El pasado 19 de noviembre, el laureado bajista, cantante y compositor inglés, publicó su décimo quinto disco en estudio y aún sorprende por su elegancia y contenido
Sting
The Bridge
A&M. 2021. Inglaterra
“Si no hay algo que me sorprenda, no estoy satisfecho”, diría el afamado cantautor y bajista inglés durante una entrevista que le hiciera el erudito Rick Bato recientemente.
El bajista/vocalista, que tantos buenos recuerdos nos dejó a finales de los 70 y principios de los 80 con el magnífico trío The Police –junto al gran baterista Stewart Copland y el excelente guitarrista Andy Summers– nos ofrece ahora una interesante colección de diez temas enraizados en el pop rock, folk y jazz, en los que el músico conecta culturas, gentes y eras con una diafanidad que nos atrapa desde el primer golpe hasta el último acorde.
Sting mantiene esa rara cualidad de un puñado de músicos cuya música suena accesible pero que es poseedora de un entramado que exige escucharla una y otra vez hasta sorprendernos con su modo de hilvanar frases, ritmos, melodías y esos sublimes detalles sin los cuales su música no pasaría de ser una colección de notas con muy poco que decir.
Así, The Bridge es un álbum sobre los puentes que conectan a las personas y sus culturas a lo largo del tiempo.
Para ello, Sting se ha acompañado de un puñado de músicos de alta factura que incluyen al saxofonista y clarinetista Branford Marsalis; al guitarrista Dominic Miller, a los teclistas Martin Kierszenbaum (Lady Gaga, Madonna) y Frédéric Renaudin; los bateristas Manu Katché y Josh Freese; y las voces de Gene Noble, Jo Lawry, Laila Biali y Melissa Musique.
Compuesta por Sting, Martin Kierszenbaum y el productor y músico canadiense Gavin Brown, “Rushing Water” es la encargada de abrir el repertorio de El Puente, con la batería señalando el camino junto a una enmudecida guitarra.
En sus versos Sting nos dice: “¿Cuántas veces he tenido esa fantasía? / que me quebranta el sueño / ¿Cómo volveré a conciliar el sueño contando ovejas en un libro de números?… Este es el sonido del agua apresurada / que fluye a través de mi cerebro / este es el sonido de la misma hija de Dios llamándote…”
Como es costumbre en Sting, esta canción relata una historia en la que el músico nos habla de la suma de sus temores. La pieza fue lanzada como el segundo sencillo del álbum el 30 de septiembre de 2021.
En la siguiente canción, “If It’s Love”, primer sencillo del disco, Sting exhibe un aire que evoca los 70 con acordes y frases sobre los teclados pero con un atractivo sonido que emula un silbido y que representa ese simple detalle que con maestría queda clavado en nuestra memoria.
“Salté de la cama esta mañana / con una sonrisa en mi rostro / y permanece en mi mentón mientras me afeito / pero el motivo me es difícil saberlo / me hago algo para el desayuno / y bebo un poco de café mientras me inspiro / ¿de dónde viene esta sonrisa? es un músculo que rara vez uso?, nos dice, Sting
Luego contrasta con la slow-tempo “The Book Of Numbers”, coescrita por Sting y Dominic Miller, una sentida canción llena de detalles y con un sentido religioso.
“Tráeme un vaso de agua / para lavar el sucio de mi garganta / toda la vida me la he pasado preguntándome / ayúdame a salir…”
El delicado trabajo de Miller es uno de los rasgos distintivos de esta canción sobre las escrituras de Moisés.
“Loving You”, coescrita por Sting y la DJ inglesa Maya Jane Coles, es la cuarta composición de The Bridge.
En ella el bajista nos habla sobre el amar: “Dices que no te escucho / que no te respeto / llevas tu amor a otro lugar / ¿qué esperabas?… / hicimos votos en la iglesia para perdonarnos nuestros pecados / pero hay cosas que he de soportar / como el olor de la piel de otro hombre…”
La reiterada frase de Miller en torno a Sting y las voces de fondo son dos características fundamentales e interesantes que nos cautivan.
Enseguida escuchamos “Harmony Road”, pieza donde la guitarra sobresale junto a los versos y que en su primera estrofa narran: “La calle donde vivimos / es conocida como la del lado malo del pueblo / te miran de reojos / como si tuvieran el derecho de someterte / nuestra calle tiene sus conflictos sociales y crímenes violentos por montón / ellos ríen cuando la llamaron calle Armonía…”
Marsalis destaca en el saxo soprano dando un toque de pop jazz en este tema.
La percusión y un hermoso intro de guitarra acústica dan inicio a “For Her Love”, tema que guarda semejanza con “Shape Of My Heart” del álbum Ten Summoner’s Tale de 1993 o “Fragile”, aquella hermosa canción de su álbum Nothing Like The Sun de 1987 y cuyo intro en la guitarra acústica de Miller es una de las más encumbradas del catálogo de Sting, quien acá nos habla de aquellas cosas que un hombre haría “por el amor de ella”
Las voces de fondo añaden candor a este tema, uno de mis preferidos en The Bridge.
Luego, Sting llama nuestra atención con aires folk en “Hills On The Border”
“Oh, las colinas de la frontera / en esta época del año / cuando la niebla parece juntarse / en el valle de tus temores…”
Continúa con “Captain Bateman”, otro de los puntos altos de este estupendo disco.
“Lord Bateman fue un señor noble / un noble señor de alto grado / encarcelado en algún país extranjero / para pasar su vida en cautiverio / él es un capitán en la propia Marina del Rey / él había pasado su vida en el gris y frío mar / cuánto daría él ahora por un plato de carne y salsa / o por un ángel que se le aparezca y lo libere…”
Al igual que el tema anterior, el violín le da un toque folk a esta interesante historia basada en una balada tradicional del siglo 15.
“The Bells Of St. Thomas”, con Manu Katché en las escobillas, transmite una triste y reflexiva pieza con trazos de jazz y una historia de esas que sólo puede escribirla el consagrado bajista.
En ella Sting narra la historia de un vagabundo a quien la esposa de un acaudalado hombre le propone una relación en el momento que doblan las campanas de una iglesia cercana y que son recreadas al inicio del tema.
Culmina el disco con el tema título. Sting en la voz y Miller en la guitarra inyectan cierta melancolía.
“Ellos dicen que allá hay un puente en la neblina / algunos negarán que allá está / otros te dirán que ni siquiera existe / no esta hecho de hierro, acero ni piedra / pero abarcan las crecientes aguas / no somos más que un saco de sangre y huesos / pero aún así cargamos el peso de nuestras hijas e hijos / y ahora los campos son todo menos inundados / y escalamos la cresta / unos buscarán las montañas y algunos de nosotros el puente…”
Una metáfora sobre las reacciones de la gente ante la adversidad.
La edición deluxe del disco contiene tres fantásticos temas adicionales, el acústico «Waters of Tyne«, el funky jazz «Captain Bateman’s Basement» y la sorprendente versión del clásico de Otis Redding, «(Sittin’ On) The Dock of the Bay»
En 2016 Sting lanzó 57th & 9th donde el oído curioso encontrará territorios afines a este álbum. Un lustró tardó este bajista en ofrecernos una nueva placa discográfica pero la espera bien valió la pena. La edición de lujo y la versión japonesa traen algunas sorpresas.
Leonardo Bigott