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Rattus Norvegicus: el rabioso debut de The Stranglers

The Stranglers

El 14 de marzo de 1977 fue publicado el álbum debut de la banda inglesa, el primer capítulo de un intenso período de varios discos indispensables

The Stranglers
Rattus Norvegicus

United Artists. 1977. Inglaterra

La vorágine punk arropó a algunas bandas que ya llevaban algunos años trabajando, aunque, como en el caso de The Stranglers no hubieran publicado todavía un disco.

En el caso de la longeva banda londinense, sus integrantes estaban por encima de la edad promedio, muy especialmente el baterista, Jet Black (Brian Duffy), quien pasaba de los 30 años cuando la banda se formó en 1974 con el nombre de Guildford Stranglers.

Black era entonces un exitoso negociante y había sido un baterista semiprofesional en los años 60 dentro del jazz y deseaba retomar ese rol luego de obtener estabilidad económica.

La banda fue armada con Jean Jacques Burnel, con experiencia en orquestas sinfónicas; el guitarrista de blues, Hugh Cornwell, quien había tocado con el cantautor folk Richard Thompson; y el teclista y guitarrista Hans Wärmling, sustituido al poco tiempo por Dave Greenfield.

El cuarteto rápidamente se convirtió en uno de los favoritos del circuito de pubs, con un sonido agresivo con pinceladas de la psicodelia de The Doors y The Animals, principalmente por el teclado, aunque Greenfield siempre citó a Jon Lord (Deep Purple) y Rick Wakeman (Yes)

Fueron, sin duda, una de las bandas proto-punk de mayor influencia, fama que cimentaron cuando abrieron las presentaciones de The Ramones y Patti Smith en 1976.

Sin embargo, muchos críticos percibieron demasiado virtuosismo para los estándares punk y letras de cierto aire intelectual, además de la edad.




La música y la actitud, a pesar de las dudas, estaban alineados totalmente con la crudeza del momento y por ello The Stranglers personificó uno de los capítulos más atractivos de la era punk, aunque ya luego sofisticaran su sonido. Aún siguen activos, aunque sin Cornwell desde 1990.

The Stranglers
De izqiuierda a derecha: Burnel, Greenfield, Black y Cornwell

Para 1977 la banda había acumulado suficientes canciones como para editar tres discos en 14 meses (aunque en realidad se grabaron en menos meses).

El primero en editarse fue Rattus Norvegicus (también conocido como IV), lanzado el 14 de marzo, que rápidamente se convirtió en uno de los álbumes más vendidos de era punk, permaneciendo 34 semanas en la cartelera. A él pertenecen dos temas emblemáticos, “Peaches” (con inflexiones reggae) y “(Get as) Grip (On Yourself)”.

El sonido de los Stranglers poseía varios elementos distintivos. Por un lado el soberbio bajo de Burnel, probablemente el más apabullante de cualquier grupo de la época; los teclados de Greenfield, un arsenal que incluía órgano Hammond, piano eléctrico y sintetizador Moog, instrumentos que paradójicamente habían sido asociados por los punks de forma negativa con la era del rock progresivo y el hard rock; la fiera guitarra de Cornwel; la contundente batería de Black; y las voces potentes de Cornwel y Burnel, que se alternaban ese rol.

The Stranglers“Sometimes” abre el disco y de una vez nos cachetea y nos activa. Todos los ingredientes en su sitio. Son los Stranglers en su estado primigenio y más salvaje.

Siguen con “Goodbye Tolouse” que dirige el bajo endemoniado de Burnel y secunda el órgano de Greenfield, con excelente armonías vocales. El tema trata la destrucción de la ciudad francesa, según predicciones de Nostradamus.

London Lady”, sobre una periodista inglesa, repite la infalible fórmula de Cornwell componiendo la música y Burnel la letra. Termina con una caótica guitarra.




Princess of the Streets” es un estupendo blues con elementos de vals compuesto por Burnel en sus días pre-Stranglers. “Hanging Around”, con su aire angustioso cierra el lado A hablando de la vida en los pubs.

Darle la vuelta al vinilo significaba encontrarse con los dos temas más exitosos del disco. “Peaches”, con su guitarra de aire reggae es uno de los primeros temas punk en incorporar las influencias jamaiquinas (tal como unas semanas antes había hecho The Clash).

Se luce además Black con una batería sensacional, mientras Cornwell y Burnel cantan y al mismo tiempo declaman con fiereza. Sin duda, un tema inspirador para Mark E Smith de The Fall e incluso para Blur en temas como “Parklife”.

Aparece entonces la energía desbordada de y “(Get as) Grip (On Yourself)”, dominada por los teclados y la voz de Cornwell. El saxo tenor de Erik Clarke, aunque no tan protagonista, hace un aporte muy valioso.

Ugly”, compuesto por Burnel y cantado con su voz más cavernosa, es probablemente el tema más rabioso, calificado por Cornwell como psicodelia abstracta. Incluye extractos del poema Ozymandias del inglés Percy Bysshe Shelley

El disco lo cierra el tema “Down in the Sewer”, el más largo de todos, siete minutos y medio de intensidad en el que todos los instrumentistas tienen su espacio. Es un cierre magistral.

Siguen pasando los años y las décadas y Rattus Norvegicus sigue conservando el encanto que produjo en 1977, y permanece como uno de los puntos álgidos del punk.

Juan Carlos Ballesta