El 18 de noviembre de 1983 se produjo el debut en solitario del laureado cantautor y flautista escocés, líder de la emblemática agrupación Jethro Tull
Ian Anderson
Walk Into Light
Chrysalis Records. 1983. Escocia
Ian Anderson, el siempre controversial y conversador multi-instrumentista de origen escocés e indiscutible frontman de la pionera banda prog-folk Jethro Tull, entraba en los 80 con su longeva agrupación y una obra titulada A (Alien).
El álbum tuvo como invitado al excelente teclista/violinista Eddie Jobson, cuyo sonido definió buena parte de ese disco. La siguiente versión de Jethro Tull publicó The Broadsword And The Beast (1982) y tuvo tras las teclas a Peter-John Vettese, excelso músico cuya relación con Ian tiene mucho que ver con nuestro festejado álbum, pues la mitad del set de Walk Into Light tiene como coautor a este teclista paisano de Ian.
Es importante entender que ya corrían los años del new wave y el synth pop y nuestro venerado flautista jugueteaba precisamente con el lado electrónico de la música de aquella recordada era.
El álbum A estaba destinado a ser el debut en solitario de Ian Anderson pero éste decidiría esperar un poco. Así que A pasaba a pertenecer a la dilatada discografía de Jethro Tull, dejando un espacio para su debutante obra solitaria y regresar con Jethro Tull en Under Wraps (1984).
Walk Into Light fue producido por Ian Anderson y grabado entre primavera y verano de 1983. En este álbum debut, Ian tiene como único acompañante a Vettese en los teclados, mientras él exhibe sus talentos no sólo como flautista sino también como bajista, guitarrista, teclista y cantante.
Los dos primeros temas fueron compuestos por Anderson y Vettese. En el primero, “Fly By Night”, Ian nos dice: “Es difícil decir que lo siento / Ojalá nos olvidemos del hoy / Verás, vuelo de noche / Vuelo de noche”
La dinámica pieza luego cede espacio a “Made In England”, una composición que llena todos los espacios con cortos pasajes de diversos instrumentos, casi siempre con la flauta como protagonista o creadora de atractivas florituras sin caer en excesos.
Ian canta: “En algún lugar de una ciudad de Inglaterra / Se acuesta un bebé con una sonrisa curiosa / Era de los hijos de tu padre / Nacido a cada lado de una milla”
Acto seguido escuchamos la canción que le da título al álbum, un tema de tres minutos con un moderado tempo donde Ian nos canta sobre encarar la adversidad pese a lo difícil de las circunstancias.
En un sentido metafísico nos dice, “entra en la luz.”
Compuesta por Ian y John-Peter, el movido set sigue con “Trains”, pieza donde el músico escocés nos describe parte de su rutina.
Ian pareciera establecer un símil con su diario quehacer, aunque los versos de las estrofas son explícitos.
Luego Ian varia un poco el tempo, un tanto moderado pero contrastante respecto al tema que le antecede.
Ian lo ha titulado “End Game” y representa el punto medio del álbum.
La segunda parte inicia con “Black & White Television”, tema con cierto tono surrealista y gran uso de los sintes, que es seguido de “Toad In A Hole”, pieza líricamente conformada por estrofas de cuatro versos cada una y con una música menos agitada. “Camino por la playa / Para tomar el último viaje a casa / Me traslado a través de la penumbra de la tarde / Sabiendo que olvidé llamar por teléfono / La puerta trasera está abierta / Hay un escalofrío que sopla / Quita tus cálidas manos de mí / Que comience la noche”.
Después, la efímera reunión sigue con “Looking For Eden” donde el flautista nos estimula a imaginar lo que nos describe en sus cuatro estrofas de cuatro versos.
El imaginario de Ian es sencillo y fascinante. Este, en particular, inicia con una escena urbana y tres personajes, uno de los cuales anda en busca de Eden. En algún momento, un silbido es el elemento acústico que nos conecta con lo más humano.
Las dos piezas finales fueron compuestas por Ian y John-Peter. Ambas ocupan los nueve minutos y medio restantes.
La primera, “User-Friendly”, deja una importante reflexión, aún 40 años después, cuando en su primera estrofa los compositores se preguntan “¿Habitamos un micro espacio e interfase a través de cables? Bailamos en un tablero de circuitos impresos, arroja el software al fuego”.
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La segunda se llama “Different Germany”. En ella se siente un tono político que nos recuerda los tiempos de la guerra fría. Corro el riesgo de equivocarme pero lo que es cierto es que el multi-instrumentista es poseedor de una poesía que brilla sea cual fuere la inspiración: Social, bélica, surreal, amorosa, Ian es poseedor de una gran sensibilidad.
“Las luces en Alemania están apagadas, y Alemania esta cerrada para mí, un tanto diferente esta vez, el aeropuerto está estático, pasillos gélidos suenan vacíos a través de pies huecos, que encuentro ser míos…”
Las sonoridades de teclados y sintes están totalmente alineadas con la realidad que se vivía en la transición entre la era analógica y la digital, emparentando por igual a Walk into Light con grupos synth pop del momento como Ultravox, A Flock of Seagulls, Depeche Mode o OMD, pero también con Jean Michel Jarre o Synergy
Desde la publicación de este excelente disco hasta el año 2014, Ian Anderson ha publicado seis obras solistas, todas recomendables.
Junto a Jethro Tull nos ha sorprendido en el presente con The Zealot Gene (2022) y RökFlöte (2023).
Recordemos este singular coqueteo sintetista llamado Walk Into Light
Leonardo Bigott