El 28 de febrero de 1973 la agrupación inglesa publicó su álbum debut, poniendo la piedra fundacional de una larga e interesante carrera
Camel
Camel (debut)
MCA. 1973. Inglaterra
Una de las más interesantes expresiones del rock progresivo ha sido aquel estilo que emergió a finales de la década de los 60 e inicios de los 70 en la ciudad de Canterbury, Inglaterra, localizada a pocos kilómetros de Londres y muy conocida por su catedral.
Declarada Patrimonio Cultural de la humanidad por la UNESCO, esta famosa ciudad es también conocida por ver nacer a la legendaria y seminal The Wilde Flowers, agrupación que engendró el fascinante movimiento conocido como Canterbury Scene o, más específicamente, Canterbury Sound.
Posteriormente vendrían las icónicas Caravan, The Soft Machine, Gong, Hatfield and the North, National Health y otras más, cada una con una historia cautivadora que contar.
Músicos notables como Kevin Ayers, Robert Wyatt, Pye Hastings, Richard Sinclair, Pip Pyle, Steve Hillage y Allan Holdsworth, fueron parte de ese emblemático fenómeno musical que caracterizó a las bandas del género por fusionar elementos del avant-garde, la psicodelia, el jazz y el rock progresivo con frecuentes cambios de músicos que migraban entre ellas.
Camel es, en buena parte, el resultado de ese influyente movimiento, aunque de forma tangencial. Se inició como un trío conformado por Andrew Latimer en la guitarra, Andy Ward en la batería y Doug Ferguson en el bajo, inicialmente con el nombre de The Brew.
Luego de asistir a la audición para ser la banda respaldo del cantautor Phillip Goodhand-Tait el 20 de febrero de 1971, grabaron un único álbum con éste. Posteriormente, el trío llamó a sus filas al teclista Peter Bardens con quien la banda dio un concierto para cumplir así un compromiso previamente adquirido por el teclista bajo el nombre de Peter Bardens’ On.
Finalmente, ya bajo el nombre de Camel, abrieron para otra legendaria agrupación inglesa, Wishbone Ash, en el Waltham Tehnichal College, el 4 de Diciembre de 1971.
Meses más tarde, en agosto de 1972 firmaron con MCA Records y al año siguiente graban su epónimo LP que si bien no fue para el momento un éxito, decantó en una de las bandas más significativas del progrock.
Su música ha sido una mezcla interesante de elementos del barroco, el jazz y el blues apoyado por instrumentos electrónicos.
Camel, lanzado el 28 de febrero de 1973, nos presenta como preámbulo la imagen de un camello con cuerpo de tren al estilo deco y delineado por Modula. Roger Quested fue el hombre tras la consola y responsable de un sonido balanceado aunque ligeramente opaco desde mi perspectiva.
El primer tema lleva por título “Slow Yourself Down” (Cálmate): “Me dicen que buscas un nuevo lugar, me dicen mañana tendrá un rostro real, dicen que no comprendo, cuando hablas del verano de tu tierra, sólo cálmate, voy contigo…”
Las teclas de Bardens inician este tema de casi cinco minutos donde encontramos rasgos de la primera época de Santana, aspecto evidenciado en el segmento que antecede al solo de Latimer. El cuarteto también revela un sonido áspero centrado en el órgano con unos interesantes solos.
Acá es también evidente la prominencia de Bardens y Latimer, quien hace la voz líder, y que juntos conformaron por un lustro lo que se convertiría en el Lennon-McCartney de esta gran banda que ha sobrevivido variadas circunstancias.
“¿Has visto a la Reina Mística, montar su limosina sobre las colinas y los valles hasta el amanecer?”, son los primeros versos de la primera estrofa de “Mystic Queen”, el segundo tema del álbum. Doug Ferguson se hace cargo de las voces llevado por los acordes de Bardens.
El espacio para los pasajes instrumentales liderados por órgano y guitarra se hacen cada vez más evidentes y serían a la larga lo que identificamos como el sonido Camel.
El siguiente track, “Six Ate”, es un instrumental hasta cierto punto cargado de ingenuidad pero agradable por su sonoridad, donde nuevamente Latimer y Bardens ocupan el mayor espacio.
