El 1 de junio de 1985 se publicó el primer álbum solista del músico inglés luego del exitoso período con The Police, con gran influencia del jazz
Sting
The Dream of the Blue Turtles
A&M. 1985. Inglaterra
Hoy celebramos los 35 años del álbum The Dream of the Blue Turtles, primera huella discográfica como solista de Gordon Matthew Thomas Summer, mejor conocido como Sting.
Sting es, sin duda alguna, uno de los músicos más completos y creativos que jamás haya existido. Piedra angular del breve pero fascinante trío The Police (1977 – 1984), Gordon Matthew Thomas Summer, mejor conocido como Sting, es poseedor de una fama que va mucho más allá de la popularidad del personaje.
Bajista de alta factura, compositor versátil y dueño de un vocabulario musical de amplio espectro, Sting ha moldeado su estilo artístico fusionan elementos de la música clásica, el worldbeat, el reggae, el punk y la new wave, y el jazz con una particular elegancia y buen gusto, géneros que ha sabido conjugar con una temática que hurga en la crónica social, los derechos humanos y elementos autobiográficos que ha plasmado a lo largo de una discografía en solitario que ya supera la decena de álbumes. Si le sumamos su obra con The Police, Sting rebasa la marca de los 100 millones de discos vendidos.
Memorables temas como “They Dance Alone”, “Every Breath You Take”, “Roxanne”, “Walking on the Moon”, “Every Little Thing She Does Is Magic”, “Love Is The Seventh Wav”, “Let Your Soul Be Your Pilot” y “Desert Rose” son algunas de las muchas obras por las cuales Sting es mundialmente venerado.
A ello se le suma una carrera actoral y sus incursiones en obras aún más ambiciosas como Songs From The Labyrinth de 2006 donde colabora el bosnio Edin Karamazov y Sting interpreta al laúd piezas de John Dowland, el famoso compositor, lautista y cantante renacentista.
Por este y tantos otros motivos, Sting ha sido merecedor de 17 premios Grammy, 3 Brit Awards, miembro honorario del Kennedy Center, Commander of the British Empire y merecedor del Ivor Novello Award en 2002 por logros alcanzados a través de su carrera artística. La lista es extensa y variada.
Si bien Sting ya había alcanzado la fama universal con The Police, su obra como solista refleja la madurez de un músico que ha sabido reinventarse año tras año. Es con este álbum que Sting marca la apertura de un nuevo ciclo acompañado de una pléyade de célebres músicos, algunos asociados al jazz.
Entre ellos Kenny Kirkland, Omar Hakim, Darryl Jones (pocos años después sería el sustituto de Bill Wyman en The Rolling Stones) y Branford Marsalis. Nominado a Mejor Album del Año, el concepto del disco se basa en un sueño de Sting. Cinco de los diez temas que conforman el álbum fueron lanzados como sencillos, “Russians”, “If You Love Somebody Set Them Free”, “Fortress Around Your Heart”, “Love Is The Seventh Wave” y “Moon Over Bourbon Street”.
Tras la consola del Blue Wave Studio de Barbados y el Morin-Heights de Canadá, Jim Scott y Pete Smith, este último como productor junto a Sting en este álbum nominado al Grammy en cuatro categorías, Mejor Ingeniería de sonido, Mejor Álbum, Mejor Interpretación Instrumental y Mejor Interpretación Vocal Masculina.
Las diez canciones que comenzaron la nueva etapa de Sting
“Libéralos, libéralos, libéralos…”. “Si quieres a alguien, pronuncia mi nombre, si necesitas a alguien has lo mismo, si quieres preservar algo apreciado, ponlo bajo candado y bota la llave, si quieres aferrarte a tus posesiones, ni siquiera pienses en mí”.
Sting canta con total entrega “If You Love Somebody Set Them Free”, tema donde apreciamos el saxo de Marsalis adornando en torno al inglés. El juego vocal entre coro y melodía es uno de los atractivos de esta sencilla y llamativa pieza.
Le sigue “Love Is A Seventh Wave” el tema más pegadizo del disco, con un claro tinte reggae.
En él escuchamos de nuevo a Marsalis en el saxo con Sting cantando: “En el imperio de los sentidos, eres la reina de todo cuanto escudriñas, todas las ciudades, todas las naciones, todo lo que cae en tu camino, hay un mundo más profundo que este que no entiendes…”
Miles de razones por las cuales “el amor es la séptima ola”.
La tríada inicial la completa “Russians” con su clara temática anti-comunista y anti-bélica a la cual Sting le inyecta todo el dramatismo de la guerra fría.
