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The First Day: la histórica colaboración entre David Sylvian y Robert Fripp

David Sylvian and Robert Fripp The First Day

El 10 de agosto de 1993 vio la luz el fabuloso único álbum de estudio que unió a dos músicos y compositores ingleses con trayectorias únicas

David Sylvian & Robert Fripp
The First Day

Virgin. 1993. Inglaterra

Pocas colaboraciones despertaron tanto interés durante el tramo final del siglo 20 como la que lograron David Sylvian y Robert Fripp a comienzos de los años 90.

Ambos músicos ya habían compartido intereses desde que Sylvian invitó a Fripp a tocar en “Steel Cathedrals”, el soundtrack de un cortometraje dirigido por Sylvian y Y. Yamaguchi, grabado entre 1984 y 1985.

La colaboración se repitió en el magnífico doble LP, Gone to Earth (1986), disco en el que Fripp despliega su reconocible estilo tanto con la guitarra como con los Frippertronics. Entonces surgió la idea de realizar un disco conjunto, pero tuvieron que esperar cinco años para retomar la intención.

En 1991 fue publicado el debut del proyecto Rain Tree Crow que unió a los cuatro miembros de Japan (Sylvian, Mick Karn, Steve Jansen y Richard Barbieri) y lo que en principio había sido pensado para largo plazo, terminó en un solo disco, lo que permitió a Sylvian retomar otros proyectos.

Fripp, por su parte, se encontraba en un proceso mental para confeccionar una nueva encarnación de King Crimson, y ofreció a Sylvian unirse. Éste, sin embargo, declinó. No obstante, ambos comenzaron a ensayar y a presentarse con Trey Gunn como tercer miembro.




Lo que por un tiempo parecia un destino incierto, fue tomando forma. Fripp convenció a Sylvian -renuente desde su gira de 1988 a presentarse en vivo por no querer ser centro de atracción- a aprovechar al máximo esta colaboración y salir a tocar. Sylvian accedió y de ello salió el soberbio disco Damage (1994).

El núcleo Sylvian-Fripp había sido ampliado con la inclusión de Trey Gunn, y en ese formato trío dieron sus primeros conciertos. Pero para la grabación fueron sumados el gran batería Jerry Marotta (conocido por ser parte de la banda de Peter Gabriel), Marc Anderson en la percusión (estrecho colaborador de Steve Tibbets), Ingrid Chavez en la voz (para entonces pareja de Sylvian) y David Bottrill en los tratamientos, programación e ingeniería y mezcla.

Una fotografía de Kevin Westenberg mostrando a Fripp y Sylvian riéndose en actitud distendida y cómplice, con un diseño de tonalidades rojizas obra de Dave Coppenhall y el gran Vaughan Oliver (esencial en la estética de Sylvian), son la llamativa puerta de entrada al disco.

El denso funk “God’s Monkey” abre el disco de gran manera. Es una composición acreditada a Bottrill, Fripp, Gunn y Sylvian, que anunciaba en parte la dirección que Fripp tomaría con el nuevo King Crimson, un doble trío que incluiría a Trey Gunn y Pat Mastellotto como nuevos miembros.

El comienzo auguraba que iba a ser el disco más funk de toda la carrera de Sylvian hasta este momento, y lo ha sido por siempre.

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Jean the Birdman”, una de las primeras composiciones que surgió de la asociación, es un tema amigable dentro del repertorio, quizá el más cercano a la estética de Sylvian en sus discos solistas de los 80.




La canción fue publicada en un single de dos partes con material exclusivo. La primera parte contiene los temas “Earthbound (Starblind)” y “Endgame”, mientras que la segunda incluye una versión de “Gone to Earth”, “Tallow Moon” (con letras tomadas de Lettre Au Directeur Des Messageries Maritimes” del disco Sahara Blue (1992) de Hector Zazou), y la paisajista composición  de Fripp, “Dark Water”.

Merece la pena recuperar ese material que forma parte del legado de esta efímera pero histórica colaboración

El tercer tema del disco es “Firepower”, diez minutos repartidos en una primera parte en la que Sylvian canta con su voz filtrada, y una segunda parte más extensa a partir del minuto tres, en la que desaparece la voz en favor de una densa instrumentación en la que Fripp hace todo tipo de virguerías con la guitarra y los Frippertronics sobre una base rítmica constante de carácter hipnótico.




Luego emerge “Brightness Fall”, un tema de rítmica algo funk y una guitarra que presagiaba la nueva etapa de King Crimson. Sylvian, por su parte, canta en su peculiar estilo nocturno, ajeno a la telaraña instrumental.

Otra pieza confrontacional, “20th Century Dreaming (A Shaman’s Song)”, prosigue en el orden. Al igual que “Firepower”, su origen proviene de las primeras presentaciones como trío, y en estudio fue extendida hasta los doce minutos con segmentos instrumentales repletos de capas de guitarras, teclados, frippertronics y samplers, siempre con el bajo conduciendo en la sombra.

Darshan (The Road to Graceland)” es el tama más largo, superando los 17 minutos. Su rítmica dance podría estar a medio camino entre Can y The Stone Roses, pero con una presencia de guitarras más prominente.

A lo largo de su desarrollo, Sylvian va repitiendo el término “Darshan”, y cerca del minuto cinco comienza a cantar las lineas: “Dos pájaros / Una piedra / Una oportunidad / Es arrrojado / no cometas / errores




Cierra el disco con “Bringing Down The Light (The First Day)” con un soberbio tema atmosférico construido con capas de guitarras, frippertronics y teclados.

Tras un repertorio rítmico, esta fue una forma muy envolvente de poner punto final a The First Day.

Desafortunadamente no hubo continuidad en el proyecto más allá de la gira que acompañó al álbum, por ello, este permanece como un preciado documento de dos genios de nuestro tiempo juntos.

Juan Carlos Ballesta


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