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Future Days: el exploratorio y atmosférico cuarto disco de CAN

Can Future Days

En agosto de 1973 fue publicado el cuarto álbum de la formidable banda alemana en el que buscaba un sonido más atmosférico que en sus discos anteriores

CAN
Future Days

United Artists. 1973. Alemania

 
Con un lenguaje musical que abarcó la psicodelia, la experimentación sonora, la improvisación con elementos jazzísticos, funk y tangencialmente el rock progresivo, la electrónica, el ambient music, los pasajes de inspiración étnica, CAN fue (y sigue siendo) una de las bandas más relevantes del territorio teutón y sin duda la punta de lanza de lo que fue bautizado como Krautrock.

Su clara inclinación a la experimentación viene de las raíces musicales de sus miembros a lo largo de tres períodos entre 1968 y 1999, años entre los cuales la agrupación vio pasar, al menos, poco más de una decena de músicos con ideas vanguardistas que mezclaban funk, rock, jazz e incluso musique concrete.

Este disco que hoy nos ocupa es, junto a Tago Mago (1971) y Ege Bamyasi (1972), uno de los más influyentes de la banda, y con ellos forma la trilogía central de su discografía.




Al momento de grabar Future Days, CAN era un quinteto formado por Holger Czukay† (bajo), Michael Karoli† (guitarra, violín), Jaki Liebezeit† (batería, percusión), Irmin Schmidt (teclados) y el japonés Damo Suzuki (voz líder, percusión), quien dejaría el grupo después de la grabación de este álbum.

Producido por CAN, Future Days buscaba expandir sus paisajes sonoros y lo logró con estas cuatro estupendas piezas que fueron publicadas hace medio siglo.

El repertorio, enteramente compuesto por la banda, comienza con el tema título ocupando los primeros nueve minutos y medio. Ellos inician con una serie de sonidos ambient y una cíclica rítmica que parece inducirnos a un trance hipnótico con sonidos acuosos, aves y otros.

Damo emerge a medio camino como si lo hiciera a través de un megáfono para decirnos: “Todo lo que harás para todo lo que haces es todo lo que harás / Crees que puedes hacerlo? …

La rítmica lírica también forma un entramado sonoro multisensorial dando cierto sosiego. Es un viaje fascinante con amplios espacios y un contenido que deja mucho a nuestra imaginación y que por momentos evoca estancias ritualistas.

CAN revela su deseo de encontrar nuevos sonidos a lo largo de este primer tema con una atractiva dinámica.




“Spray” pareciera dar inicio improvisando sobre una base rítmica fast tempo. Jaki y Holger son el soporte de frases y sonidos que resultan de una libertad creativa plena.

Uno de los aspectos que me parecen más interesantes es como el grupo genera un hilo conductor a partir de una base rítmica progresiva, no muy fácil de describir. Karoli también se hace sentir, aparentemente aportando el sonido de su guitarra sin mayores efectos y Schmidt también nos brinda magia abriendo espacios, ambos sobre todo al final para dar tiempo a la parte vocal que en sus primeros versos nos dice: “Corrí por mi vida / Ahora cuando él estaba ausente salir caminando era salir con todas las pequeñas cosas

“Moonshake” es el tercer tema, uno de los clásicos de la banda, con el distintivo estilo rítmico de Liebezeit y la guitarra semi funk de Karoli.

Breve comparada con los dos anteriores, la pieza crea un contraste interesante con sonidos que aparecen y desaparecen como caprichosas pinceladas sobre un lienzo.

CAN  nos dice. “Por qué no podemos irnos a la carrera”. Y enseguida el pegadizo estribillo en parte nos dice: “Mejor no digas más / no me dejes libre…

Damo nos canta casi susurrándonos.

“Bel Air” cierra el disco. Ocupando todo el lado B del vinilo, Damo nos canta, en su particular estilo: “Y cuando nadie puede decir que odias pero tú historia ahora llega a la tienda / Y cuando comienzas a decir que odias / Llegas al vestido de puesta en marcha…”

Debo admitir que CAN me da la oportunidad de interpretar su extraña lírica sin restricciones, dejándome correr el riesgo de entenderlas como otro elemento sonoro que va más allá del contenido o más bien el significado de las mismas.




Este final es como el Close To The Edge de CAN. De delicada melodía al inicio, “Bel Air” es un tema caleidoscópico, es decir lleno de colores, atmósferas y texturas que parecen levitar en torno a nosotros.

Personalmente, me gusta mucho el trabajo de Holger Czukay aún en los momentos de mayor tensión. La banda crea espacios que son como aliviaderos dentro de la agitada obra, muestra de ello la apreciamos en el nueve.

Future Days es una caja de Pandora, así que no te lo contaré todo para no arruinar la extraordinaria magia que este álbum posee.

Mi invitación esta hecha, demos marcha atrás medio siglo y dejemos que CAN nos hipnotice.

Leonardo Bigott


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