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Violator: la piedra angular de Depeche Mode

Depeche Mode

El 19 de marzo de 1990 fue publicado el séptimo álbum del grupo inglés emblema del synth pop, el más exitoso de su extensa carrera de 40 años

Depeche Mode
Violator

Mute Records. 1990. Inglaterra

A lo largo de toda la década de los 80, el grupo de Basildon fue construyendo una sólida discografía y una creciente legión de seguidores. Con cada nuevo disco el nivel de exigencia en la producción y las nuevas tecnologías incorporadas, fueron ampliando el rango de su sonido, siempre dentro de la corriente del synth pop.

Pero, hasta ese momento ningún cambio había sido tan notable y había producido un impacto global tan notable como las nueve canciones que conformaron el séptimo disco en estudio, Violator, publicado el 19 de marzo de 1990.

Era el primer trabajo de la nueva década, tres una impecable seguidilla de álbumes que comenzó con Speak and Spell (1981) -el único con el cofundador y primer líder Vince Clarke-, siguió con A Broken Frame (1982), Construction Time Again (1983), Some Great Reward (1984) y Black Celebration (1986), para terminar con Music for the Masses (1987) y el doble LP en directo que documentó el último concierto (101) de la maratónica gira durante 1987 y 1988.

En el tope de su creatividad, Martin Gore, Andrew Fletcher, Dave Gaham y Alan Wilder (sustituto de Clarke), apelaron al reconocido productor Mark “Flood” Ellis para acometer el disco con el cual darían la bienvenida a la última década del siglo 20.




El trabajo previo de Flood con New Order, Ministry, Cabaret Voltaire, Marc and The Mambas, U2, Erasure (el proyecto de Vince Clarke), Crime and The City Solution, pero sobre todo con todos los discos de Nick Cave and The Bad Seeds, era una señal poderosa para lograr un cambio sustancial en el sonido.

El resultado fue fabuloso y se mantiene como el álbum más emblemático y comercialmente exitoso de Depeche Mode hasta la fecha.

Violator: nueve canciones para la historia

El descanso luego de Music For The Masses Tour, produjo un replanteamiento en el proceso de pre producción que en los años previos se había basado en largas discusiones sobre cómo querían que sonara el nuevo disco para luego encerrarse en un estudio a programar sonidos sobre la base de los demás presentados por Gore.

Para Violator, Wilder propuso minimizar el tiempo de la pre-producción y evitar así cierto aburrimiento en el que habían caído repitiendo la misma dinámica. La experiencia de Flood fue primordial en la consecución de los objetivos.

Gore presentó demos o ideas inacabadas, para dar mucha libertad al resto a aportar ideas e incluso cambiar la forma original de la canción. A mediados de 1989 el grupo comenzó a grabar en Milán con el DJ/productor francés François Kevorkian como ingeniero y de ahí salió el primer single, “Personal Jesus”, publicado el 29 de agosto de aquel año.

El lanzamiento fue precedido por una inusual campaña de marketing que comenzó con la publicación de avisos con la frase “Your own personal Jesus” en la sección de clasificados de muchos periódicos regionales de Gran Bretaña. El aviso incluía un número telefónico para escuchar la canción completa.

El furor fue total y encumbró el single al puesto 13 en Gran Bretaña, mientras que en Estados Unidos fue su primer single en lograr la categoría oro, convirtiéndose en el más vendido en la historia de Warner (sello distribuidor).

En enero de 1990 fue publicado el segundo single, “Enjoy the Silence”, convertido en el segundo oro consecutivo en Estados Unidos. En 1991 obtuvo un British Awards como Single del Año. De todos los temas de Violator, es el vínculo más obvio con años previos.

Para promocionar el lanzamiento del disco, la banda y la emisora de radio de Los Angeles, KROQ, organizaron una sesión de autógrafos en Wherehouse Entertainment, evento que congregó a unos 20 mil seguidores, lo cual se trasformó en un mayúsculo desastre.

Hubo heridos debido a que la masa de gente presionó a muchos contra la vidriera de la tienda, lo cual llevó a Depeche Mode a distribuir entre los fans de la ciudad unos cassettes de edición limitada como forma de disculpa.




El álbum produjo otros dos magníficos singles a lo largo del año. En mayo el turno fue para “Policy of Truth”, no tan exitoso como los dos primeros, pero sin duda un tema capital del disco y de la discografía de DM.

El cuarto single fue “World in My Eyes”, prístino tema, que fue editado en septiembre, llegando al puesto 17 en Gran Bretaña y 52 en Estados Unidos.

Todos los videos del disco fueron dirigidos por Anton Corbijn, quien les otorgó una estética visual que, sin compartir temática, de alguna manera los enlaza.

Las otras cinco canciones que componen Violator son joyas. “Sweetest Perfection” es un libidinoso y misterioso tema; “Halo”, no exento de drama (a pesar de no haber sido editada como single, cuenta con un interesante video de Corbijn); la romántica y exquisita “Waiting for the Night”; la también romántica y envolvente “Blue Dress” (adelantándose al trip hop); “Clean”, cierre perfecto, con su clara inspiración en “One of These Days”, clásico del disco Meddle (1971) de Pink Floyd.

Treinta años después, Violator, sigue siendo la gran piedra angular en la carrera de la banda inglesa y uno de los más perfectos discos pop de nuestro tiempo.

Juan Carlos Ballesta


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