En 1995, tras varios álbumes y casetes unipersonales, el proyecto del guitarrista y compositor inglés se transformé banda con este fantástico trabajo
Porcupine Tree
Sky Moves Sideways
Delerium. 1995. Inglaterra
Para el momento en que fue publicado Sky Moves Sideways, en febrero de 1995 en Europa y en octubre en Estados Unidos, la escena musical británica hervía con una mezcla maravillosa de nuevas propuestas que perfilaban al trip hop, la electrónica, el post rock y, cómo no, al britpop.
Poco espacio había en ese momento para el rock progresivo, género que había sido sometido casi al ostracismo por la prensa y las nuevas generaciones que lo consideraban anacrónico y demasiado pomposo.
Muy a la sombra nacían estupendas bandas en los países escandinavos y las más veteranas surgidas en los 70 que aún existían, sobrevivían gracias a un porcentaje de los antiguos y fieles fans.
Nadie imaginaba que un joven londinense llamado Steven Wilson sería el revulsivo que oxigenaría al progrock dotándolo de un sonido a medio camino entre la herencia setentera y las nuevas corrientes.
Porcupine Tree había nacido como un modesto proyecto unipersonal de Wilson cuyos primeros resultados fueron tres casetes producidos de forma casera y publicados en ediciones muy limitadas: Tarquin’s Seaweed Farm (1989), Love, Death & Mussolini (1990) y The Nostalgia Factory (1991).
Parte de la música de estos casetes fue a parar al primer CD/LP oficial de Porcupine Tree, On the Sunday of Life (1992) y más tarde todo completo a Yellow Hedgerow Dreamscape (1994), gracias al pequeño pero influyente sello inglés Delerium Records, especializado en psicodelia y space rock, cuyo catálogo fue vendido en 2006 a Snapper Records.
El crecimiento creativo de Wilson fue notable en su siguiente material, Up The Downstairs (1993), que había sido entendido inicialmente como un doble CD, razón por la cual se editó el EP Staircase Infinites (1994) (remezclado y regrabado con la batería de Gavin Harrison en 2005), mientras que el resto del material apareció años después en Voyage 34 (2000).
Fue en esta etapa, aún individual, que Wilson comenzó a dejar traslucir las influencias de proyectos electrónicos en boga en aquel momento como The Orb y The Future Sound of London, junto a las de Pink Floyd, Gong y Ozric Tentacles
La definitiva transformación de Porcupine Tree en banda
Fue con Sky Moves Sideways que finalmente Porcupine Tree dejó de ser un proyecto unipersonal de Steven Wilson para convertirse en una fenomenal banda con la entrada del gran bajista Colin Edwin, el baterista Chris Maitland y el teclista Richard Babieri.
Sin embargo, el disco aun reflejaba la transición ya que los temas “The Moon Touches Your Shoulder” y “Dislocated Day”, fueron interpretados solo por Wilson, aunque para la reedición de 2004 Gavin Harrison agregó batería.
La foto de portada de Claudine Schafer que muestra una típica cabina telefónica británica en medio de una colina, es la bienvenida al maravilloso universo de su interior.
La suite de casi 19 minutos “Sky Moves Siddeways Phase 1”, subdividida en cuatro partes, es un auténtico viaje iniciático. Comienza con la paisajista “The Colour of Air”, de evidente aroma pinkfloydiano, con lánguida guitarra y voz a lo David Gilmour, sosegada batería muy Nick Mason y un sintetizador que recuerda a Tim Blake (Gong).
La segunda parte “I Find That I’m Not There”, se adentra en un terreno cercano al ambient-techno de aquel momento, con influencias de The Orb, Orbital, Banco de Gaia y System 7 (el proyecto electrónico de Steve Hillage), pero también Ozric Tentacles y Gong.
La tercera parte “Wire the Drum” profundiza en el espíritu de trance agregando mayor densidad instrumental y haciendo de la batería un elemento tribal, para finalmente desembocar en la calma final de “Spiral Circus”.
Magistral tema que dejaba traslucir el inmenso potencial de Porcupine Tree
El sonido de un teléfono de discado repicando introduce “Dislocated Day”, catártico tema con todos los ingredientes presentes y futuros del sonido de la banda. La voz misteriosa de Wilson, y sobre todo las desatadas guitarras son sencillamente geniales.
Su frenetismo contrasta con la belleza acústica y poética de “The Moon Touches Your Shoulder”, que vuelve a recordar a Gilmour. En ambos temas, cada instrumento fue tocado por Wilson.
“Prepare Youself”, corta viñeta guitarrera acompañada de un evocador pulso electrónico, precede a los 17 maravillosos minutos de “Moonloop”, una improvisación de carácter ambiental grabada el 28 de junio de 1994 y que en pleno reinado del formato CD, Wilson aprovechó para incluir.
Fue extraído de los 40 minutos originales que fueron luego publicados en 2001 acompañando la cuarta y última edición del fanzine y boletín informativo Transmission.
Es el tipo de piezas que muchos de los que nos enganchamos a Porcupine Tree con este disco, extrañamos en su última etapa
El cierre con la segunda suite que da nombre al disco, “The Sky Moves Sideways Phase 2”, es un verdadero viaje cósmico. La primera parte “Is…Not” recuerda a “Shine On Your Crazy Diamond”, el tema que abre Wish You Were Here (1975) de Pink Floyd o incluso Eloy.
De largo y pausado desarrollo, el tema va ganando intensidad y hacia el minuto 10, tras un corto semi caos controlado y dos minutos de ambientaciones a lo Tangerine Dream, entra en la segunda parte, “Off The Map”, cercana a las clásicas cadencias pinkfloydianas con un inmenso solo de guitarra.
Sky Moves Sideways fue reeditado como doble CD en 2004 con una versión alterna de 34 minutos del tema título, además de “Stars Die”, que ya había visto la luz en la versión estadounidense de 1995.
Después de un cuarto de siglo, este disco, sin duda, sigue sonando glorioso.
Juan Carlos Ballesta