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Let it be…Naked: la fantástica versión desnuda relegada por The Beatles

The Beatles Let it Be...Naked

En medio de la inmensa expectativa de la serie Get Back anunciada por Disney, la revisamos la versión original del disco Let it Be publicada el 17 de noviembre de 2003

The Beatles
Let it Be…Naked

Apple / EMI. 2003. Inglaterra

Los últimos dos años en la vida de The Beatles fueron tan creativos e innovadores como traumáticos y conflictivos.

El año 1968 se había iniciado con la edición de dos estupendos singles, “Lady Madonna” y “Hey Jude/Revolution”, para luego, en noviembre, editar el ambicioso álbum blanco (titulado simplemente The Beatles), un doble disco que a la postre se convertiría en su verdadero “tour de force” y en uno de los más grandes discos de la historia de la música pop.

Todavía hubo tiempo, en aquel diciembre, para el lanzamiento de Yellow Submarine, la banda sonora de la psicodélica película animada.

Sin casi descansar, en enero de 1969 los cuatro Beatles, su productor George Martin, el ingeniero Glynn Johns y un equipo fílmico, acometen un nuevo e interesante proyecto: un disco grabado en vivo, sin efectos de estudio, y una película sobre la gestación y desarrollo de todo el proceso. El título inicial fue Get Back.

El cuarteto había pasado una intensa etapa de experimentación en los estudios de Abbey Road, cuyo comienzo coincidió con el último de sus conciertos en vivo en agosto de 1966, la aparición de uno de sus trabajos más trascendentes, Revolver (1966), y el inicio de su etapa psicodélica. Aquella decisión de no realizar más shows dividió la historia de The Beatles en un antes y un después.




El comienzo del año 1969 era, pues, el momento de volver a experimentar el placer de tocar en vivo, aunque en este caso fuera sin las grandes y enloquecidas audiencias de su primera etapa.

Eligieron para ello los fríos estudios Twinckenham, donde años antes habían filmado Help y A Hard Day´s Night. Sin embargo, el sitio no les permitía trabajar con suficiente soltura y espontaneidad, y a los pocos días deciden volver a la comodidad de los sótanos de Abbey Road Studios.

Decenas de canciones fueron tocadas durante aquellas sesiones que desembocaron, el 30 de enero, en el famoso concierto en la azotea (Rooftop Concert)del edificio de Apple Records.

Esta sorpresiva presentación conformó, junto a una selección de las muchas horas de ensayo, el film Let it Be (1970), que se ha mantenido sin reeditarse por 50 años y que ha sido retomado por Peter Jackson y convertido en mini serie para Disney, a partir de 55 horas de filmaciones realizadas por Michael Lindsay-Hogg.

La idea original de editar un disco fue poco a poco abandonada y nuevas ideas sustituyeron a las anteriores. El material grabado quedó archivado, mientras John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, se adentraban en su nuevo proyecto: el disco Abbey Road.

En medio de los conflictos que ya azotaban al grupo es editado Abbey Road (1969), convertido en un nuevo clásico de su discografía y el presagio de los discos en solitario por venir. Las agrias disputas entre Lennon y McCartney y otros factores externos, hacían presentir el fin que no tardaría en llegar. Pero todavía quedaba por editarse un último disco: Let it Be.

Para coincidir con el estreno de la película pautado para abril de 1970, por iniciativa de Lennon, le fue encomendada la tarea de ensamblar el disco al famoso productor Phil Spector, el creador del concepto “wall of sound”.




El resultado fue el disco que todos conocimos durante más de 33 años, con las orquestaciones que Spector decidió incluir, muy a despecho de McCartney.

Let it Be fue considerado por mucho tiempo como un disco menor hecho de retazos, viejas composiciones actualizadas, grabaciones de 1968 y piezas inconclusas, además de cargar con el estigma de la disolución, la cual se anunció casi en paralelo al lanzamiento del disco.

A pesar de todo ello, nada desmerece el peso específico de las canciones que lo componen, que el tiempo se ha encargado de reivindicar.

En noviembre de 2003, tras un cuidadoso proceso de audición de las diversas sesiones realizadas en enero de 1969 y un meticuloso trabajo de restauración de las cintas analógicas, se editó Let it Be…Naked, en la versión cruda y desnuda como fue concebida y entendida originalmente.

El disco, en su conjunto, ofrece algunas revelaciones importantes. No solo fue mezclado por el equipo que había trabajado en la reedición remezclada de Yellow Submarine, sino que fue re-secuenciado el orden de las canciones y en la mayoría de los casos utilizadas tomas diferentes a las conocidas.

Quizás lo más notable radica en piezas como “The Long And Winding Road”, despojada de la orquesta en pro de un sonido menos empalagoso, cosa que se logra, y la maravillosa versión de “Across the Universe”, con Lennon siendo acompañado por Harrison tocando tambura, un instrumento de cuerda de India.

La inclusión de “Don’t Let me Down”, una de las más emotivas piezas de Lennon, hace pensar en la locura de no haberla incluida en la primera versión.

Se nota en este Let It Be…Naked más músculo y mayor limpieza en el sonido, lo cual se palpa sobre todo en los temas más “rockers” como “One After 909”, “I’ve Got a Feeling” y “Get Back”.




El trabajo de Billy Preston en el órgano y piano también se nota más prominente y decisivo en este Let It Be revisado. El disco ofrece tomas sutilmente diferentes de “Two of Us”, “For You Blue” y “Let it Be, mientras mantiene las ediciones originales de “Dig a Pony” y “I Me Mine” muy apegadas a las originales concebidas por Spector, mientras elimina la inconclusa “Maggie Mae” y el mini jam “Dig It”.

La reedición es acompañada por un segundo disco de 20 minutos compuesto por conversaciones y extractos de los ensayos, una especie de adelanto de lo que en 2002 se había anunciado: el DVD del film Let it Be, lo cual no ocurrió y ha habido que esperar 18 años-

Quedaban todavía cientos de pies de cintas grabados con jams y decenas de versiones de viejos temas rockanroleros interpretados durante aquel mes de enero de 1969, material que durante décadas fue a parar a una diversidad de discos piratas que han alimentado a los miles de insaciables beatlelianos del planeta.

Finalmente en 2021 parte de todo ello -incluida la primera mezcla realizada por Glynn Jones- da forma a la reedición deluxe con mezclas PCM Stereo, 5.1 Surround y Dolby Atmos, conmemorando el 50 aniversario.

McCartney y Starr -la mitad sobreviviente- confesaron en su momento estar deleitados con este nuevo capítulo revisionista de su propia obra. Muchos nos unimos a esa sensación.

Juan Carlos Ballesta


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