgulloso de su banda es la longevidad que ha alcanzado, después de haber sido etiquetados como una banda más del montón en la ola de agrupaciones que llegó a finales de los 90 y principios de este siglo.

Los “Papa Roach” consideran que han podido evolucionar, que han crecido como banda y que no solo atraen a los nostálgicos de “Last Resort” y de esas vibras tipo “Woodstock 99” o del tour “Family Values” que no volverán, sino además a las nuevas generaciones, para las que además quieren seguir sacando material nuevo en los años venideros.

Papa Roach hizo un típico show de new metal: animando a la audiencia en todos los temas, levantando saltos y pidiendo “ollas”, haciendo cantar todas las canciones a todo pulmón y como nos tiene acostumbrados, un Jacoby saltando del escenario al foso donde cantó temas completos junto a un público eufórico y una legión de “crowd surfers” que eran el dolor de cabeza de los encargados de seguridad frente al escenario.

Tocaron todo lo clásico y muchas nuevas, incluso una versión de “Firestarter” de The Prodigy que marcó un momento de éxtasis en el show.

En general, divertido.

Esperamos ver más de Papa Roach sobre todo después de sus declaraciones donde indicaron que están aquí para quedarse. Ojalá sigan creciendo como han podido demostrar a lo largo del tiempo y que no se queden en los mismos hits de siempre como les ha sucedido a otros de aquella época como Korn y Limp Bizkit.

Papa Roach. Foto: Alejandro Suárez Basso

Def Leppard: la clase de rock ochentero que todos recordamos con nostalgia

Spoiler alert: la de Def Leppard fue sin lugar a dudas la mejor presentación del día 2 de Hellfest 2023.

Cualquiera pensaría que unos señores de edades comprendidas entre 59 y 65 años darían una presentación más bien modesta y anodina; sobre todo siendo de las bandas más “fresa” que produjo la “new wave of british heavy metal”.

Def Leppard entró con una soberbia “Take What You Want”, con un Joe Elliot entonando como en sus mejores años, con unas guitarras que sonaban a toda máquina y un pedal de bombo que retumbaba en la arena del festival, a partir de ahí, todo fue subiendo de nivel de principio a fin.

Def Leppard tocó todo lo que tenía que tocar, desde su popular clásico “Animal” hasta su divertida “Pour Some Sugar on Me”, no hay absolutamente nada que quitarle o agregarle a este show.

En el medio algunos temas nuevos que a pesar de que no fueron coreados, tampoco aburrieron; toda la instrumentalización fue impecable y los coros no tuvieron siquiera un dejo de cansancio a pesar de la longevidad de sus miembros.

Los solos respectivos de guitarras, bajo y un Rick Allen excelso y que levantó ovaciones después de un soberbio solo de batería en una muestra de resiliencia y virtud que emocionaron hasta al más apático espectador del día.

El público bailó, saltó, cantó y hasta hubo algunos crowd surfers que se aventuraron en los temas más “heavy”. Si bien no fue obviamente una descarga de metal extremo, significó el toque de rock clásico y correcto que necesitábamos todos escuchar de una banda de tan larga trayectoria.

Un lujo y un privilegio haberles visto, ojalá podamos verlos nuevamente en otros festivales y junto a otras leyendas del rock de los 80.

Def Leppard. Foto: Alejandro Suárez Basso

Machine Gun Kelly: el único abucheado del Hellfest 2023

Del show de Machine Gun Kelly no les daré mucho detalle, al menos no que tenga que ver con la calidad musical del show. MGK hace un neo-punk adolescente que combina con un “trap” extrañísimo, aburrido y lleno de estereotipos baratos, y esto exactamente lo transmite en el show.

La escena de MGK no es para nada modesta, una gran escalera que forma una pirámide con él en la cúspide (por supuesto), fuego saliendo de algunos lugares en momentos específicos, un paral de micrófono diseñado como dos manos femeninas en la que una de ellas sostenía copas de vino, cigarrillos y otras cosas que el artista fue sacando durante la presentación.

Lo salvable del show: el virtuosismo de ambos guitarristas, sobre todo de la llamativa Sophie Lloyd, que no compaginan en lo absoluto con la pobre calidad vocal de Kelly y su infantil trato hacia la audiencia.

MGK se fue abucheado al salir del escenario y dejar una pista de hip hop sonando junto a un video de sí mismo. Luego reapareció extrañamente para un tema de Mötley Crue y fue abucheado nuevamente.

