El 27 de abril de 2004 la emblemática cantante estadounidense publicó su fantástico noveno álbum
Patti Smith
Trampin´
Columbia. 2004. EE UU
Treinta años después de su aparición en la escena musical neoyorquina y venticinco del fin de su incendiaria etapa durante la segunda mitad de los años 70, Patti Smith seguía conservando intacta su energía y la validez de su propuesta.
Su magnética presencia, su poderosa voz y un verbo cargado de poesía y altruismo político, han hecho de ella un verdadero icono del rock.
Después de un período de reflexión que siguió a los trágicos sucesos del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, Patti Smith concibió Trampin’ (2004), otro de sus sentidos alegatos humanistas, con el cual reivindicaba la paz planetaria y cuestionaba abiertamente las guerras como solución a los problemas de los pueblos.
Acompañada de la misma banda de los últimos años, que incluía a Tony Shanahan, Oliver Ray y a dos de los originales de la Patti Smith Band de los años 70, Lenny Kaye y Jay Dee Daughtery, Smith creó un orgánico disco que se pasea por temas universales de gran actualidad, con una mezcla de poéticas baladas, fiereza y estridencia rock, pinceladas folk, improvisación y cierta dosis de política.
Trampin’ es un disco que destila honestidad y emotividad de principio a fin, lo cual en buena medida se debió a que fue grabado en vivo en el estudio, con el agregado de unas voces de niños jugando en las calles de Baghdad (en la catártica “Radio Baghdad”) y unas cuerdas en la acústica “My Blakean Year”.
Hay en este trabajo un equilibrio entre la fuerza de “Stride of Mind”, la aspereza de “Jubilee”, la confesional “Peaceable Kingdom” y algunas incursiones en el folk-rock con toques country como “Mother Rose”, “Trespasses” o “Cash”.
En las piezas más largas, “Gandhi” y “Radio Baghdad”, Smith despliega su habilidad para cantar y recitar, dentro del caos a veces apocalíptico que crea la banda. Al final hay tiempo para “Trampin’”, un dueto con su hijo Jesse Lee Smith al piano, resultando en un acercamiento a la tradición gospel.
Este es un disco atemporal, como toda la obra de Patti Smith. Simplemente rock con pasión y sentimiento.
Juan Carlos Ballesta