El tic tac de un reloj inicia la pieza donde Kirkland al teclado va marcando acordes de Sergei Prokofiev que hacen de fondo a la voz de Sting, quien nos dice: “En América y Europa hay un creciente sentimiento de histeria, condicionada a responder a toda amenaza, en la retórica de los soviéticos el Señor Kruschev dijo ‘te enterraremos…No comparto ese punto de vista, sería un acto de gran ignorancia’”
“Children’s Crusade” es el cuarto tema del álbum. “Jóvenes, soldados, 1914, marchando a través de campos desconocidos, vírgenes con rifles, un juego de charadas, todo por una cruzada de niños…”
Marsalis destaca con un gran solo en este tema donde Sting vuelve a hacer énfasis en el elemento bélico como símil de la adicción a la heroína entre los jóvenes durante el Londres de los 80.
Sting dibuja una viva imagen del conflicto mundial de la segunda década del siglo pasado.
Una más movida “Shadows in the Rain” culmina el lado A, con el solo de Roland Kirkland como uno de los puntos altos del tema.
En este primer lado destacan también buena parte de los vocalistas que acompañan a Sting en este primer viaje solitario donde él es cómplice rítmico junto al gran baterista Omar Hakim (Madonna, Weather Report, David Bowie)
Una reflexión sobre estos tiempos, y aquellos de donde emergió este excelente disco, es que una buena parte de la temática sigue más vigente que nunca, pero ahora trasladada a países como Venezuela, protagonista de un oscuro episodio totalitario aún por definirse.
El lado B lo inicia “We Work The Black Seam” (Trabajamos la costura negra). “Este lugar ha cambiado para siempre, tu teoría económica así lo ha dicho, es difícil para nosotros entenderlo, no podemos renunciar a nuestros trabajos del modo en que debemos, nuestra sangre ha manchado el carbón…”.
La pieza está impregnada de una atmósfera de resignación o dolor e instrumentalmente es la que más recuerda a la última etapa de The Police en Synchonicity. Sting retorna al tema social donde se cuela un elemento de explotación y esclavitud. La pieza alude a la huelga de los mineros durante el primer lustro de los 80
El repertorio sigue con la bien estructurada “Consider Me Gone” (Considérame ausente) cuya letra en parte va: “Hay espacio para el perdón, en la casa que compartimos, pero el espacio ha sido vaciado de lo que sea haya habido allí, hubo gabinetes de paciencia, estantes cargados de cuidado, pero quien sea que haya venido no encontrará a nadie allí, desde hoy considérame ausente…”
El tema título es la gran oportunidad para demostrar el afecto por el jazz en un breve pero llamativo pasaje instrumental que Sting inteligentemente diluye en la hermosa “Moon Over Bourbon Street” relatándonos que: “Hay una luna sobre la calle Bourbon, veo los rostros que pasan bajo las pálidas luces, no tengo otra opción más que seguirlas, las brillantes luces, la gente, la luna y todo, ruego cada día para ser fuerte porque sé que lo que hago no está bien, oh! nunca verás mi sombra o escucharás mis pasos mientras haya una luna sobre la calle Bourbon”
El álbum culmina con otro buen tema, “Fortress Around Your Heart” (Fuerte alrededor de tu corazón). Al igual que la mayoría del repertorio, el baterista Omar Hakim, el teclista Roland Kirkland, el bajista Darryl Jones y el saxofonista Brandford Marsalis ocupan espacios cuya máxima ambición es crear una música de gran finura con un fuerte acento en el jazz y el pop.
Sting culmina: “Bajo las ruinas de una ciudad amurallada, torres que se desmoronan en rayos de luz amarilla, sin banderas de tregua, sin gritos de pena, el cerco de armas había estado latiendo toda la noche, llevó un día construir la ciudad, caminamos sus calles por la tarde, mientras retornaba a través de campos conocidos, reconocí las paredes que una vez hice, tuve que parar en mis huellas por temor a caminar sobre las minas que había enterrado…”
En esta estupenda obra discográfica, como ya habrás visto, Sting encuentra inspiración en hechos históricos relacionados a eventos de la década de los ochenta como la huelga de los mineros en el Reino Unido o inspiraciones literarias como la que extrae del Soneto 35 de William Shakespeare y también eventos de la Londres de aquellos días.
The Dream of the Blue Turtles fue un exitoso comienzo que continuó con el excelente álbum en vivo Bring On The Night (1986), y los exitosos Nothing Like The Sun (1987), Soul Cages (1991), Ten Summoner’s Tales (1993), Mercury Falling (1996), Brand New Day (1999), hasta llegar al conceptual The Last Ship (2013) y el más reciente 57th y 9th (2016).
En cada caso, el reflejo de un trabajo meticuloso con muchas cosas que contar. Acá, sólo algunas, las primeras sin Stewart Copeland y Andy Summers.
Leonardo Bigott