Una presentación para el olvido.

Mötley Crue: el complejo de Peter Pan de una banda que no sabe cuándo retirarse

Las expectativas eran altas con Mötley Crue. En una gira que arrancó en Estados Unidos y ha despertado cualquier cantidad de críticas, rumores y teorías en torno a la agrupación a través de los medios de comunicación y las redes sociales.

La salida en medio del tour del mítico Mick Mars, que además de toda la carga que tiene por ser un miembro original, le aportaba una oscuridad interesante a la banda evocando recuerdos con “Looks That Kill” del discazo Shout At The Devil (para mi el mejor disco de Mötley), la polémica detrás de la demanda que Mars anunció que iba a ejercer contra el resto de sus miembros, la entrada de un virtuoso John 5 que sin duda sabe manejar muy bien la escena en vivo y le aporta cierta frescura a la agrupación y un pobre desempeño en general de parte del vocalista Vince Neil durante prácticamente todas las presentaciones, son de las polémicas más sonadas durante los últimos meses de gira de Mötley Crue junto a Def Leppard.

El “Def Crue” se veía desde el inicio de la presentación de Machine Gun Kelly, montando escenografías y parafernalia para quienes cerrarían el día en uno de los dos escenarios principales.

Sin darnos cuenta, apenas Kelly salió del escenario, estaba absolutamente todo preparado para iniciar el show. Pocos minutos transcurrieron y comenzó a sonar el “Réquiem en Re menor” de Mozart (A mi parecer por demasiado tiempo) para luego dar paso a un video de lo que simulaba ser un canal de noticias anunciando a Mötley Crue, a partir de ahí todo bastante emocionante, el público enloqueció.

Wild Side” fue la escogida para arrancar la presentación y fue lo que esperábamos al menos en lo que se refiere a la puesta en escena: pirotecnia, chicas bailando en el escenario con indumentaria de cuero brillante, luces de todos los colores y los cuatro integrantes de Mötley en sus atuendos clásicos que recordaban a la mejor época de la banda, la música, perfecta, el sonido, impecable.

A pesar de las pobres expectativas que teníamos de Vince Neil, por todas las críticas recibidas durante el tour, el vocalista interpretó los primeros temas bastante bien, quizás no al mismo nivel de un Neil en su apogeo, pero suficiente, al final podemos entender que ya no tiene 20 años.

Sonaron “Shout at the Devil”, “Too Fast For Love”, “Don’t Go Away Mad”, “Saints of Los Angeles” y “Live Wire”, hasta allí, todo iba bastante bien, un show decente y correcto.

Fue a partir de “Looks That Kill” (uno de los temas favoritos de un servidor) que se comenzaron a ver las costuras de la presentación. No solamente Neil interpretó de forma muy pobre el tema, además se notaba claramente que había una pista vocal de fondo para apoyar su voz, el público empezó a notarlo, se comenzó a ver incluso menos emoción en muchos de los rostros presentes.

Después de “Looks That Kill vino “The Dirt”, que se hizo popular gracias al documental de Netflix de la banda.

Allí sucedió otra cosa extraña: en medio del tema entró Machine Gun Kelly (Que había salido abucheado media hora antes) a interpretar unos versos a lo “hip hop”, el público nuevamente abucheó al cantante desde el momento en que entró hasta que salió.

Luego vinieron varios momentos raros, cada uno de los miembros tomó el micrófono en momentos específicos entre canciones y comenzaban a hablar con el público pero sin realmente decir nada que hiciera a la audiencia emocionarse demasiado, parecía algo improvisado y fuera de contexto.

Incluso Tommy Lee, en algún momento se bajó de la batería y le pidió a mujeres asistentes que mostraran los senos desnudos, “I want to see some titties” (quiero ver algunos senos) dijo.

Si bien algunas, quizás 3 o 4 entre los miles de asistentes, efectivamente lo hicieron, no tuvo mucha pegada y es que a ver Tommy, cuando tenías 25 o 30 años pedir esto en un concierto era rebelde y divertido, un señor de 60 años haciéndolo, ya se torna un poco incómodo, para cualquiera…

Le siguió una serie de partes de versiones, como “Rock and Roll” de Led Zeppelin, “Helter Skelter” de los Beatles, “Anarchy in the U.K” de Sex Pistols, y “Blitzkrieg Bop” de Ramones; no estuvieron mal, pero tampoco fue un momento para gritar de euforia, que quizás era lo que esperaban.

