El 26 de julio de 1973 fue publicado el tercer disco de la emblemática y longeva banda texana de rock y blues, obra que colocó al trío en el mapa musical del mundo
ZZ Top
Tres Hombres
London Records. 1973. EE.UU.
Formada en la sureña urbe de Huston, Texas, en 1969, ZZ Top ha sido una de esas pocas bandas que ha gozado de estabilidad a lo largo de más de medio siglo.
Formada por el cantante, guitarrista y principal compositor, Billy Gibbons, el baterista Frank Beard y el bajista y vocalista Dusty Hill†, ZZ Top no ha cesado en ofrecer, a través de una fórmula económica, diáfana y altamente eficaz, una alta dosis de rock con aroma sureño mezclado con boogie y blues.
Sustentada por el característico estilo de Billy y la sección rítmica de Frank y Dusty, cuya muerte trajo a Elwood Francis al trío que muchos recordamos por el par de hombres barbudos, ataviados con sombreros y lentes de sol y en cuyas letras se siente una astuta propuesta cargada de humor. Sin embargo, aún en la etapa de Tres Hombres no habían adoptado esa distintiva estética.
En mi caso, yo entré un poco tarde a esta fiesta, ya que mi primera experiencia con ZZ Top vino con el excelente tema “Gimme All Your Lovin’” del álbum Eliminator (1983), una década en la que el grupo se dio a conocer a nuevas audiencias, gracias también a MTV.
Originada tras la ruptura de la banda de Billy Gibbons, Moving Sidewalks, el trío logró llamar la atención de los ejecutivos del prestigioso sello London Records, dando así inicio a una exitosa carrera discográfica que tuvo como primeros frutos ZZ Top’s First publicado en 1971, y el siguiente Rio Grande Mud de 1972
El trío no tardó mucho en darse a conocer a lo largo y ancho de Estados Unidos con sólidos temas como “La Grange” y “Tush”, y discos como Fandango! (1975) y el que hoy nos ocupa, publicado un par de años antes.
Tres Hombres está conformado por diez temas que en su mayoría no superan los tres minutos y medio y los cuales fueron compuestos o coescritos por Billy Gibbons y que grabados en Brian Studios & Ardent Studios de Memphis, Tennessee, bajo la producción de Bill Ham† y la audio ingeniería de Robin Brian y Terry Manning.
Nos recibe una portada de fondo verde con el título del disco, el nombre del trío y tres fotos mostrando a cada uno de los músicos, diseñada por Bill Narum† y con fotografía de Galen Scott.
El repertorio de cinco temas por lado del vinilo, abre con dos canciones, que aunque separadas, solían ser radiadas seguidas una de la otra. Ellas son “Waitin’ For The Bus” donde Gibbons toca la armónica, además de cantar y tocar la guitarra, y “Jesus Just Left Chicago”.
En la primera, el trío destila un blues cuyos versos mordaces nos dice: “Ten piedad, he estado esperando el autobús todo el día / Ten piedad, he estado esperando el autobús todo el día / Tengo mi bolsa de papel marrón y mi salario neto”
En su título, la segunda, asumo yo, es una alegórica expresión que trae al recuerdo aquella que dice “Ladies and Gentlemen Elvis has left the building” pero no me crean mucho, lo que si dice esta canción en el siempre emotivo idioma de blues es: “Jesús acaba de salir de Chicago / Y se dirige a Nueva Orleans / Bueno, ahora, / Jesús acaba de salir de Chicago / Y se dirige a Nueva Orleans / Sí, sí, trabajando de un extremo al otro y todos los puntos intermedios”.
“Beer Drinkers & Hell Raisers” es el tercer tema y el segundo de dos sencillos publicados por el trío y que están incluidos en el álbum.
Con un acento “hard rock” el trío nos canta sobre uno de esos personajes en busca de aventuras, antes de interpretar “Masters of Sparks” una interesante y rara pieza que en una de sus estrofas nos dice: “En la parte trasera del Mack de Jimmy / Se puso de pie una jaula de acero redonda / Soldada en forma por Slim / Hecho de calibre de ventosa”
Cierra la primera parte con una excelente balada en clave blues llamada “Hot, Blue and Rightous”, en la cual el grupo en parte nos canta: “Caliente, azul y justo / Un ángel me llamó a un lado / Caliente, azul y justo / Dijo: ‘Quédate conmigo y seré tu guía’»
Billy interpreta un excelente solo cerrando así la primera parte.
La segunda parte abre con “Move Me On Down The Line”, un rock up-tempo que relata: “Cuando escucho que Santa Fe comienza a soplar / Me pregunto dónde ha estado y hacia dónde se dirige / Te digo, chico, cada vez / El sentimiento seguro está bien / Sólo llévame al límite / Sólo llévame al límite / Entonces escuché a Red Rooster comenzar a cantar / A la vuelta de la esquina soplaba esa nube de humo”
Billy repite un solo de guitarra para después interpretar “Precious and Grace”, otra dosis de hard rock con una historia que en parte dice: “Manejando un viernes por la noche / El paisaje es una vista hermosa y natural / Solo navegando lento a través de la oscuridad de la noche / Con aprecio y gracia todo está bien”
El set sigue con el clásico boogie blues “La Grange”, primer sencillo del disco donde el trío nos cautiva con su dinámica interacción. “Rumor esparciéndose por ahí / En ese pueblo de Texas / Sobre esa choza cerca de La Grange / Y sabes de lo que estoy hablando / Solo avísame si quieres ir / A esa casa cercana / Tienen muchas chicas lindas”
Las canciones “Sheik” y “Have You Heard” son los dos temas restantes de este maravilloso e histórico disco.
La primera nos atrapa por el cambio de temperamento y los diferentes sonidos de Billy además de sus versos: “Conocí a un shiek de Mozambique / ¿Quién me llevó al Congo? / Soñaba con ir a México y probar un burrito / Mi temperatura había subido de nuevo / Debe haber sido elevada”
La segunda es un blues inspirado en un góspel que al parecer muestra el lado espiritual del trío y que alude a la creencia del advenimiento de Jesús para darnos su amor. Tal vez el mismo título del disco tenga una inspiración religiosa, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Demos un giro en el tiempo para escuchar Tres Hombres una vez más.
Leonardo Bigott
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