Si bien el primer tema estuvo compuesto por Ward y Latimer y el segundo por Bardens, “Separation” es otro tema vocal compuesto, al igual que el anterior, por el guitarrista. Esta característica ya marca por donde iría el destino de la banda.
Latimer, nuevamente voz líder, nos canta: “Sabes que peleamos cada día, es como si hubiéramos perdido nuestro camino, cuando comenzamos era como si fuéramos uno, ahora a medida que el tiempo pasa, vamos por nuestro propio camino”.
En el coro Latimer nos dice: “La única forma es la separación, la separación comienza hoy”. También destaca su solo con una sonoridad más roquera hacia el final.
El quinto tema es posiblemente el que más llamó la atención. La muchachada sedienta de progrock lo adoraba y le sigue adorando. Es como el “Nothing at All” de Gentle Giant. Lleva por título “Never Let Go” (No abandones) y siempre ha sido parte del repertorio en vivo, más allá de los cambios de formación de la banda.
El hermoso arpegio de Latimer y la ambientación de Bardens llegan a una breve pausa, el motivo es también parte del cierre de la pieza que trata sobre la voluntad del hombre. “Locos predicadores de nuestra condena, diciéndonos que no hay espacio, no lo suficiente para toda la humanidad, y los mares del tiempo se están secando ¿No saben que es una mentira?
Durante un tiempo este tema abría los conciertos del cuarteto. Una de las versiones que más llama mi atención es la del doble LP en vivo A Live Record de 1978 donde la pausa no se aprecia y la canción entra con el saxo alto del legendario Mel Collins, quien en ocasiones transformaba a la banda en un quinteto.
“Curiosity” y “Arubaluba” culminan este disco debut. “Navega, navega, ahí vas, hacia un lugar conocido, por qué no dejas que te acompañe, no le diré a nadie”. Es la primera estrofa de “Curiosidad” que inicia con el bajo de Doug, la batería de Ward, la guitarra de Andrew y al final el órgano de Bardens.
Una melodía con un teclado discreto de aire barroco y una guitarra roquera. La dinámica de la pieza la hace atractiva. Bardens, su compositor, hace un buen solo antes de darle espacio a Latimer. La pieza final es otro instrumental también compuesto por Peter Bardens.
Por segundos es la más larga del repertorio. Una vez más el énfasis esta en Peter y Andrew aunque acá Doug toma un poco más espacio que en temas anteriores. La bluseada guitarra de Latimer pareciera conversar con el teclado de Bardens.
La composición revela cierta malicia que se hizo evidente hacia el final del primer período de Camel ya que cinco años más tarde ese ‘affaire’ Bardens-Latimer llegaría a su final.
Es necesario reiterar que éste primer LP nos permite conocer los elementos que eventualmente decantaron en grandes obras como el “Lady Fantasy” de Mirage (1974), The Snow Goose (1975) (sin duda su trabajo más ambicioso) y Moonmadness (1976) con su hermosa “Song Within a Song”.
El 3 de abril de 2001, Camel pasó por Caracas y otros países de Suramérica para presentarnos parte de ese reportorio y de su entonces reciente Rajaz (1999).
En esos días el teclista Guy LeBlanc (†), el bajista Colin Bass, el baterista Denis Clement, y Latimer en la guitarra, conformaban Camel. En aquel tan recordado momento, la banda interpretó, de este álbum cumpleañero, el tema “Slow Yourself Down”.
En 2002, el disco A Nod And A Wink fue dedicado a Peter Bardens (†) luego de lo cual la salud de Latimer se deterioró de manera alarmante, concluyendo en un trasplante de médula que sacó a la banda de escena durate varios años.
Andy pudo retornar al ruedo y el 2013 volvió a los escenarios girando por Europa sucesivamente. En 2018 se realizó el “Moodmadness Tour” que lo acercó a varios países, incluyendo España (leer crónica aquí) y para 2023 Camel vuelve a la carretera.
Que Camel siga activo medio siglo después de su homónimo primer disco es un auténtico milagro.
Leonardo Bigott
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