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Angel Olsen en Madrid: Esto no es country. Pero tampoco no es country

Angel Olsen en Madrid
Foto: Óscar Ribas Torres

La cantautora estadounidense de folk rock, junto a la notable The Big Time Band, ofreció en Madrid un concierto emotivo y memorable

Angel Olsen
Concierto en La Riviera, Madrid

(Septiembre 20, 2022)

 
La frase que titula esta crónica llama especialmente mi atención entre la mercancía en venta durante el concierto que ofreció la cantautora Angel Olsen el pasado jueves 29 de septiembre en Madrid.

Con una Sala Riviera a medio llenar, puedo calcular con comodidad el espacio en el que recibiré un mejor sonido durante la presentación. Y vuelve la frase a mi mente: “Esto no es country. Pero tampoco no es country”. Un par de oraciones cortas impresas en la parte trasera de una camiseta que al frente reza: “Angel Olsen and The Big Time Band”.

A las 21 horas con 10 minutos aparece la banda en escena. “Dream Thing”, del impecable y tranquilizador Big Time (Jagjaguwar, 2022), es el tema que la cantante norteamericana ha elegido para iniciar la velada.

En su nuevo disco, esta devota del folk oriunda de Missouri, sin dudas ha logrado su mejor trabajo hasta la fecha.




Producido por ella misma junto a Jonathan Wilson, multi instrumentista y productor de elepés de figuras como Roy Harper, Conor Oberst y Father John Misty, en esas diez canciones Olsen desgrana, con crudeza y ternura a partes iguales, hechos que han marcado su vida en los últimos tres años: su confesión pública de pertenecer a la comunidad LGBT, el fallecimiento de su madre y padre adoptivos (con apenas un par de meses de diferencia entre ambas partidas) y el final de su primera relación queer en pleno terremoto pandémico.

La banda en escena, compuesta por un baterista (Sam Kauffman-Skloff), una guitarrista líder (que también se sienta en la guitarra de acero con pedal en tres canciones del repertorio) (Emily Elhaj), una pianista (Nona Marie) encargada del mellotrón, un bajista (Jonathan Sumner), una violinista (Alex Guy) y una chelista (Emily Elkin), acompaña rozando la perfección el sonido de la guitarra acústica y la voz de Olsen.

Angel Olsen en Madrid Angel Olsen en Madrid Angel Olsen en Madrid

Es un sonido que actualmente baila entre el country alternativo y el folk-rock, siendo el segundo de esos géneros el que catapultó a esta compositora al centro de la escena del indie hace ocho años con el visceral Burn Your Fire for Not Witness (Jagjaguwar, 2014), aunque su carrera en la grabación ya había comenzado un par de años antes con el tímido Half Way Home (Bathetic, 2012).

Ya son más de diez años en el ruedo para Angel, y esa década de experiencias acumuladas se nota en la soltura con la que se pasea por los dos siguientes números del repertorio, “Big Time” y “Ghost On”, después del cual finalmente saluda a los presentes en el recinto y les pregunta si alguna vez han estado enamorados, para luego desenamorarse a causa de pequeñeces como la forma en la que mastica la comida su pareja: “¿No les ha pasado? Pues la siguiente canción va de ello”, bromea Olsen, y arranca la hipnótica “Right Now”, uno de los temas más conmovedores del disco que le da nombre a su gira actual.

Angel Olsen en Madrid
Foto: Óscar Ribas Torres




El quinto asalto de esta lucha pacífica es “Shut Up and Kiss Me”, del genial My Woman (Jagjaguwar, 2016), y el público estalla de emoción desde la primera nota. Es un tema que bebe del grunge y del punk, y sus guitarras con la cantidad justa de overdrive animan a los presentes a saltar en las descargas de los coros.

Para este momento es evidente que la mayoría de los asistentes tenemos años siguiendo la carrera de Olsen, y aunque el silencio y la atención que ofrecemos durante la interpretación de sus canciones más recientes es una muestra clara de admiración por su nuevo sonido, tampoco nos viene mal bailar un poco con esos pequeños clásicos que ya empiezan a perfilar su carrera.

