El 15 de julio de 1983, el emblemático cuarteto londinense, publicó su cuarto y último disco, cerrando un corto pero muy influyente período
Bauhaus
Burning From the Inside
Beggars Banquet. 1983. Inglaterra
Pocas bandas del primer período post punk ha causado tanto impacto y ha sido tan influyente como el cuarteto formado en 1978 en Northampton, Inglaterra, por Daniel Ash (guitarra), Kevin Haskins (batería), David J Haskins (bajo) y Peter Murphy (voz), quien al principio estaba renuente a unirse.
En apenas cuatro años -el emblemático primer single “Bela Lugosi’s Dead” se lanzó en agosto de 1979- el grupo se convirtió en epicentro del ala más oscura del post punk y su seductora estética siniestra -junto al nombre del primer single que encarna al principal actor de Drácula– trajo consigo la acuñación del término “rock gótico”.
Bauhaus estaba predestinado a crear un nicho muy especial, que sigue existiendo.
Su música unió lo más punzante y arriesgado del post punk (Gang of Four, Joy Division, Pop Group y Siouxsie and The Banshees con las influencias del dub y el glam (grandes versiones de Marc Bolan / T.Rex y David Bowie lo apuntalaban), junto a referencias del cine expresionista alemán.
El primer disco con el naciente sello independiente 4AD, el impresionante In the Flat Field (1980) creó las bases y dejó el terreno abonado para Mask (1981), The Sky’s Gone Out (1982), dos discos fenomenales. En la cúspide de su inspiración, influencia y arrastre, Bauhaus concibió Burning From The Inside, nombre derivado de un incidente sufrido por David J y Daniel Ash cuando fumaban intensamente dentro de un vehículo y accidetalmente provocaron que se incendiara.
Debido a que Peter Murphy estuvo enfermo buena parte del tiempo en el que crearon y grabaron las canciones, Daniel Ash y David J asumieron el control y cantaron cuatro de las diéz canciones.
Esto creo fricciones que derivaron en la separación de Murphy y la consecuente ruptura de la banda, y para el momento de la publicación del disco ya Bauhaus no existía como banda y ya había ofrecido su último concierto diez días antes, el 5 de julio de 1983.
Más allá de los desencuentros surgidos, este cuarto álbum resultó ser un trabajo muy atractivo y probablemente habría que considerarlo como el disco definitivo en cuanto a la maduración del sonido.
“She’s in the Parties”, que había sido lanzado como single en abril de 1983, inicia el disco. Un bajo con aroma dub, una guitarra densa y una vocalización ala Bowie que incluye partes narradas, es el inicio ideal.
“Antonin Artaud”, evidentemente inspirada en el poeta, dramaturgo, actor y novelista francés, cambia la tónica. Una dinámica acelerada y angustiosa en la que Murphy se luce, establece vínculos con In The Flat Field.
Los enigmáticos 21 segundos de “Wasp”, dan entrada a “King Volcano”, una maravillosa incursión en la danza folclórica que es uno de los orígenes del folk apocalíptico y el dark folk protagonizado años después por Sol Invictus y Death In June, entre otros.
Prosigue “Who Killed Mr. Moonlight”, una pieza nocturna, poética y dramática, inspirada por el asesinato de John Lennon, liderada por un piano ejecutado por Kevin Haskins y la voz líder de David J.
El lado B lo abre la fantástica “Slice of Life”, cantada por Daniel Ash, dominada por las guitarras acústicas y un expresivo bajo. El sonido se adelantaba a lo que en poco tiempo desarrollarían Ash, David J. y Kevin en Love and Rockets.
Enseguida cambia la tónica con “Honeymoon Croon”, en la que vuelve la voz de Murphy. Es otro tema muy Bowie, de tempo más movido que las anteriores.
Las sonoridades acústicas tienen su momento culminante en “Kingdom’s Coming”, otro tema de dark folk en la que Murphy no participa.
El gran momento del disco son los casi diez minutos de “Burning from the Inside”.
Una sigilosa guitarra eléctrica sirve de introducción durante el primer minuto, y entonces surge la voz de Murphy en modo siniestro, casi susurrándonos al oído y metiéndonos el miedo en el cuerpo.
Es una canción catártica, con un ritmo funky que se repite mientras Murphy escupe onomatopeyas envueltas en reverberancia, muy en la onda de Public Image Ltd o 23 Skidoo
El LP cierra con la sorprendentemente melódica y gentil “Hope”, con un bajo maravilloso sobre el que Ash rasguea la guitarra.
Ash y David J. cantan a dúo avanzado el tema, y recuerdan de alguna manera a la forma de cantar de Brian Eno.
Las reediciones en CD incluyeron acertadamente el single “Lagartija Nick”, un tema sudoroso y contagioso, de sonido emblemático, con una tenue sonoridad oriental.
Además, el lado experimental cercano al dub se desarrolla plenamente en “Here’s the Dub” y “Departure”, con la frenética “Sanity Assassin” como colofón.
Bauhaus dejaba así un legado inmenso en influencia, escaso en discos, y definitivamente inmortal.
Aunque han sucedido varias reuniones y un disco de nuevo material en 2015, realmente Bauhaus no ha vuelto a trabajar como una unidad creativa y es probable que eso no ocurra más.
Juan Carlos Ballesta
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