El peor momento de la noche llegó con la balada clásica de las bandas glam de los 80, “Home Sweet Home”. Un Vince Neil completamente desafinado incluso con playback de fondo, el piano sonando por un lado y el vocalista por el otro, cantando además menos de media canción porque finalmente no podía alcanzar a los tonos y un público que trató de emocionarse cuando sonaron las primeras notas, pero que se fue apagando muy rápido mientras pasaban los segundos al escuchar el nivel de desastre que significó la pieza para la presentación.

Luego del fiasco de “Home Sweet Home”, los Crue perdieron al público, la gente comenzó a dispersarse un poco, salvo un grupo grande que se encontraba cerca del escenario, y muchos empezaron a desplazarse hacia el otro escenario principal donde estaría cerrando SUM 41.

En general, podemos decir que Mötley Crue no solo ya no es lo que era antes, es una copia muy pobre, incluso con 3 de los 4 miembros principales. De hecho podemos decir con total responsabilidad, que John 5 fue el mejor de la noche, y apenas lleva unos meses con la banda.

Chicos, gracias por las alegrías dadas hace 30 años, pero ya es momento de retirarse, para mañana es tarde.

SUM 41: una despedida digna

El otro escenario principal, lo cerró SUM 41, como ya seguro han leído, es la última gira de la agrupación pues anunciaron su retiro hace un par de meses.

SUM 41 hizo una presentación bastante entretenida, se atrevieron incluso a versionar el tema “Sleep Now In The Fire” de Rage Against The Machine en lo que fue el pico más alto de su performance en HellFest.

Si bien no puedo darles muchos detalles más allá de estos, puedo decirles que dejaron a la audiencia con buen sabor de boca y emocionados al punto de no querer parar la fiesta.

Nuevamente hasta las 4 am hubo cientos de personas bailando al son de temas clásicos de rock en las diferentes estaciones del festival.

Hellfest 2023
SUM 41. Foto: Matthis Van Der Meulen / Hellfest Facebook Oficial

Hellfest 2023 (Junio 17. Día 3): la maestría de Porcupine Tree y el inmenso legado de Iron Maiden

El tercer día prometía ser intenso. Las bandas nuevamente comenzaron a sonar a partir de las 11 AM en todos los escenarios, y ya se veía a muchos miembros de la prensa extenuados por dos días bastante movidos y descargando las tarjetas de memoria de las cámaras para poder salir al ruedo nuevamente.

Comenzó a llegar mucha más gente, grandes nombres como Iron Maiden, Porcupine Tree, Arch Enemy, Black Flag y Powerwolf entre otros, atrajeron a mucha más audiencia para este día que el día anterior.

Ya se empezaba a tornar difícil caminar de un escenario al otro por las grandes aglomeraciones de personas en las arenas principales, la cosa prometía.

Porcupine Tree y el regreso inesperado de unos maestros del rock progresivo

Porcupine Tree se ha vuelto una banda de culto y también una banda totalmente impredecible desde todo punto de vista. Hace poco menos de un año pensamos que estábamos viendo los últimos shows de la agrupación, hasta que de repente anunciaron su aparición en HellFest.

En las propias palabras de Steve Wilson, uno de los “pocos” festivales de metal a los que accedieron presentarse en este verano pues consideran al público de Clisson como mucho más “mente abierta”.

Después de una rueda de prensa pocas horas antes del show de la que tendremos un artículo completo, y después de una soberbia presentación de Arch Enemy, el ambiente de metal extremo cambió inmediatamente a una atmósfera más conceptual, intelectual y de virtuosismo.

Muchas personas fueron acercándose al escenario para ver a Steve Wilson y compañía comenzar con su clásica “Blackest Eyes”. La audiencia coreó la canción de principio a fin a la banda con la puesta en escena más modesta del festival.

No había grandes escenografías, no había pirotecnia, todavía había mucha luz del día por lo que la iluminación del escenario era muy básica, y solo tenían una pantalla al fondo con algunas imágenes moviéndose al ritmo de cada uno de los temas.