Seguimos en su disco de 2016, porque de inmediato comienza a sonar “Give It Up” y la sencillez de esa progresión de cuatro acordes nos recuerda que acá a todos nos gusta el rock sin pretensiones.

Esta segunda liberación de energía es coronada por “All Mirrors”, tema que da nombre al cuarto disco de Olsen, publicado en 2019, pero que a falta de sintetizadores y de un apoyo netamente electrónico, esta noche suena mucho más cercano a la versión modificada que formó parte de Whole New Mess (Jagjaguwar, 2020), un trabajo de reversiones de todas las composiciones presentes en All Mirrors (Jagjaguwar, 2019).

Angel Olsen en Madrid
Foto: Óscar Ribas Torres

Algo pasa, y luego cincelas tu camino a través de ello, y después se crea el arte. Pero este proceso no siempre se siente artístico. Se siente más bien como estar en modo de supervivencia. Si puedes transformar algo que ha sido extremadamente decepcionante, y aterrador y raro en tu vida, en algo que suene como una canción de Dolly Parton, y lo cantas con un poco de guiño, entonces no hay nada que supere esa sensación”, afirmaba Olsen en una entrevista ofrecida a The New Yorker en mayo del año en curso.




Esa convicción de ofrecer reverencias a las luminarias femeninas que han dejado su huella en la música norteamericana durante la segunda mitad del siglo 20 es apreciable, y con creces, en la interpretación de las dos siguientes canciones del repertorio: “This Is How It Works” y “Go Home”, la primera embellecida aún más por un arreglo de cuerdas en su introducción que no está registrado en la grabación original.

Ese nuevo sonido que busca Olsen con su banda actual baja su cabeza con respeto ante todo lo que han tenido que trabajar cantantes como Joni Mitchell, Karen Dalton, Nancy Sinatra, Loretta Lynn, Stevie Nicks y la misma Parton en la escena del country-folk de los Estados Unidos, y al mismo tiempo le imprime pinceladas de influencias más cercanas al mundo del rock alternativo.

Es un pastiche hermoso, y sus devotos por esta noche agradecemos cada uno de sus esfuerzos en el escenario.

Angel Olsen en Madrid
Foto: Óscar Ribas Torres
Angel Olsen en Madrid
Foto: Óscar Ribas Torres

Con la velada llegando a su fin, el grupo nos deleita con una versión impecable de “Sister”, otra suerte de clásico moderno proveniente de su disco de 2016, que a través de sus casi ocho minutos de duración no perdió la conexión con el público en ningún momento.

Siguió “All The Good Times”, tema de apertura del disco nuevo, con ese mellotrón que hipnotiza desde el primer instante y una percusión llena de dinámicas fuertemente influenciadas por el estilo de Ringo Starr.




Esta canción es el punto alto de la noche para el cronista que se empeña en aparecer en este texto, pero para el público fue un tranquilo puente hacia otro estallido de júbilo con “Chance”, una balada enternecedora que cierra el anteriormente mencionado All Mirrors (Jagjaguwar, 2019), y que también funcionó para cerrar el repertorio base del concierto. Vamos, que hasta tenía a una tierna pareja de chicas danzando elegantemente junto a mí cuando el violín y el chelo ofrecieron un cierre épico para la canción.

El bis fue una versión animada de la inmortal “Without You”, original de Peter Ham y Tom Evans de Badfinger –el grupo consentido de Paul McCartney y George Harrison, e inmortalizada por Harry Nilsson en su histórico Nilsson Schmilsson (RCA, 1971), documento indispensable en la configuración del pop-rock estadounidense de la década de los 70.

Claramente Angel Olsen quiere que nos despidamos de su banda elevados en el romanticismo más auténtico. Quizás trata de decirnos que la vida puede enfrentarnos a ciertas decepciones sentimentales, pero que si nos desgañitamos todos en los coros de esta empalagosa canción de amor podremos levantar nuestro ánimo de inmediato.

Nos apoyamos en la música que ha formado parte de nuestras vidas, nos quedamos medianamente roncos en ese subidón, y eso es todo.

Seguiremos. Siempre seguiremos.

Javier Camacho Miranda