El legendario semanario británico que se ocupó de la actualidad musical por casi 70 años, dejó de imprimirse y se concentrará en su web
Gracias por todo, NME
66 años de historia terminan esta semana de marzo de 2018 cuando aparezca la última edición impresa del emblemático semanario inglés, que durante décadas fotografió la actualidad de la música pop. New Musical Express comenzó cuando ni siquiera existía el fenómeno Beatle. Ni siquiera había irrumpido el rock and roll.
En 1952 se vivían los años de posguerra y la reconstrucción europea y faltaban tres años para que el mundo fuera testigo del primer gran fenómeno de masas con aquella generación encabezada por Elvis Presley y que protagonizaron Jerry Lee Lewis, Bill Haley, Little Richard, Chuck Berry y muchos otros rocanroleros que unieron las influencias del blues, el swing, el boogie y la música country.
A mediados de los 60, NME organizó los famosos conciertos en los que tocaron casi todos los grupos de la primera invasión británica encabezada por The Beatles. Por esa tarima pasaron The Animals, The Yardbirds, The Kinks, The Rolling Stones, Them, The Searchers, Herman’s Hermits, The Who, Donovan y por supuesto los 4 de Liverpool. Desde entonces, se convirtió en una fuente imprescindible de consulta.
Muchos alrededor del mundo se suscribieron a aquel periódico tamaño tabloide que dejaba los dedos negros y que comenzando los 90 redujo algo su tamaño, mejoró la impresión y los colores y dejó de manchar. Esperar cada semana el nuevo NME era un ritual ineludible en el que muchos participamos.
Los amantes del pop británico le debemos mucho a ese medio. La última edición de cada año era la más esperada, con el famoso resumen de los 50 mejores discos del año. También fueron famosos sus cassettes durante los años 80. En 1992 NME publicó un fabuloso triple CD, Ruby Trax, conmemorando su 40 aniversario, con 40 grupos y artistas versionando temas que habían ocupado el primer lugar de sus listas.
El tiempo pasó. Nació internet. En 1997, NME abrió su página web, siendo uno de los primeros medios musicales impresos en hacerlo. Su página web creció de manera incontrolable. El boletín de noticias poco a poco sustituyó al papel.
Para aquellos que entrado el siglo 21 vivíamos en un país como Venezuela entrado en desgracia económica desde que en 2003 se impuso un control cambiario, se acabaron las suscripciones a revistas, por lo cual la fuente de internet se hizo imprescindible.
A la par, mientras otros medios musicales siguieron conservando el encanto del papel hasta hoy (Mojo, Uncut, The Wire…), NME se fue convirtiendo en un periódico con foco en las noticias vacuas e inmediatistas, donde los chismes y especulaciones sobre la vida privada de los músicos tomó demasiado protagonismo.
En los años 70 llegó a vender más de 300.000 ejemplares por semana. Todo pasaba por sus páginas. El rock progresivo, el glam rock, el hard rock, el punk…NME encumbraba a un grupo o artista o lo destruía. Era un termómetro y también un protagonista.
Finalizando los 80 cuando la escena de Manchester se convirtió en epicentro con The Stone Roses y Happy Mondays a la cabeza, el semanario se hizo imprescindible, y lo siguió siendo cuando el resurgimiento del pop británico en los 90 de la mano de Blur, Oasis, Pulp, The Verve, Radiohead y otras bandas.
En esos años acuñaron el término The Next Big Thing, que muchos grupos tuvieron el honor de ostentar y superar, entre ellos Suede y Supergrass.
En 2015, luego de años reduciendo cada vez más su tiraje hasta llegar a 15.000, comenzó a distribuirse gratuitamente en el Metro y muchos otros lugares, subiendo de nuevo el tiraje a los niveles de los años 70. Pero el mal estaba hecho, su periodismo había perdido rigurosidad y credibilidad y la atención de los jóvenes en el Metro seguía posada más en la pantalla de los teléfonos o las tabletas. NME se convirtió en desechable. Triste destino.
La otrora biblia del pop británico ha anunciado su propia muerte y este viernes circula su última edición con la novel banda Shame en portada. El nombre de la banda lo dice todo, una pena.
La compañía que hace un tiempo compró al semanario, Times Inc, alega que los costos de producción se dispararon y la inversión publicitaria cayó. No deja de ser esto una trágica verdad en los tiempos que corren.
La etiqueta #RipNME es tendencia. No es para menos.