A Porcupine Tree no le hacen falta los fuegos artificiales, les basta y sobra la calidad musical, la complejidad con la que manejan cada una de las atmósferas con el inigualable Richard Barbieri, los matices en la percusión de Gavin Harrison que suben y bajan el nivel de intensidad de los temas a la perfección y por supuesto un Steven Wilson  siempre carismático, cambiando de instrumento a mitad de los temas, manejando al público sin necesidad de saltos o piruetas e interpretando magistralmente cada una de las canciones de la corta pero genial presentación.

Todas las presentaciones de Porcupine Tree tienen algo distinto a la anterior, esta no fue la excepción. Después de “Blackest Eyes” interpretaron varios temas de sus últimos álbumes como “Harridan”, “Of The New Day” y  “Rats Return”.

Siguieron con “Anesthetize” del álbum del mismo nombre y nos sorprendieron interpretando “Open Car” por primera vez en vivo desde el año 2010. Continuaron la onda retro con “The Sound of Muzak”, y volvieron al presente con “Chimera’s Wreck”, cerrando magistralmente con “Trains”.

Un viaje lleno de nostalgia, sonidos envolventes y virtuosismo musical que ninguno de los presentes en el festival olvidaremos.

Cuando le preguntamos a Porcupine Tree sobre su futuro, Wilson comentó con vehemencia que nunca piensan en el futuro, que no saben si harán un álbum nuevo ni cuándo será, y que tampoco sabe si irán de gira una vez que terminen los compromisos de este año.

Sin embargo, el baterista Gavin Harrison dejó ver que a finales de año vendrá un nuevo álbum en vivo.

No sabemos entonces hasta cuándo disfrutaremos de las composiciones magistrales de estos genios del rock progresivo, solo queda esperar que sea por muchos años más.

Hellfest 2023
Steven Wilson / Porcupine Tree. Foto: Alejandro Suárez Basso

Iron Maiden: la consagración de un legado inigualable

Es una alegre coincidencia que en rueda de prensa, Steve Wilson de Porcupine Tree haya dicho que no comprendía por qué algunas bandas sacaban el mismo álbum año tras año, como una justificación al hecho de que Porcupine Tree no tuviera planes de sacar álbumes con mucha antelación y que si lo hacían, era porque se les había ocurrido hacer algo distinto a lo que habían hecho antes.

Esto tiene que ver mucho con el hecho de que Iron Maiden haya recibido tantísimas críticas por su nuevo álbum Senjutsu, que resultó en una entrega de heavy metal combinado con rock progresivo, con temas de más de 7 minutos y muchísimos cambios de ritmo y atmósferas dentro de una misma pista.

Los rabiosos fans que esperaban escuchar cosas parecidas a “The Trooper”, “Fear of the Dark” o incluso “The Wicker Man” se encontraron con un álbum lleno de temas totalmente distintos a cualquiera de estas clásicas piezas.

Ya había visto a los Iron Maiden en Caracas en 2009 e incluso tuve un encuentro casual con Bruce Dickinson en un restaurante de sushi en el antiguo Hotel Gran Meliá, donde se alojaba la banda, y por alguna razón, tanto a Dickinson como a mi nos dio hambre a eso de las 11 de la noche previa al día del concierto, y éramos los únicos en el lugar a esa hora.

La presentación de Iron Maiden esta vez fue muy distinta pero igual de poderosa e impresionante. Tenemos que admirar el legado de una banda que llevó la bandera de la New Wave of British Heavy Metal y es apreciada por haber “salvado” el género en una década en la que incluso KISS había sacado un álbum “disco” mientras en el Reino Unido el punk inundaba los pubs.

Dicho esto, también habría que admirar la calidad vocal de un Bruce Dickinson que a sus 64 años es capaz de cantar 15 temas de principio a fin, con la dificultad que representan para cualquier vocalista de heavy metal promedio, todo esto mientras se mueve por todo el escenario y anima al público con sus elegantes intentos de hablarles en francés.

Iron Maiden tocó un set absolutamente impredecible. Abriendo con “Caught Somewhere In Time”, generaron la atmósfera perfecta para un show que abundó en calidad interpretativa por parte de todos los integrantes y en nostalgia por temas que todos los fans de Maiden siempre nos imaginamos escuchar en vivo y que por alguna razón, nunca escuchamos antes.

Stranger in a Strange Land”, “The Writing On The Wall”, “Can I Play With Madness” y “Alexander The Great”, fueron algunos de los clásicos que por primera vez podíamos ver los presentes en directo.

