El 18 de septiembre de 1970, la legendaria banda anglo-americana lanzaba su cuarto disco, primero sin Peter Green y con menos blues
Fleetwood Mac
Kiln House
Reprise Records. 1970. Inglaterra / EE UU
En 1970 Fleetwood Mac entraba a los De Lane Studios de Londres para grabar su cuarto álbum titulado Kiln House, el primero tras la partida del icónico guitarrista Peter Green (†), lo que parecía significar el principio del distanciamiento del blues que se haría más evidente varios años después.
Si aún no has escuchado a Fleetwood Mac, te has perdido a una de las bandas anglo-americanas más fascinantes de la historia del rock.
Fundada en 1967 por el emblemático guitarrista de blues Peter Green, el baterista Mick Fleetwood, el bajista John McVie y el también guitarrista Jeremy Spencer, Fleetwood Mac se engrandecía con la inclusión de un tercer guitarrista, Danny Kirwan, y la teclista Christine Perfect, quien pronto sería la señora McVie y en consecuencia Christine McVie.
En sus primeros años, la banda logró cierta resonancia con temas como “Albatross”, “Oh Well” y “Man of the World”, piezas que junto a otras de la época eran compuestas con un claro acento en el blues, género que la banda progresivamente iría matizando con músicos como los guitarristas Bob Welch y Bob Weston, y el cantante Dave Walker.
Sin embargo, esa etapa transicional parecía haber logrado cierta estabilidad en el año 1974 cuando la banda conocería al guitarrista Lindsay Buckingham y a su novia, la cantante Stevie Nicks.
A partir de entonces el inmenso éxito comercial de Fleetwood Mac dejaría gemas como Fleetwood Mac (1975), Rumors (1977), Tusk (1979), el excelente Live! (1980) , Mirage (1982) y Tango in the Night (1987).
Para ésta, su cuarta huella discográfica, la banda habitaba un “horno de lúpulo” (Kiln House) convertido en casa donde Fleetwood Mac y sus respectivas familias vivieron seis meses y en la cual Mick Fleetwood contrajo nupcias.
Para el momento, la banda estaba conformada por los guitarristas y vocalistas Danny Kirwan y Jeremy Spencer con la sección rítmica de John McVie en el bajo y Mick Fleetwood en la batería, y una novel Christine McVie en las teclas y el arte de portada.
Producido por el grupo, bajo la audio ingeniería de Martin Birch, Kiln House contiene 34 minutos de buena música que inicia con una breve composición de Spencer titulada “This is the Rock”, un country blues sencillo y ligero sin mayores ambiciones pero muy placentero y con cierto aroma presleyriano.
Spencer demuestra sus habilidades en el solo y en parte nos dice en sus versos: “Este es el rock del cual hemos estado hablando, sí este es el rock que te hace saltar y gritar, este es el rock que te impacta de una vez…”
Con sus coros doo-wop, el grupo nos llama la atención antes de ceder el espacio a “Station Man” de Kirwan, Spencer y McVie, una más elaborada pieza con interesantes cambios de frases entre los guitarristas.
Kirwan nos dice: “No sé a dónde voy, pero me dices que debo irme, ¿cuándo nos vamos?, no lo sé, pero me dirás ahora”.
“Blood on the Floor” y “Hi Ho Silver” son dos composiciones relativamente cortas donde la banda, en la primera, exhibe su lado más sensible con cierto aire country folk y en la que escuchamos: “Bueno, adiós mundo… triste pero cierto, tuve una cita con el ahorcado, tuve que dejarte, disparé a mi querida más de tres veces, la razón por la que me voy es la sangre en el piso.”
La segunda es un blues más movido con un poco de drama pasional en su historia. Es una versión del tema del legendario “bluesman” sureño Big Joe Turner (†).
La pieza es seguida de la amorosa aunque pesada “Jewel-Eyed Judy” de Kirwan, Fleetwood y McVie, con la cual se cierra el lado A. “Puedo ver, en un sueño, pensamientos tan claros, joyas que brillan, ¿brillarían entonces tus ojos, si estuviésemos juntos otra vez?
El repertorio continua en el lado B con “Buddy’s Song”, un “cover” parcial del tema “Peggy Sue Got Married” de Buddy Holly pero que es original de Waylon Jennings, autor que daría el crédito a la madre del legendario rockero fallecido durante su funeral. Holly murió en un accidente aéreo junto al cantante Richie Valens, hecho al cual se es referido como “the day the music died” y cuya historia está llena de un misterio que involucra asesinato.
El movido tema es seguido de un cadencioso “Earl Gray”, instrumental de Kirwan donde éste demuestra sus dotes como músico y compositor.
El set continua con “One Together” y “Tell Me All The Things You Do”, escritos por Spencer y Kirwan, respectivamente.
El primero es un contrastante tema folk que en parte dice: “¿Cómo puede mi corazón estar lleno de dudas sobre ti, cuando tú me llenas de un amor que es verdadero? No puedo evitar suspirar y a veces preguntarme por qué, ¿Qué puedo hacer?
La cálida canción incluye un sencillo solo de guitarra y una voces que nos atraen desde el primer momento que las escuchamos. En ella apreciamos la voz de Christine McVie. La segunda es el tema más rockero del álbum, lo que se hace evidente en el primer minuto. En algo recuerda a Credence Clearwater Revival.
Las guitarras y un breve piano son el forte de este tema que nos narra: “Dime todo lo que haces, yo te diré todo lo que hago…”
El álbum concluye con un aire retro a los 60 en “Mission Bell”. En ella Fleetwood Mac nos dice: “Di yo te amo, di esas tres palabras, yo te daré mi amor, mi amor es más alto que la campana de un convento, más profundo que un pozo del deseo, más fuerte que un hechizo, mi amor, por ti”
La canción fue compuesta por Jesse Hodges y William Michael.
En 1998, Fleetwood Mac era enlistada para el Rock and Roll Hall of Fame y recibía el Britt Award. Casi veinte años antes habían impreso su estrella en el Hollywood Walk of Fame.
Con más de 120 millones de discos vendidos alrededor del mundo, bien vale la pena ir a los orígenes de esta super banda a la que algunos prefieren en las versiones previas al álbum Rumors, una etapa que muchos de los seguidores de la banda con Stevie Nicks desconocen o subvaloran.
Aquí tienes la oportunidad de comenzar a explorarlos.
Leonardo Bigott