Un inquieto Janick Gers moviéndose por todo el escenario y haciendo piruetas con su instrumento como nos tiene acostumbrados, los solos impecables de Dave Murray y Adrian Smith, el siempre correcto y jefe de orquesta Steve Harris llevando los tiempos a la perfección con el apoyo irrestricto del siempre acertado Nicko McBrain en la batería y un Bruce Dickinson que cantó todas las notas de principio a fin y nos divirtió a todos.

Para cerrar, los Irons nos complacieron con clásicos más típicos como “Iron Maiden”, “The Trooper” y finalmente “Wasted Years”.

Iron Maiden es de esas bandas que no te cansas de ver jamás, y su huella en el mundo del heavy metal es sencillamente innegable.

Un gran cierre de un gran día de festival.

Hellfest 2023
Iron Maiden. Foto: Matthis Van Der Meulen / Hellfest Facebook Oficial
Hellfest 2023
Iron Maiden. Foto: Matthis Van Der Meulen / Hellfest Facebook Oficial

Me gustaría ahondar más en otras presentaciones, pero no queremos hacer esta reseña más extensa de lo que ya es.

Entre las bandas más destacadas del tercer día del Hellfest 2023 podría mencionar  también a Powerwolf cuya escena es impresionante y levantaron a todo el público de principio a fin; la atmósfera “gótica” de Within Temptation que cerró el segundo escenario principal; y la diversión descontrolada de la banda thrash, Municipal Waste, que también cerró uno de los escenarios más pequeños donde se agrupaban los amantes del metal extremo.

El festival continuaba su racha de perfección en organización, sin ningún tipo de incidentes y con un ambiente inigualable para los amantes del rock y el metal extremo, una pasada este tercer día.

Hellfest 2023 (Junio 18. Día 4): la sobrevivencia de Pantera, la solvencia de Melvins y la poderosa ironía de Tenacious D

 Para el cierre del festival solo les comentaré en detalle tres presentaciones que en mi opinión, fueron las que destacaron mucho más que el resto.

Nuevamente y como ya veníamos acostumbrados, todo comenzó a partir de las 11 am; parecía imposible, pero había incluso más gente que el día anterior.

El line up era mucho más extremo que los días anteriores, una de las noticias de este día fue la cancelación a última hora de Incubus, por razones de salud de su vocalista Brandon Boyd; la banda ya había cancelado otras presentaciones previas y lo anunciaron vía Instagram , por lo que era esperable.

Una pena pues había mucha expectativa con Incubus sobre todo de ver su presentación en el Rock Am Ring en Alemania, un mes antes.

Tenacious D: un Jack Black en el punto más alto de su carrera

Tenacious D es uno de los proyectos más interesantes y extraños del rock de las últimas dos décadas. Lo que para cualquiera parecía un “side-project” de Jack Black para entretenerse un rato mientras no tuviese compromisos en Hollywood, terminó siendo un fenómeno artístico que ha reunido una buena base de fans a nivel mundial, llevando a Black y su compañero de tarima Kyle Gass a festivales importantes en Estados Unidos y Europa.

Una sátira de principio a fin, llena de chistes y de referencias de bandas legendarias como Deep Purple, Led Zeppelin, Black Sabbath y Judas Priest, un Jack Black que sorprende con su calidad vocal y su versatilidad para cantar distintos estilos, instrumentos de “juguete” utilizados en varios de los temas y en general una presentación que divierte, sorprende, emociona y saca sonrisas hasta al alma más “dark” entre los presentes.

Hellfest 2023
Jack Black / Tenacious D.

Una grata experiencia poder ver a este par en vivo que además han sido acompañados por músicos excelentes como Brooks Wackerman de Avenged Sevenfold y Steven McDonalds de The Melvins.

PANTERA: La más grata sorpresa del día

Contrario al caso previo de Mötley Crue, las expectativas con la presentación de Pantera no eran muy altas. Desde que se anunció la “reunión” de una agrupación a la que le faltan dos de sus integrantes clave.

El legendario guitarrista Dimebag Darrell trágicamente fue asesinado en un shooting durante una presentación de Damage Plan en el año 2004 en la localidad de Columbus, Ohio, y su hermano Vinnie Paul quien habría fallecido en 2018 por una afección cardíaca.

Existe por ello, cierto “sinsabor” para los fans de una de las bandas más importantes de la escena extrema de la década de los 90.

Siempre se habló del hecho que el reemplazo natural de Darrell sería Zakk Wylde, ya que en diversas ocasiones Wylde habría colaborado con Pantera en vivo, con la invitación del propio Dimebag.

Sin embargo, para Vinnie Paul nunca se pensó en un sustituto. El elegido para la gira del “Legado” como ellos mismos la llaman, fue Charlie Benante de Anthrax. Existen opiniones diversas entre los fans desde que comenzó la gira, aunque algunos ven con beneplácito el hecho de poder ver al menos a dos de los integrantes originales de Pantera interpretar los legendarios temas que hicieron a esta agrupación una banda de culto, muchos otros dicen que no es lo mismo.

Sin mucho más preámbulo, todos estos antecedentes habían bajado las expectativas de esta presentación.

Debo decir con grata sorpresa que estábamos equivocados. Pantera entró con un soberbio “A New Level”, después de que Zakk Wylde se asomara unos segundos antes y causara furor haciendo un video con su móvil que suele subir a sus redes sociales antes de cada presentación.

Sin duda fue la banda que más duro sonó durante esta jornada del festival, absolutamente todo sonó increíblemente bien y Phil Anselmo, a pesar de que por sus problemas físicos no puede correr de un lado al otro del escenario, retumbaba el piso de la arena del HellFest con sus guturales.

Pantera tocó todos los clásicos y levantó al público de principio a fin, temas como “Mouth For War”, “I’m Broken”, “Becoming”, “5 Minutes Alone”, “Walk”, “Domination/Hollow”, “Walk” y un excelente cierre con “Cowboys from Hell” dieron al festival una presentación para el recuerdo.

Nada que criticar a esta legendaria banda, que ha sido mermada en sus integrantes por la tragedia, pero ha sabido darle un cierre épico a sus más acérrimos fans, donde por supuesto me incluyo.

¡Larga vida al legado de Pantera y su renglón en la historia del heavy Mmetal!

MELVINS: Una sorpresa exquisita para un festival perfecto

Desde que tengo memoria escucho a los Melvins como una de las referencias más claras de aquella escena de Seattle que cambió la forma de hacer rock a finales de los 80 y principios de los 90 en los Estados Unidos y luego en el mundo.

Melvins fue la banda que abrió las puertas a Kurt Cobain y Nirvana en un estudio de grabación para que hicieran la maqueta de su primer álbum Bleach. Sólo por esa anécdota, podemos calcular la trayectoria que tiene esta agrupación.

Los integrantes originales de los Melvins actualmente son su vocalista líder y guitarrista Buzz Osborne, un personaje con cabello alocado que en todas las fotos destaca y el excelente baterista Dale Crover.

En el bajo los acompaña el polifacético y pintoresco Steven McDonald, que también ha colaborado con Tenacious D, Red Kross y la banda de punk, OFF!.

Los tres conforman esta bizarra agrupación que en el cierre de una de las tarimas del HellFest trajo una atmósfera oscura, muy grunge, con una distorsión pesada y gruesa, una afinación grave y cambios inesperados de tonalidades, ritmos y melodías durante absolutamente todos los temas.

Destacaron piezas como “Copache”, “Zodiac”, una versión sórdida y ruidosa de “I Want to Hold Your Hand” de los Beatles, una vertiginosa “Honey Bucket” del álbum Houdini, entre otras.

Melvins es una banda de la que hay que seguir hablando, porque seguramente seguirán dando de qué hablar, mientras tanto, fue muy interesante poder verlos en vivo, sobre todo por la gran carga histórica que tienen dentro de la escena rock y grunge desde hace más de 3 décadas.

Hellfest 2023
Melvins. Foto: Matthis Van Der Meulen / Hellfest Facebook Oficial


El HellFest 2023 fue definitivamente un éxito en todos los sentidos. La experiencia del festival es inigualable, casi inexplicable por todas las sensaciones que produce el estar allí durante todas las jornadas, el ambiente es de muchísima intensidad pero también de mucha hermandad, es un festival que le recomiendo y recomendaré a cualquier amante del rock.

Incluso si dentro de sus gustos no se encuentran las bandas más extremas, podemos sin ninguna duda confirmar que el HellFest es el Disneylandia de los amantes del rock duro y el metal extremo.

¡Allí nos veremos el próximo año! Gracias por leer hasta aquí. Hasta la próxima entrega.

Alejandro Suárez Basso